Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
El caso de Bolsonaro es muy difícil. Las payasadas de Bolsonaro son muy difíciles de admitir para un liberal. Ahora, entre Bolsonaro y Lula, yo prefiero a Bolsonaro. Con las payasadas de Bolsonaro, no es Lula», ha dicho Mario Vargas Llosa. El Premio Nobel es ... gran novelista, también brillante articulista, con una capacidad de análisis que manifiesta su cultura vastísima. Pero su visión de la cuestión social ha ido derivando hasta una posición que podemos llamar ultraderecha o liberal extrema.
Vargas Llosa, con su prosa elegante, es muy cuestionable en sus posicionamientos políticos. Cuesta admitir que, conociendo al detalle la situación de Hispanoamérica, para él «saber votar» y «saber votar bien», como él dice, sea votar a los Fujimori en Perú o a Bolsonaro en Brasil, ambos condenados. ¿De verdad cree que la situación irredenta de millones de indígenas la solucionarán esas posturas ideológicas? No creo que eso sea «saber votar». Pero es que Vargas Llosa, en cuanto olisquea el menor intento de cambio de las estructuras, inmediatamente lo alinea con Cuba, Chávez y Ortega.
La situación sociopolítica de los pueblos iberoamericanos hace que millones nazcan para ser pobres de por vida, para recibir sueldos de miseria aunque estén trabajando de sol a sol. ¿No hay solución? ¿Vendrá de aquellos que han provocado esa situación durante años? Los dueños de los países sudamericanos son un pequeño número de familias y las grandes trasnacionales. ¿Y el pueblo irredento? Leer la historia de los pueblos americanos es leer la historia de la esclavitud, salvo que leer 'Las venas abiertas de América Latina', de Eduardo Galeano, de 1971, le parezca un panfleto. Para Mendoza la historia del pueblo americano es la de un constante saqueo de los recursos, y algo de razón tendrá cuando fue prohibido, proseguido y condenado por los dictadores del cono sur.
El problema del desequilibrio está en el reparto de la riqueza, en que no se invierten los recursos nacionales en necesidades básicas: educación, sanidad, carreteras, servicios públicos... y en que unas pocas familias dominan todo el sistema económico. Sé que no tengo los conocimientos necesarios ni la perspectiva suficiente, pero para mí la nación que mejor representa este panorama es la historia de Bolivia. Es la tierra donde están las minas de Potosí, con grandes recursos explotados por compañías extranjeras, y el pueblo sumido en una miseria inmisericorde durante siglos. Unas pocas familias dominan la riqueza. Entre los presidentes que ha tenido se repiten apellidos de familia y muchos militares salvapatrias. Y casi siempre el mismo sistema: los grandes poderes colocan en la presidencia a un hombre de paja, cuando este no les sirve dan otro golpe de Estado, y así se van sucediendo presidentes. Y lo mismo en Guatemala, Perú y la mayoría de los vecinos.
Hace tres años hice un recorrido por Bolivia, y el país no está sojuzgado. Se han hecho carteras por todos los rincones, se han creado cerca de 1.500 escuelas, han aumentado los servicios de salud y ha mejorado la economía. Con Evo Morales hubo una transformación, un cambio sin sangre, sin implantar sistemas totalitarios, repartiendo los beneficios de los hidrocarburos nacionalizados. Seguro que el señor Vagas Llosa no reconoce la positiva gestión económica que produjo un crecimiento superior al 4% anual durante su Ggobierno. Para la oligarquía blanca boliviana es muy duro que sea presidente un indígena cocalero, un sindicalista que no ha estudiado en Harvard University. Habrá podido cometer imperfecciones, por supuesto, pero haciendo un balance general es muy superior en los logros, eso dicen los analistas económicos.
Antes de las elecciones peruanas el señor Vargas Llosa pronosticó que no iban a ser limpias, que había habido pucherazo, y por más que los tribunales competentes afirmaron que todo había sido legal, el escritor sigue insistiendo en que quien ganó fue Keiko Fujimori. La misma postura que Trump. Para Vargas Losa, Pedro Castillo, el presidente de Perú es ese maestro de izquierdas, indígena, «el presidente analfabeto que se les ocurrió elegir» ('El País', 15-5-2022), dice sin venir a cuento hablando de la Feria del Libro de Buenos Aires. ¿Tanto mal hizo Lula da Silva en Brasil? Que lo digan unos tribunales imparciales… que ya lo han dicho. ¿Tanto desequilibró el presidente José Mujica en el ejercicio del poder en Uruguay? Desastres y atropellos, los de Bolsonaro y los Fujimori.
Señor Vargas Llosa, dénos una solución para acabar con la miseria endémica de los pueblos americanos, pero, por favor, no nos diga que llegará de la mentalidad de la saga de los Fujimori o de la ideología de un Bolsonaro. Abra perspectivas nuevas porque lo que nos sugiere es demasiado viejo, no 'vota bien'. Con todo mi respeto, eximio escritor.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.