Da gusto cuando sale. El sol invita a vivir y a poner la maquinaria en marcha. Es nuestro combustible, imprime movimiento. Sugiere partir hacia la aventura, el deporte, la caminata. Los humanos agradecemos sus rayos igual que el sediento agradece el agua, sobre todo en ... primavera, cuando toca pero no pica, brilla sin cegar los ojos ni quema en exceso. Nos fundimos con su latido de vida, para reforzar el corazón. El palpitar del mundo nacido bajo su influjo. También buscamos la sombra, por si un día le da por calentar demasiado. Por eso sugerimos planes al aire libre y bajo techo, para quienes quieran vestir gafas protectoras y los que prefieran observar al astro rey desde una ventana.
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Es el primer parque de aventura en la costa vasca y cuenta con cuatro novedosos circuitos. Si sumas a esas cifras 70 retos disponibles, entre ellos 17 tirolinas, además de lo último en juegos entre árboles, aburrirse en el Mendexa Abentura Park no parece posible. Que te espera la naturaleza es obvio. Más altura, emoción y estallido de inclinaciones intrépidas. También puentes tibetanos, escalas, redes… Una buena dosis de deporte para colmar tu ocio. «Existen recorridos de diferentes niveles, adaptados a cada edad y condición, para niños y adultos, ideales a la hora de disfrutar individualmente, en pareja, familia o con los amigos», concreta Arkaitz Erkiaga.
Optarás entre cinco circuitos. El primero, obligatorio, se llama 'Demo' y ayuda a los participantes a conocer la actividad antes de comenzarla. «Los monitores instruyen en el manejo de equipos de seguridad y de la línea de vida continua», añade. Superada la prueba de unos diez minutos, toca elegir color. El 'Amarillo Yoko' para peques de 4 a 8 años. El 'Verde', de descubrimiento, primera toma de contacto con altura real, retos cortos y sencillos. El 'Azul', de sensaciones, más alto y con equilibrios. El 'Rojo', para aventureros, aumenta complicación y distancia respecto al suelo. Cada uno consume entre 20 y 45 minutos, además de tu energía. Se elevan entre 1,40 y 12,50 metros. Y requieren toda la atención….
Información: 688856283. mendexapark.com
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Propuesta para familias, con el fin de que los peques puedan tocar animales, no solo verlos a distancia. «Se trata de recordar lo que hacíamos de pequeños cuando íbamos a visitar a los abuelos y andábamos a escondidas detrás de los bichos por el caserío», explica Aitor Ibaibarriaga. Ahora, salvo perros y gatos, no hay muchos más a nuestro alrededor, menos aún si formas parte de la fauna urbanita. «Antes, en los pueblos nos quedábamos impresionados por la lija que parecía la lengua de la vaca, por tener un corderito en brazos o por escapar del gallo malo que nos perseguía. Aquellas experiencias permanecían en la retina, formaban parte de nuestra memoria de niñez», recuerda.
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La experiencia dura hora y media y se puede hacer todo el año. Sus impulsores creen que debería ser obligatoria para cualquier familia con hijos de 2 a 10 años. «Los pequeños disfrutan contemplando esos animales que no hablan, pero tienen reacciones parecidas a las personas. Ayuda a hacer piña entre padres e hijos, los chavales se dan cuenta de que son capaces de superar situaciones tensas para ellos a priori», agrega. Y es que siempre hay alguno que se siente acorralado por gallinas o piensa que los burros le miran mal.
Ibaibarriaga guarda muchos ejemplos de cómo la familia entera se divierte. «Este es el trabajo ideal, da satisfacción ver los rostros y reacciones de la gente. La cara de susto que cambia a sonrisa, la de satisfacción de quien completa algo que ni se creía capaz de hacer. Conoces a padres de ciudad a los que da 'yuyu' dar de comer o coger a una gallina, ves cómo hacen de tripas corazón y lo logran. Observas a personas agarrar un conejo al que no saben perseguir o dominar a un burro que no se dejaba empujar». Resumiendo, toda una aventura de granja.
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Información: 637765348. www.lagranjadevitoria.es. 25 euros, familia de hasta 4 miembros.
Visitar una bodega siempre es un buen plan. Si además el edificio que la alberga tiene valor histórico, la cita se redondea. Un guía paseará al recién llegado por el viñedo en el que nace el txakoli Txikubin, llamado así en honor al fundador del linaje Murga, que construyó la primera torre en 1272. Después levantarían la zona monumental, compuesta por el antiguo molino de la torre del XVI, hoy caserío, el puente de origen medieval y la Torre de Murga.
«Durante la visita se explican las características, origen y desarrollo de nuestra plantación de hondarrabi zuri, la denominación de origen Arabako Txakolina, la historia del Señorío de Ayala, de donde proceden los primeros Murgas, y las fases de construcción e historia de la edificación. Luego se enseña por dentro, para apreciar aspectos de la torre medieval que no se encuentran en ninguna otra porque, como nunca fue destruida ni por guerras ni por fuego, mantiene intactas sus peculiaridades», confirma Federico Verástegui. El encuentro acaba con una cata bastante original, ya que ofrece explicaciones psicológicas y antropológicas sobre el caldo.
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Si te decides, pisarás un lugar especial. «Un radiestesista, un zahorí, descubrió que frente a la torre se encuentra la zona de mayor energía de toda Euskadi», cuenta Verástegui. La historia asegura, además, que cinco diputados generales de Bizkaia fueron propietarios de esta fortaleza, uno de ellos el famoso José María de Murga y Mugártegui, el 'Moro Vizcaíno'. Descubrirás sus retratos durante la visita. Además, puedes añadir originalidad al momento sumando exhibición de cetrería. «A pocos kilómetros de Murga se encuentra Quejana, lugar donde vivió el Canciller Ayala, autor del primer tratado de cetrería alrededor del año 1390», especifica.
Información: 609585536. www.txakolitxikubin.com. Visita+cata: 15 €.
Hoy te proponemos un curso especial en el que evaluarás tu capacidad aerodinámica para bajar y adentrarte con tu propio aire en el agua, a pulmón, sin botella de oxígeno. Debes aprender diversos asuntos, nociones sobre seguridad y equipamiento. Pasar la mitad del tiempo en tierra y la otra dentro del mar, mientras aprendes cómo adaptar tu cuerpo para descender al océano sin consumir demasiado aire.
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«Son tres horas muy divertidas. La gente flipa porque, en cuanto aprenden a bajar, lo hacen como sputniks, rapidísimo», comenta el instructor. Anécdotas durante la experiencia y tras ella hay muchas. «He visto personas que, cuando les pides hacer una apnea, se meten en el agua y salen casi al momento, duran cinco segundos sin respirar», añade con tono divertido. «También gente que no se ha puesto una máscara de buceo en la vida».
Debido a la situación actual, el equipamiento ha de llevarlo el cliente. En primavera, además, hace falta traje de buceo, pues aunque luzca el sol el agua está fresquita. El resto pasa por dejarse instruir. «Es muy entretenido. Además, después de la teoría y antes de entrar en el agua, se plantea a los participantes un ejercicio de relajación. A veces algunos se quedan casi dormidos, flipan con esa parte de la actividad porque no la esperan. Les enseñamos a relajarse para aguantar más tiempo sin aportación de aire durante la apnea dinámica», concluye.
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Información: 622567753/639137109. reservas@getxoport.com
«Cuídanos, hermano, pues la senda es complicada; guíanos por el buen camino, perdimos el horizonte y necesitamos ayuda». Este rezo tendría sentido dentro del juego de escape 'Las pruebas KL1M8', aunque no haga falta cumplir penitencia. De rodillas es posible que acabes, más de una vez incluso, porque tendrás que agacharte a buscar objetos y enigmas. Mientras solventas el misterio a base de deducciones, de revisar cada rincón en busca de una nueva pista. Tienes 60 minutos para cumplir el reto y pasan tan rápido como los ángeles.
Se rumorea que en el Casco Viejo bilbaíno existe un lugar en el que los boticarios se preparan para hacerse cargo de la congregación de Atxuri. Allí trajinan entre diversos asuntos, aprenden secretos y ocultan misterios. ¿Podrás formar parte de este selecto grupo? Has de ayudar a esta congregación a conseguir el ingrediente cero de un antídoto, demostrar al padre Amézaga tus capacidades para continuar su legado. Las tuyas y las de tus compañeros.
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Él os atenderá en la entrada. Incentivará el trabajo en equipo, la observación y la lógica. Botánica, caligrafía, alquimia… cualquier elemento es susceptible de análisis. «Son peldaños de la misma escalera que conduce a la abadía de Atxuri», explica el monje, pues este juego de escape es la precuela de otro que puedes disfrutar en el Museo de Diocesano. Ambos divertidos.
Información: 660316783 theroomhunter.com
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