Universidad, ideología y militarismo
Resulta casi imposible encauzar el nacionalismo vasco de una manera más plural
Profesor de Historia del Pensamiento Político en la UPV/EHU
Martes, 28 de mayo 2024, 09:16
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Profesor de Historia del Pensamiento Político en la UPV/EHU
Martes, 28 de mayo 2024, 09:16
Ha salido a los medios recientemente el caso de una antigua miembro de ETA que ha participado en una ponencia dentro de un congreso, enmarcado a su vez en las actividades propias de un máster de la UPV-EHU dedicado a cuestiones de soberanía de ... los pueblos de Europa. Creo que el título del máster es aproximadamente ese. Y lo imparten sobre todo profesores de los departamentos de Políticas y Sociología de mi Universidad. Aquí lo que ha llamado la atención sobre todo es que participe una antigua miembro de la banda terrorista ETA y que el tema sea sobre el bienestar de la ciudadanía vasca.
Aparte del sarcasmo que lleva implícito el tema en cuestión, creo que aquí habría que distinguir dos cuestiones, por una parte la ideológica y por otra la presencia protagonista en un acto universitario de alguien que ha practicado la llamada lucha armada. Para empezar, que se mezcle el conocimiento con la ideología es algo habitual y muy difícil de discernir en el ámbito de las ciencias, sobre todo en las sociales. En la Complutense de Madrid, por ejemplo, hay un máster sobre monarquía española. Imaginemos las posibilidades que tendría eso aquí. Para sobrellevar razonablemente esto, sería deseable que se abriera el abanico de ideologías, pero eso en el País Vasco es bastante difícil. No hay masa suficiente. El nacionalismo es tan dominante que encauzarlo de una manera más plural resulta casi imposible. Y la principal razón de que eso sea así es, dicho en plata, el acojone que ETA ha impuesto en nuestra sociedad.
Entre los másteres impartidos en la UPV creo que hay dos excesivamente ideologizados, que son este de la soberanía de los pueblos de Europa, donde el profesorado de la izquierda abertzale es apabullante, y otro sobre la diáspora, donde es evidente el predominio de la otra rama del nacionalismo vasco, la peneuvista, y con un tema que es una auténtica máquina ideológica, como es el de las colectividades vascas en el exterior, controladas tradicionalmente por el partido jeltzale y donde hasta imparte clases el responsable de acción exterior del Gobierno vasco. Del resto de opciones ideológicas, nada de nada. Qué más me gustaría a mí que hubiera un máster de foralidad vasca, por ejemplo, o de federalismo incluso, donde se pudiera hablar también de foralidad, pero para ello ni hay masa crítica de profesorado, ni los partidos no nacionalistas están nada interesados, aunque sea de modo indirecto.
Pero luego está la otra cuestión, que es la presencia de antiguos miembros de ETA en la Universidad. Obviamente están ahí porque hay una ideología que les llama y que les acoge y entre la que se sienten como pez en el agua. Y eso es lo que me parece especialmente dramático. Vaya por delante que acepto la realidad de que el militarismo está también presente en todas las ideologías y en todos los nacionalismos, sean con o sin Estado, a qué negarlo. Pero ocurre que, con el caso de ETA, estamos ante un militarismo que defiende algo muy poco coherente. Por la propia condición del nacionalismo vasco -también compartida por el catalán, desde su propio origen-, que más que un nacionalismo vasco es un antiespañolismo vasco. Porque con Francia nunca se metieron ni de modo remotamente parecido. Que sea una cuestión meramente estratégica, de empezar por una y luego seguir con la otra, me van a permitir que lo niegue. A día de hoy, la inmensa mayoría de los vascos de Iparralde, primero y ante todo se sienten franceses.
El pueblo vasco no tuvo, ni tiene una historia propia y conjunta de la profundidad, enjundia y universalidad que tienen los pueblos español o francés. Y quienes podrían haber integrado ese pueblo vasco contribuyeron en primera fila a lo que hicieron los otros dos pueblos, en particular el español. Y en Francia, respecto del pueblo vasco, existe hoy un régimen tan restrictivo que ni con Franco aquí. En cambio, ETA solo actuó en España y lo que ha provocado es que en el País Vasco español actual haya una sola ideología dominante y varias raquíticas, lo cual es profundamente injusto y antidemocrático.
El militarismo español actual, reflejado en el artículo 8 de la Constitución de 1978, defiende un pueblo español formado por ciudadanos con derechos, que luego pueden pensar lo que quieran. En cambio, los presupuestos ideológicos del militarismo vasco residen en un concepto de pueblo donde los derechos individuales están subsumidos en una idea a la que se sacrifica todo, pero que es una nebulosa, porque ya la nación vasca no se define de modo objetivo sino que cualquiera que quiera puede formar parte de ella. Es por todo ello que a ese militarismo lo considero muy deficiente, moral e intelectualmente, y me parece muy criticable y por supuesto lamentable la presencia de personas que representen ese militarismo en la Universidad vasca.
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