Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Con 40 de los 67 pasejeros y tripulantes fallecidos localizados, Estados Unidos encara el día después del accidente aéreo de Washington preguntándose las razones de una tragedia que ha dejado 67 muertos. La prensa pone el foco sobre la saturación de las instalaciones del Ronald ... Reagan y del personal de control. Según apunta 'The New York Times', fue diseñado para acoger el tránsito anual de 15 millones de pasajeros y ya ronda los 25. El diario cita una fuente que asegura que en el momento del accidente una persona estaba haciendo el trabajo de dos en la torre de control. El tráfico aéreo en Washington es el más intenso del país, por delante de Los Ángeles y Nueva York. En la capital, además, las medidas de seguridad son máximas porque allí están la Casa Blanca, el Capitolio y el Pentágono. La región concentra tres grandes aeropuertos, once regionales y 55 helipuertos, más los de las fuerzas armadas.
En este hervidero de vuelos, hay rutas específicas para los helicópteros del ejército. Suelen pasar por encima de los ríos y están en contacto con la torre de control del aeródromo. «En el corredor del Potomac se permite a los helicópteros volar a baja altura», apunta Jeff Guzzetti, exinvestigador de la Administración de Aviación. Por su parte, los aviones de pasajeros están equipados con un Sistema de Alerta de Tráfico y Prevención de Colisiones. Emite señales automáticas para que los pilotos puedan evitar accidentes. A medida que la aeronave se aproxima a la pista, el sistema limita gradualmente las alertas para no distraer a los responsables del vuelo, según comenta Ross Aimer, piloto retirado de United Airlines.
Noticias relacionadas
Daniel de Lucas
No hubo ningún fallo en la comunicación entre el avión, el helicóptero y la torre de control. ¿Por qué se produjo el choque? Se ha abierto una investigación y cobra peso la hipótesis de un fallo humano. Al parecer, el militar que dirigía el Black Hawk creyó que se le advertía sobre otro avión, que él sí veía por delante. En cambio, no se dio cuenta de la presencia justo detrás del 5342 de American Airlines.
A la espera de que las cajas negras de las dos aeronaves implicadas arrojen algo de luz sobre lo sucedido, quien tiene su propia teoría sobre lo sucedido es Donald Trump. Tras ofrecer sus condolencias, primero, y preguntarse por cómo podía haber ocurrido la tragedia en una noche despejada, después, el magnate republicano se desató. Primero despidió al jefe de la Administración de Seguridad del Transporte, David Pekoske, y a los miembros del Comité Asesor de Seguridad en la Aviación. Pero no se quedó ahí y encontró otros culpables de la tragedia. Culpó a los demócratas Barack Obama y Joe Biden por rebajar los estándares de calidad del control aéreo al aplicar políticas de diversidad, igualdad e inclusión en la sector público. Llegó a decir que contrataron a personas con «discapacidades intelectuales y psiquiátricas graves» y que él sólo eligió a los más cualificados durante su primer mandato. Poco después firmó un decreto en el que ordena al Departamento de Transporte y a la Administración Federal de Aviación revisar todas las medidas tomadas durante la administración Biden sobre contratación y protocolos de seguridad.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.