La expulsión de periodistas alemanes abre un nuevo conflicto entre Berlín y Moscú

El Ministerio ruso de Exteriores había anunciado el miércoles la expulsión de los dos periodistas como respuesta a la orden de abandonar Alemania para dos corresponsales de la televisión pública rusa a los que se había denegado la prolongación de sus permisos de residencia en este país. El Canal 1 de la televisión rusa, bloqueado y sancionado por la Unión Europea por difundir sistemáticamente información falsa, había asegurado además que las autoridades germanas habían exigido el cierre de su oficina en Berlín, una afirmación que niega rotundamente el Gobierno de Scholz.

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«No es cierto, como Rusia afirma, que hemos cerrado aquí la corresponsalía de un emisora. Eso son 'fake news'», afirmó Tobias Lindner, secretario de Estado en el Ministerio germano de Exteriores, quien calificó que «inaceptable» que Moscú haya ordenado la expulsión de dos periodista de ARD. Lindner subrayó que la decisión de no prorrogar el permiso de residencia a los dos corresponsales rusos había partido de las autoridades de la ciudad estado de Berlín y no del Ejecutivo federal. «Estamos en un estado de derecho y los periodistas afectados pueden recurrir por la vía legal contra esa decisión», afirmó el alto funcionario.

Los rusos no han sido expulsados, simplemente se les ha denegado prolongar sus visados, destacó Lindner, mientras la Asociación Alemana de Prensa (DJV) se mostró sumamente preocupada por la expulsión de los empleados de la cadena de televisión. «Estamos conmocionados por ese paso», dijo Mika Beuster, presidente de la DJV en declaraciones radiofónicas en las que habló de «ataque descarado contra la libertad de prensa». Beuser subrayó que los dos periodistas que deben abandonar Rusia realizaban allí un «trabajo extraordinario, de forma independiente, crítica y justa».

De forma parecida reaccionó la organización internacional Reporteros Sin Fronteras, cuyo portavoz en Alemania, Christopher Resch, señaló que la decisión de Rusia es una «medida infundada y dura» y de «restricción drástica de la libertad de prensa». Sin embargo y teniendo en cuenta el acoso que sufren los medios de comunicación en Rusia, la expulsión «no es una auténtica sorpresa», afirmó Resch. Desde ARD se informó de que a los dos periodistas alemanes se les ha dado de plazo hasta el 16 de diciembre para abandonar el país.