Así fue la reunión en la que se desenmascaró al timador de la COPE: «Willy repetía que su cáncer es real... y lo sigue diciendo»

Según publica el diario 'El Mundo', la que descubrió ya en el mes de enero que había algo extraño en la falsa lucha contra el cáncer de Willy, desvelado por el propio interesado en abril de 2022 a sus amigos, fue la mujer de Xuancar González, jefe de Deportes de la COPE. A ella, que tristemente ya tenía una experiencia previa con un caso similar entre sus seres queridos, no le salían las cuentas. Una persona con un tumor en la cabeza con metástasis suele tener una esperanza de vida no superior a un año y en el caso del colaborador de 'Tiempo de Juego' habían transcurrido 8 meses y su estado de salud seguía siendo una incógnita. Es más, parecía estar bien de salud, aunque él relataba falsos síntomas como que se le dormía una pierna o se le paralizaba parte de la cara. Todo ello de la forma más convincente posible en una interpretación que hubiera merecido un Oscar, según cuentan en la redacción de la emisora.

Sus sospechas provocaron que los periodistas de la COPE comenzaran a recelar de su compañero. Les pareció raro que Willy no quisiera que sus amigos le acompañasen al tratamiento experimental en la Clínica Universitaria de Navarra. Al mismo tiempo, uno de los máximos responsables del programa pidió a contabilidad que le facilitara cuánto dinero se le había dado hasta la fecha al periodista supuestamente enfermo del presupuesto general de 'Tiempo de Juego', no sólo de las primas de fin de año como se había publicado en los días previos. La cifra resultante fue brutal: 400.000 euros, IVA incluido.

Todo ello en cuatro cómodos plazos y no semanalmente como al principio se creía. El primero fue 50.000 euros al poco de transmitir su falsa enfermedad a sus compañeros cuando dijo que un amigo le iba a pagar un costoso tratamiento en EE UU. «Él dijo qué cantidad necesitaba, y ya está, se le pagó. Le dijimos que si prefería podríamos pagarle directamente a la clínica, pero él insistió en que no. También dijo que era muy importante que no se enteraran sus padres, que son octogenarios, que no quería que ni ellos ni sus hermanos lo supieran. Todos lo comprendimos. Vamos, habríamos comprendido cualquier cosa. Estábamos todos sobrecogidos», según las declaraciones recogidas por 'El Mundo' del núcleo duro de 'Tiempo de Juego'.

Pero a medida que pasa el tiempo las sospechas crecen y algunos miembros del programa comienzan a hablar con especialistas oncológicos que no pueden evitar expresar su extrañeza respecto a este caso. Finalmente, en marzo deciden pedirle a Willy las facturas de su tratamiento con la disculpa de que son necesarios para Hacienda. La actitud del periodista cambia de repente haciéndose la víctima y dejando caer su marcha del programa al mismo tiempo que cada vez costaba más ponerse en contacto con él. Al mismo tiempo, la Clínica de Navarra les terminaba confirmando que no hay ningún Guillermo Valadés tratándose allí. Los peores presagios parecían cumplirse.

Es el caldo de cultivo para una tormentosa reunión de media hora de duración entre el presunto timador y sus víctimas en el despacho de Paco González de la planta cuarta del número 4 de la calle Alfonso XI de Madrid. Le acompañan Manolo Lama y Xuancar González. Juanma Castaño ni siquiera es convocado en un intento de no llamar mucho la atención entre el resto del personal de la emisora. Es entonces cuando se ponen las cartas sobre la mesa, entre ellas el desmentido de la Clínica de Navarra. Y, ante las evidencias, al que consideraban como un hermano, opta por seguir manteniendo su engaño diciendo que se está tratando con otro nombre, lo que explicaría la confusión. «Willy repetía que su cáncer es real... y lo sigue diciendo», señalan las fuentes. Incluso a otros amigos.

Paco González, su gran amigo y principal valedor que se lo llevó de la SER a la COPE cobrando un sueldo anual de 103.000 euros por colaborar con el programa, le exige una confesión. Pero él sigue en sus trece, mientras el resto de jefes de deporte le piden que explique la razón de su engaño, pensando que quizás lo hizo obligado por unas supuestas deudas de juego. Tampoco obtienen respuesta. El siguiente paso lógico fue hacerle saber que ya no contaban profesionalmente con él.

Como no podía ser de otra forma, Guillermo Valadés salió ya del despacho como un extrabajador del equipo de deportes de la COPE y sin acceso a su correo electrónico. El próximo capítulo se está fraguando estos días en forma de demanda contra Willy que parece que está dispuesto también a llegar a los tribunales según les hizo saber en la reunión a sus compañeros y amigos que se sienten estafados, sobre todo emocionalmente. «Para la muerte de alguien cercano estás preparado, pero para que te engañe y mienta un amigo no», comenta resignado uno de ellos.