Riesgo de fractura

Desde el viernes, las 'celebrities' estadounidenses compiten sin recato en ostentación sentimental. Tras el fallo del Supremo, todos se sienten «absolutamente» algo: aterrorizados, indignados, desolados. De Mariah Carey a Taylor Swift, pasando por el chef José Andrés. «Bastardos», tuiteó Michael Moore. Alyssa Milano explicó lo ocurrido como un ataque contra «las mujeres y los hombres trans». Diplo, DJ de moda y productor, incluso tiene un plan porque nunca se agota la estirpe de los héroes. Consiste en que los famosos que como él acumulan puntos para volar gratis los pongan a disposición de las mujeres que necesiten viajar a otro Estado para abortar.

En 2008 los candidatos Obama y McCain terminaron la campaña electoral haciendo un llamamiento similar a unir el país. Catorce años después sabemos que la triunfadora de aquel momento americano fue Sarah Palin, Miss Alaska con ametralladora que lideró el 'Tea Party' y anticipó el trumpismo imantando el desprecio y la ironía. Desde entonces, el debate público en el país al que imitan las democracias occidentales ha ido a peor, transformándose en un mecanismo que masajea egos, exhibe virtudes virtuales, satisface delirios de santidad y lo explica todo en términos de confrontación, haciendo imposible el pragmatismo y por lo tanto el consenso. Todavía el hecho histórico no es que en Estados Unidos se haya prohibido el aborto -el Supremo en realidad devuelve el asunto a los Estados-, sino que el país se siga partiendo en dos sin apenas ofrecer resistencia a la fuerza fatal de la polarización como profecía autocumplida.

A la manifestación contra la OTAN de ayer en Madrid acudieron 2.000 personas según la Delegación de Gobierno y 30.000 según la organización. Izquierda Unida estuvo en la mani y está en el Gobierno que delega en la Delegación. Qué omnipresencia. La protesta también era contra la guerra, pero Putin no se percató y ayer volvieron a caer bombas sobre Kiev. Pese al baile de cifras, parece que la manifestación fue bastante mal. Quizás suceda que España es el país del 'No a la Guerra' y el de la OTAN. Porque la posibilidad de que la gente tome la calle en defensa de los más altos ideales solo cuando lo ordenan partidos y sindicatos es inaceptable. Aun así, la cifra de 2.000 manifestantes está puesta a mala idea. Para hacer daño. Es que, de ser cierta, la propia cumbre de la OTAN reunirá al doble de gente que la manifestación contra la OTAN. Más de 5.000 personas en Ifema entre delegaciones, organización y prensa.

Advierten las ONG marroquíes de que se excavan fosas comunes en Nador para enterrar a los subsaharianos muertos en el asalto a la valla de Melilla del viernes. Rabat confirma 23 fallecidos (comenzaron siendo cinco) y las ONG cuentan ya 27. Las inhumaciones sin autopsia ni identificación a las que parece apresurarse Marruecos harán imposible saber qué pasó. Si el argumentario se mantiene firme, que nuestros repentinos socios fronterizos entierren seres humanos como animales también será culpa de las mafias que trafican, etc.