¿Qué gritos de las pasadas elecciones quedarán en la memoria? ¿'Que te vote Txapote' y 'deroguemos el sanchismo' o 'no a la ultraderecha' y 'no pasarán'? La memoria de los gritos que se convierten en lemas políticos para marcar toda una época ayuda a ... recorrer lo mejor y lo peor de nuestra historia y bien merece una clase magistral.
Cualquier profesor de Historia habrá podido sufrir, al comenzar el curso, las caras de fastidio y hasta los bostezos -algo impostados- de una parte del alumnado. Queda todo el curso por delante y no se debe tirar la toalla. Por ejemplo, podemos hablar del tiempo largo de la Modernidad, tiza en mano, mientras dibujamos una flecha del tiempo con las fechas más relevantes, los himnos y los lemas más emblemáticos de las insurrecciones y las revoluciones populares, desde la Revolución Francesa a la Primavera Árabe de 2011.
Eso hice yo, precisamente, en 2011, el año del 15-M. En el aula, por encima de una atmósfera de tedio, reconocí rostros juveniles con los que había coincidido en las plazas ocupadas. Y enseguida supe que tenía un magnífico recurso didáctico: hablarles de dos siglos de Historia Contemporánea evocando los gritos políticos más trascendentes y aquellos otros que quedaron orillados u olvidados. Empecé preguntando: ¿qué creéis que se recordará más de nuestro 15-M, el desprecio a los llamados 'indignados' tildándolos de '¡perroflautas!' o los lemas que pedían '¡democracia real ya!' mientras lamentaban 'lo llaman democracia y no lo es' y 'no hay pan para tanto chorizo'?
Si nos fuéramos más de dos siglos hacia atrás sabríamos que los ecos de 'La Marsellesa' y el brillo totalizador del gran lema de la contemporaneidad -'Libertad, igualdad y fraternidad'- sepultaron una gran riqueza de lemas revolucionarios. Junto a los más escatológicos y groseros, y además de los consiguientes 'mueras' que se lanzaron contra reyes, nobles y clérigos, pudo verse a la muchedumbre enervada bajo un solo grito pelado que, sin embargo, lo galvanizaba todo: '¡A la Bastilla!' (un grito tan desnudo y profundo como el '¡viva La Comuna!' que recorrería los mismos espacios parisinos casi un siglo más tarde). Cuando a la pregunta «¿qué es el Tercer Estado?» se respondió asumiendo que «el Tercer Estado es todo», prendió la mecha del cambio histórico a través de la protesta y la movilización, hasta el punto de que en las revoluciones liberales del siglo XIX no pocas veces se reprodujeron los mismos gritos de 1789 o 1792.
En medio de todo aquello, con la Primavera de los pueblos de 1848, crecieron otros lemas que a veces se hicieron griterío a pesar de provenir de la pluma de pensadores comunistas y anarquistas, desde el vivificante 'proletarios de todos los países, ¡uníos!' hasta el provocador 'la propiedad es un robo', pasando por aquel otro que, ya en 1914, se daría de bruces con las derivas nacionalistas y belicistas de una izquierda otrora internacionalista y revolucionaria: 'Los obreros no tenemos patria'. Pero el siglo XX también añadiría a la memoria de los gritos otros que se harían eternos, como aquel '¡tierra y libertad!' de Emiliano Zapata que resonaría como un trueno en la España republicana del hambre de tierras y la exigencia de '¡reforma agraria!'.
La clase de Historia, aunque interesante, ha de terminar. Para concluir, desde el punto cronológico al que hemos llegado podemos viajar hasta la campaña electoral de febrero de 1936. Veremos a Gil Robles, el líder de las derechas, alertando del peligro comunista y gritando: «Estos son mis poderes: dadme la mayoría absoluta y os daré una España grande»; mientras que las izquierdas, que aún sufren cárcel y peticiones de pena de muerte por la insurrección de 1934, entre discursos antifascistas, gritan : «Votad pro amnistía», «abrid las cárceles» y «no a la pena de muerte». Este último lema, ese contundente «no a la pena de muerte», pronto quedó olvidado, a pesar de lo que nos enseña sobre un país que enseguida iba a vivir, tras el golpe militar, el verano más sangriento, tan solo unos meses después de que triunfara el Frente Popular, se abrieran las cárceles, llegara la amnistía y terminara una larga campaña contra la pena de muerte que había presidido Ramón María del Valle-Inclán.
¿Qué gritos trascenderán estas elecciones de 2023? Sabemos que quedará el más ultrajante de los últimos cuarenta años: 'Que te vote Txapote'. Asumámoslo. No lo obviemos en nuestras próximas clases magistrales. Pero ubiquémoslo en un compartimento separado. En la memoria de los gritos infames.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.