Los especialistas contemplan una primavera «más leve y moderada» para los alérgicos

Pese a que el futuro cercano no resulta demasiado halagüeño para las personas alérgicas, la alergóloga arroja un poco de optimismo esta primavera. Y es que, aunque los especialistas no desarrollan su trabajo de acuerdo a la previsiones, sí que manejan ciertas probabilidades para una mejor preparación.

«Los alergólogos tratamos a los pacientes a partir de los síntomas que los diferentes alérgenos les generan. En el caso de los pólenes, la variabilidad anual es enorme y las previsiones nos ayudan a estar todos preparados. En Miranda, este año, se estima que las concentraciones de polen de gramíneas serán leves o como mucho moderadas. Podemos justificarlo, hoy, en un invierno con temperaturas poco extremas y escasas precipitaciones. La escasez de lluvia dificulta el crecimiento de las gramíneas», argumenta.

En este sentido, Aragoneses explica que el polen es el responsable de la alergia estacional «frente a las diferentes plantas a las que podemos estar sensibilizados, ya sean gramíneas, árboles u otras especies como malezas. Es frecuente relacionar la alergia al polen sólo con la alergia a gramíneas. Sólo cuando la planta poliniza, se producen los síntomas de alergia. Como cada planta tiene su periodo concreto de polinización, los síntomas aparecen según polinice aquello a lo que se tiene alergia», desarrolla.

Este año, la polinización de las Arizónica (cupresáceas), a diferencia de la previsión para gramíneas, ha sido larga y más intensa que otros años, y lo ha sido precisamente por esas temperaturas suaves y lluvias escasas. «Lo habitual es que su polinización sea amplia en el tiempo, desde diciembre a marzo, con un pico máximo en enero y febrero. Eso supone que habitualmente aquí, entre la polinización de Arizónica y gramíneas, haya un periodo de mejoría de los síntomas sobre el mes de abril para los alérgicos a ambos pólenes».

No existe un dato concreto de alérgicos en Miranda pero, según la previsión estimada por la SEAIC (Sociedad española de Alergología e Inmunología Clínica), existen unos 3.000 granos de polen de gramíneas por metro cúbico en nuestra zona.

«Aspectos como la evidente subida global de las temperaturas, con inviernos más templados, facilitará en el futuro polinizaciones más intensas y extensas en el tiempo en áreas habitualmente de escasa polinización como la nuestra. La contaminación ambiental, favorece el aumento de la concentración, el tiempo de exposición y una mayor agresividad de los pólenes», añade.

Para contrarrestar los síntomas, la principal recomendación de los sanitarios es «iniciar la temporada polínica con diagnóstico y tratamiento ya establecidos. En el caso de los diagnosticados, también ayuda reducir las actividades al aire libre a primera hora de la mañana y última de la tarde; mantener las ventanas cerradas por la noche; utilizar aire acondicionado con filtros actualizados en coche y casa; no secar la ropa en el exterior y proteger los ojos con gafas de sol al salir a la calle», concluye entre otros consejos.