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La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni AFP

Un año de luces y sombras para Meloni

La primera ministra italiana no da muestras de desgaste y sigue liderando las encuestas, aunque fracasa en su política para frenar la inmigración ilegal

Sábado, 30 de diciembre 2023, 22:06

Este año ha sido «duro» para Giorgia Meloni, como ella misma reconoció hace unas semanas. Su primer año completo como jefa de Estado de Italia llega a su fin con luces y sombras, tanto en el plano político como en el personal, aunque marcado por ... la estabilidad, un bien escaso en un país acostumbrado durante las últimas décadas a cambiar de Ejecutivo de media cada 13 meses. La cuarta mujer más poderosa del mundo, según la revista 'Forbes', arranca en cualquier caso el nuevo ejercicio con la tranquilidad de verse en lo más alto de las encuestas, con su partido, Hermanos de Italia (HdI), rozando un 30% en intención de voto. Puede afrontar así sin agobios la campaña de cara a las elecciones europeas que se celebrarán en junio y que constituirán un examen parcial para el Gobierno.

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El balance final Meloni siempre insiste en que sólo podrá hacerse en 2027, cuando está previsto que termine la legislatura: mantener el poder hasta entonces será ya de por sí una victoria porque ejercer el cargo de primer ministro en Italia «es un maratón y no un desafío para velocistas».

Entre las luces de este 2023 para Meloni destaca el anclaje que ha garantizado para Roma tanto en la Unión Europea como en la OTAN, pese a las dudas iniciales que generó debido a los orígenes ultraderechistas de HdI y a las proclamas en contra de la UE de uno de sus socios, la Liga de Matteo Salvini, –que mantuvo además en el pasado estrechos vínculos con el partido del presidente ruso Vladímir Putin–. Pese al «cansancio» que genera la guerra en Ucrania, como reconoció la primera ministra en una conversación con dos humoristas rusos que la engañaron haciéndose pasar por un mandatario africano, Italia no ha mostrado fisuras en su apoyo militar y económico a Kiev.

El «atlantismo» del que presume Meloni va acompañado de una posición pragmática en la UE, lo que ha llevado al país a lograr esta semana el desembolso del cuarto tramo de los fondos europeos de recuperación y a solicitar la petición del pago de la quinta fase. La nación ha recibido así ya unos 102.000 millones de euros, más de la mitad del Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia (PNRR), el paquete de inversiones financiadas con este dinero tras la pandemia. El Ejecutivo de Meloni 'heredó' el PNRR de la gestión anterior, liderado por Mario Draghi, y tras los encontronazos iniciales con Bruselas al no cumplir con los objetivos fijados para finales de 2022, sacó adelante una remodelación del plan que ha permitido desatascar los pagos. Pese a ello, el PIB se ha estancado y crecerá sólo un 0,7% tanto en este año como en 2024.

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El gran fracaso político para el Gobierno lo constituye en cualquier caso la política de migración. Pese a las promesas de la líder de HdI de que iba a frenar la llegada de irregulares a través del Canal de Sicilia, 2023 concluye con más de 155.000 desembarcos, alrededor de un 50% más que el año pasado.

Planes truncados

«Los resultados no son los que esperábamos», reconoció la propia Meloni, que ha visto como también se truncaba su plan para abrir en Albania dos centros de acogida para los indocumentados socorridos en el Mediterráneo Central. El Tribunal Constitucional de Tirana suspendió temporalmente el polémico acuerdo entre ambos países para establecer dichos centros, aunque el primer ministro albanés, Edi Rama, se mostró seguro de que al final permitirá su apertura.

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En el terreno personal, el presente ejercicio será un año difícil de olvidar para Meloni por la tormentosa ruptura con su pareja, Andrea Giambruno, un periodista de televisión con el que mantenía una relación sentimental desde hacía casi una década y fruto de la cual tienen una hija en común, Ginevra, de 7 años. En octubre la primera ministra informó de que los caminos de ambos se separaban, aunque nunca llegaron a casarse, después de que una cadena desvelara los comentarios sexistas y acosadores de Giambruno hacia sus compañeras de trabajo. Meloni se quejó luego, en una entrevista con la emisora Rtl102.5, de que se hablara «sin piedad» de sus cuestiones personales en un año que se le hizo «duro» y que ha acabado en cama, debido primero a una gripe y luego a un problema en el oído que le ha causado fuertes vértigos.

La enfermedad ha obligado a retrasar dos veces su esperada conferencia de prensa de final de año, que finalmente tendrá lugar el 4 de enero y en la que se espera que ofrezca más pistas sobre uno de los grandes proyectos que pretende sacar adelante antes de que termine la legislatura: una reforma constitucional para que el jefe de Estado sea elegido directamente por los ciudadanos. Italia lograría con esta remodelación de la Carta Magna superar su histórica ingobernabilidad, según Meloni, que paradójicamente se jugaría el puesto en el referéndum que tendría que convocar para aprobar la iniciativa.

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