El mítico alpinista polaco Wojciech Kurtyka definió en su día el himalayismo invernal como «el arte de saber sufrir». Casi cuatro décadas después, Alex Txikon ha demostrado que además de sufrir, también hay que tener paciencia. Y saber aprovechar las oportunidades. Todos esos valores son ... los que hoy, sobre las nueve de la mañana hora nepalí (madrugada en España) le han permitido hollar el Manaslu (8.163 m) por primera vez en la historia en una expedición íntegramente invernal. A falta de confirmación definitiva, le han acompañado en la cima los seis sherpas de su cordada: Pasang Nurbu Sherpa, Chhapel Sherpa, Gelu Sherpa, Maila Sherpa, Mantere Lama Sherpa y Gamje Babu Sherpa. Quien no ha estado con ellos ha sido el italiano Simone Moro, que ayer decidió darse la vuelta y retornar al campo paso al sufrir algunos problemas estomacales.
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El alpinista vasco se apunta el Manaslu tras dos años de intentos -como sucedió con su primera invernal absoluta al Nanga Parbat en 2016- en los que un exceso de confianza en 2021 y el mal tiempo en 2022 le dejaron sin opciones. Pero Txikon es de los que aprende la lección y un cambio radical de la estrategia este año le ha permitido hollar el octavo ochomil más alto del planeta apenas diez días después de llegar al campo base. «Estamos muy cansados pero tremendamente emocionados. Ahora toca bajar poco a poco y llegar todos sanos y salvos. En ese momento será cuando consigamos la verdadera cima», ha explicado en su descenso.
A las 15.00 hora española, el vasco y su equipo regresaban al campo base. Exhaustos pero felices de lograr toda una hazaña de la que estaba pendiente todo el mundo montañero en los últimos días. No sabrían si lo lograrían. «Txikon subía un poco justo de aclimatación y ha sufrido mucho. En algún momento incluso se ha planteado dar media vuelta, pero los sherpas le han animado a seguir», han explicado los suyos. Sin embargo, las fuerzas y el tiempo les han acompañado y ya están sanos y salvos.
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Juanma Mallo
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Sea como fuere, el escalador de Lemoa ha vuelto a hacer gala de una fuerza física y mental fuera de serie. Hollar la cima de un ochomil -de cualquier ochomil- en apenas diez días desde su llegada al campo base está al alcance de muy poco. Y más si es en invierno. Pero tras las lecciones de los dos últimos inviernos, el equipo liderado por Alex Txikon enfocó de manera diferente el reto de este año. La experiencia le llevó a decidir que tenían que estar preparados para la primera oportunidad que se les presentara. Es por esto por lo que viajó a Nepal a primeros de diciembre y ha estado inmerso en otros proyectos en el Himalaya que le han ayudado en esa primera fase de aclimatación. Hasta que el 26 de diciembre se plantó en el campo base del Manaslu (4.900 m) ya preparado, esperando a la primera oportunidad.
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Invierno astronómico (21 de diciembre al 21 de marzo): 12-01-84: Maciej Berbeka (POL) y Ryszard Gajewski (POL). Expedición iniciada el 2 de diciembre.
6-01-23. Alex Txikon, Pasang Nurbu Sherpa, Chhapel Sherpa, Gelu Sherpa, Maila Sherpa, Mantere Lama Sherpa, Gamje Babu Sherpa.
Invierno meteorológico (1 de diciembre al 1 de marzo): 04-12-85: Noboru Yamada (JAP) y Yasuhira Saito (JAP)
08-12-85: Anatoli Bukreev (KAZ), Aleksandr BAIMAKHANOV (KAZ), Shafkhat GATAOULIN (KAZ), Oleg MALIKOV (KAZ), Yuri MOISEEV (KAZ), Dmitri MOURAVEV (KAZ), Dmitri SOBOLEV (KAZ), Vladimir SUVIGA (KAZ)
06-12-98: Kami Dorje (NEP), Park, Young-Seok (COR), Ang Dawa Tamang II (NEP).
Recién instalado en el CB miraron las previsiones meteorológicas y comprobaron que los últimos días del año el viento arreciaría con fuerza pero que poco a poco el tiempo comenzaría a estabilizarse. En la última semana del año realizaron una primera rotación hasta los 5.800 metros de altitud, donde instalaron el campo 1, y esta ha sido la definitiva. «Esta es la oportunidad que esperábamos», anunció un Txikon preparado para el reto. Se echaron la mochila a la espalda el 4 de enero, cogieron el material necesario y subieron directamente hasta el C2, a unos 6.400 metros. «Hemos hecho cerca de 1.500 metros de desnivel. La ruta ha sido durísima por el viento y por todo el material que traíamos», destacaba el alpinista vasco.
Descansaron en el C2 y rápidamente ascendieron al C3 (justo por debajo de los 7.000 metros) el 5 de enero. Allí han pasado la noche de Reyes, pensando en la estrategia a seguir. «Tenemos que aprovechar esta ventana. El tiempo es favorable y puede ser nuestra oportunidad. Mañana de madrugada salimos a intentar la cima. A ver qué nos encontramos», explicaba antes de intentar la proeza.
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El mejor regalo de Reyes
Y el 6 de enero los Reyes Magos le han traído a Alex Txikon el mejor regalo posible: buen tiempo y la oportunidad que llevaba buscando desde hace tres años. El viento les ha dado una tregua (en los días pasados han vivido sensaciones térmicas por encima de los 60 grados bajo cero) y junto a Pasang Nurbu Sherpa, Chhapel Sherpa, Gelu Sherpa, Maila Sherpa, Mantere Lama Sherpa y Gamje Babu Sherpa han partido en plena noche hacia la cima. Los dos primeros, por cierto, fieles compañeros de Alex en los intentos de los dos años anteriores.
Les esperaban una larguísima travesía y casi 1.300 metros de desnivel. Han decidido no montar el campo 4 para no perder tiempo y por fin, poco antes de las nueve de la mañana, hora de Nepal (5:30 en España), agotados pero felices, escribían una nueva página de la historia del himalayismo. Los seis sherpas y el vasco se convierten en los primeros alpinistas de la historia en hollar el Manaslu en un una expedición íntegramente invernal y, a falta de confirmar si alguno de los sherpas lo ha usado, sin ayuda de oxígeno artificial.
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Estilo ligero
Los alpinistas han hecho cumbre en 48 horas desde que salieron del campo base, un tiempo verdaderamente exigente para un ochomil y al alcance de muy pocos, incluso en la temporada alta de primavera, cuando la metereología es mucho más benévola. Hablar de estilo alpino no es posible ya que previamente habían hecho una incursión en la montaña para aclimatarse, pero sí que se puede hablar de estilo ligero en un ataque a cumbre en el que solo han utilizado un campo de altura, el C2 a 6.900 metros y, a partir de los 6.400 metros del C1 que equiparon en la primera incursión antes del fin de año, ha abierto huella. También es verdad que probablemente habrán podido aprovechar alguna de las numerosas cuerdas con las que las expediciones comerciales equiparon la montaña en la temporada alta de otoño, hace apenas dos meses.
Lo que nadie les va a poder discutir en estos tiempos en los que se mira con lupa cada detalle de un expedición para ver si cumple con los requisitos de 'primera' es el hecho de hasta ahora, nadie había hollado esta montaña en una expedición íntegramente invernal. El antecedente lo tienen los polacos -como no- Maciej Berbeka y Ryszard Gajewski, que el 12 de enero de 1984 se convirtieron en los primeros alpinistas en pisar la cima del Manaslu en invierno. El problema es que los alpinistas de esa expedición llegaron al campo base el 2 de diciembre, veinte días antes del inicio del invierno astronómico.
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Este detalle puede parecer baladí, pero no lo es. El invierno entra en Nepal muy tarde, una vez que se retira el postmonzón y el mes de diciembre y los primeros días de enero, aunque con condiciones invernales, suelen ser más benévolos que la segunda quincena de enero y febrero. Eso llevó a algunas expediciones polacas de los años ochenta, cuando se empeñaron en conquistar todos los ochomiles en invierno, a adelantar su llegada a los CB, aclimatarse y equipar la montaña a antes de la entrada del invierno astronómico el 22 de diciembre.
Aparte de los polacos en 1984 y hoy Txikon y sus seis compañeros sherpas, el Manaslu registra otras 13 ascensiones realizadas en el considerado invierno meteorológico, que empezaría el 1 de diciembre: dos alpinistas japoneses en 1985, una expedición kazaja que en 1995 puso a ocho de sus miembros en la cima y el ochomilista coreano Park, Young-Seok, que a principios de diciembre de 1998 también alcanzó la cima en compañía de dos sherpas. Desde entonces, decenas de expediciones han intentado hollar el Manaslu en invierno pero nadie lo ha conseguido. Hasta hoy.
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