El truco para 'guardar' una plaza de aparcamiento en la calle

Todo aquel que no tenga una plaza de garaje sabe el tormento que le espera cada vez que llega a su barrio y no encuentra sitio para aparcar. Una agonía que muchos solventan de una forma muy polémica. Gracias a una triquiñuela, que no es legal pero se utiliza cada dos por tres, una persona se sitúa de pie en la plaza de aparcamiento y se queda en estático 'guardando' la plaza que vale oro en paño hasta que llegue el interesado.

La Ley de Tráfico y Seguridad Vial especifica que «mientras exista refugio, una zona peatonal o algún otro espacio adecuado, los peatones no podrán permanecer detenidos en el arcén ni en la calzada, ni aunque sea a la espera de un vehículo, ya que para subirse tendrán que esperar guarecidos a que este se encuentre a su altura».

Es decir, es una acción ilegal pero difícil de sancionar. Y en el caso de que el peatón no quiera apartarse de la calzada, se genera un conflicto de intereses que puede tensionar el ambiente. Sobre todo, cuando uno lleva horas buscando un sitio para aparcar.

La Ley es clara al respecto. Pese a que sea habitual y mucha gente lo haga, bloquear un sitio con algún amigo o familiar no está permitido y el vehículo que desee aparcar puede hacerlo. La multa por atravesar la calzada fuera del paso de peatones es de 80 euros.

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