Su método para calmar las rabietas de su hija ha acabado con un delito por violencia doméstica. La influencer portuguesa Joana Mascarenhas ha sido condenada a dos años y medio de prisión por meter en agua fría a su pequeña de 3 años y no paraba de llorar.
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La táctica considtía en sumergir a la niña en agua fría. Cuando la pequeña cogía un berrinche trataba de callarla de esta forma tan poco apropiada que no gustó a la Fiscalía. Acusó a la creadora de contenido, de 36 años, de «trato indigno» a su propia hija. La 'instagramer' presumía de este método y lo compartió con sus seguidores en mayo y julio del año pasado.
En los vídeos publicados en redes se ve cómo en un primer episodio sumergió a su hija hasta la barbilla en la piscina y en una segunda ocasión metió a la niña en pijama en la bañera mojándola con agua fría a altas horas de la madrugada.
El Tribunal Penal Local de Lisboa consideró que, aunque las rabietas de la niña se detuvieron, se trata de un método inapropiado para el cuidado de un menor. Joana no irá a la cárcel por carecer de antecedentes, pero la sentencia le obliga a seguir un plan de reinserción y al pago de una indemnización de mil euros a la menor afectada. La influencer ha anunciado su intención de interponer un recurso de apelación.
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