¿Qué le ocurrirá a Daniel Sancho ahora que está en la cárcel de Tailandia? Las claves de su caso

El arresto y la posterior entrada en prisión de Daniel Sancho en Tailandia abre muchas incógnitas. El hijo del conocido actor Rodolfo Sancho está acusado de matar y desmembrar al cirujano colombiano Edwin Arrieta, de 44 años. El detenido confesó el crimen horas antes de haber denunciado su desaparición. Desde este lunes está en prisión y se enfrenta a un proceso judicial con muchas incógnitas.

Tailandia es un país con una legislación más severa que España. Allí está vigente la pena de muerte y no se descarta que Daniel Sancho pueda recibir esta condena, en caso de ser declarado culpable. Hay otros dos castigos posibles cuando se juzga un crimen en este país: cadena perpetua o a pasar en prisión entre 15 y 20 años.

Aunque existe, no es habitual que en Tailandia impongan la pena de muerte y en la mayoría de casos esta pena máxima no se ejecuta. Normalmente se conmuta como cadena perpetua y únicamente se aplica a miembros de las fuerzas de seguridad o a altos cargos del gobierno. ¿La razón por la que no se suele ejecutar a los condenados? Los indultos. El rey Maha Vajiralongkorn suele aprovechar las fechas señaladas (cumpleaños, festividades...) para evitar este tipo de castigos. Eso sí, hasta la concesión de esta medida de gracia, Sancho tendría que estar en la cárcel si finalmente es declarado culpable. En 2020 el también español Artur Segarra fue indultado. Había sido condenado a muerte en 2017 por asesinar y descuartizar al empresario David Bernat en Bangkok un año antes.

Ya sea porque sea condenado a pasar toda su vida en la cárcel o porque sea indultado por el rey de Tailandia, la cadena perpetua sería un problema a la hora de plantear su traslado a España. El convenio de 1987 entre los dos países lo posibilita. Sin embargo, en la práctica se ha demostrado que no es lo habitual. Lo recomendable suele ser esperar a que la pena se reduzca a un número concreto de años. Un ejemplo de esto es el caso de María Nieves García Alcaraz, una mujer de Albacete que hace trece años fue condenada a cadena perpetua allí por narcotráfico. Tuvo que esperar a que se le redujera la pena hasta los 25 años para tramitar su traslado a España en 2019.

Daniel Sancho podrá contar con la asistencia del consulado español en caso de que tenga que permanecer en prisión. El personal del consulado visita periódicamente a los presos extranjeros y puede ofrecerles una ayuda económica de un máximo de 120 euros, en caso de que sus familiares no tengan recursos que prestarles. Les ponen en contacto con sus allegados en caso de necesitarlo, les asesoran en la elección de abogados, les llevan los medicamentos que puedan necesitar... Y lo más importante es la asistencia que les prestan en la solicitud de su traslado a España. Eso sí, hay que tener en cuenta que no todos lo consiguen.

Hay dos maneras de trasladar a un reo español que está en el extranjero. En caso de que el país en el que se encuentra sea miembro de la Unión Europea, el trámite es bien sencillo. Únicamente necesita la aprobación del juez. En caso de que sea otro país, dependerá del convenio que exista entre los dos estados. El acuerdo con Tailandia es de 1987. Se veta el traslado en caso de que el delito afecte a la seguridad interior o exterior, fuera dirigido contra el jefe de estado o miembros de su familia o tuviera relación con el contrabando de antigüedades o tesoros del patrimonio artístico nacional. El coste del traslado corre a cargo de las autoridades del país al que sea trasladado.

No es una ciencia exacta, pero suele ser un proceso lento. De hecho, primero hay que esperar a la sentencia, que podría tardar alrededor de un año. Incluso si Sancho cuenta con el indulto del rey, los plazos pueden variar. Se calcula que puede ser una espera de entre cinco y diez años desde el arresto.

La pena de un preso extranjero puede verse modificada a su llegada a España. Volviendo al caso de Nieves García, condenada a cadena perpetua por un delito que en nuestro país está penado con ocho años de cárcel, su condena se redujo. Ocurre especialmente en casos desproporcionados como este, en los que el castigo es más del doble del que se le impondría en su lugar de origen.

Daniel Sancho ha sido detenido en una pequeña isla en la que no hay cárcel, por lo que ha sido trasladado a Samui. Se espera que próximamente sea enviado a la prisión de Bangkok para ser asistido con mayor facilidad por las autoridades consulares de España. Es en el centro penitenciario de Bang Kwang donde cumplen condena la mayoría de ciudadanos extranjeros. Las condiciones son «muy duras», según algunos reclusos, que denuncian la masificación por la que muchos presos tienen que dormir en el suelo en celdas colectivas. La comida es escasa y salen poco tiempo al patio, por no hablar del calor, de la humedad o de las dificultades que plantea a los extranjeros el desconocimiento del idioma. Contando a Sancho, actualmente hay cinco españoles en la cárcel en Tailandia.

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