Ocho playas cántabras para ir con perros

Esta zona fue habilitada para ir con perro hace 5 años y es la preferida de los amos para sus perros, aunque solo esté disponible un tramo de este largo arenal que ejerce de límite a la bahía de Santander por la parte sur. La extensión total de la playa cuenta con 4,5 kilómetros y un sistema de dunas en el centro. Utilizarás únicamente la zona sur, junto al Muelle de Somo, en el Estuario del Miera. Atención que en bajamar hay poca agua, pero cuando la marea está más alta, podréis daros un buen chapuzón.

Enclavada al este de Castro Urdiales, camino al puerto de la Granja, espera en un valle entre Cerredo y Peña Helguera una de las tres playas para perros en la localidad. El paisaje es deslumbrante y la playa natural. Canto rodado sobre todo y poca arena se mezclan en este rincón cuyo oleaje varía de intensidad moderada a alta, así que debes tener vigilada a tu mascota en todo momento por si las moscas.

Si a tu perro le cuesta salir de casa o es un perezoso esta es su playa. Nos adentramos en la Playa de los Vagos, como se conoce popularmente a la Playa de la Maza. Podrás acudir a ella durante todo el año sin restricción horaria. Está situada en la Ría de Oyambre, al oeste de San Vicente de la Barquera, y la arena fina cubre como un velo de oro la superficie. Sus aguas son tranquilas y el viento no suele soplar excesivamente fuerte.

La Playa Muelle Oriñón en Castro Urdiales más que de un arenal es una cala que los pescadores utilizan como garaje natural para dejar sus barcas. Está abierta a los canes durante todo el año y pueden pasear sin correa y sin bozal o zambullirse en el agua sin temor a reclamaciones. Que nadie se confunda, no es Playa Oriñón (en ésta los perros tienen prohibido el acceso en verano), sino la de Muelle Oriñón.

De nuevo tenemos una pequeña calita formada por arena y cantos rodados con poco oleaje. La Cala Cargadero Mioño pertenece a Castro Urdiales y allí los perros pueden pasear libremente durante todo el año.

Advertencia al visitante, se trata solo de unos cien metros de cala entre pequeños acantilados y rocas. Con oleaje moderado. En la misma localidad, los arenales de San Juan de la Canal y Covachos están prohibidos para canes entre mayo y septiembre, por si se te ocurre pasarte.

Desde 2018, la playa de Helgueras en Noja tiene un tramo para bañistas con perro. Este será el tercer año en el que los canes puedan disfrutar de 400 metros de playa, desde la última torreta de salvamento hasta el final con el Monte Brusco. Está formada por fina arena, y grandes y puntiagudas rocas que le dan un aspecto misterioso. Para acceder a ella debes caminar un pequeño tramo desde el aparcamiento.

Esta playa es una de las últimas reconocidas para disfrutar con perros en Cantabria, en concreto en su tramo final. Es un arenal pequeño, ubicado en la desembocadura del río Saja, en Suances. Suele tener poca ocupación y oleaje bajo. Eso sí, cuando hay marea baja la playa canina se queda sin agua y pasa a ser un auténtico barrizal.