Salen a luz nuevos detalles sobre las 'Freak off parties' de Puff Daddy: tranquilizantes para caballos, abusos sexuales a 25 menores, a una embarazada...

Sus palabras han vuelto a causar un gran revuelo en Estados Unidos, donde el multimillonario cantante y productor musical es todo un ídolo. Entre los denunciantes hay un total de 25 menores de edad, entre ellos, un niño de 9 años y dos adolescentes de 14 y 15. Tenían esas edades cuando fueron agredidos. Según sus declaraciones, Sean Combs les citaba en el estudio de grabación «con la promesa a sus padres y a ellos mismos de conseguir un contrato discográfico».

A uno de ellos, ha explicado Buzbee, supuestamente «le dijo que lo convertiría en una estrella, pero que necesitaba hablar con él en privado, lejos de sus padres. Una vez que estuvieron en la intimidad, supuestamente el señor Combs obligó a la víctima a practicarle sexo oral». Otra de las víctimas, de 15 años en ese momento, se desplazó a Nueva York para asistir a una fiesta. Allí, según revela el abogado encargado de la demanda colectiva, «fue drogada y luego llevada a una habitación privada, donde varios individuos se turnaron para violarla».

Sean 'Diddy' Combs, de 54 años, se sitúa en el ojo del huracán por los delitos de tráfico sexual, crimen organizado y trata de personas. En el último año, ha recibido hasta diez demandas por parte de mujeres donde se le acusa de cometer abuso sexual y violación, aunque el artista niega los hechos. «No dejaremos piedras sin remover hasta encontrar a todas las partes potencialmente responsables», agregó el letrado.

El anuncio de estas nuevas demandas es el episodio más reciente del terremoto legal que atraviesa el rapero, quien fue detenido el pasado 16 de septiembre y sigue en la cárcel a la espera de juicio. El escándalo generó todavía más polémica tras salir a la luz las fiestas privadas a las que el ganador de cuatro Premios Grammy invitaba a 'amigos' famosos de la talla de Leonardo Dicaprio, Paris Hilton o Asthon Kusher. Los medios estadounidenses las han denominado 'Freak Off Parties', fiestas salvajes que eran conocidas por su exclusividad y la asistencia de celebridades de renombre con asistentes desnudos y sustancias prohibidas.

Una de las que más se consumían en estos festejos era la xilazina, o tranq, que se conoce como tranquilizante para caballos, y si se toma junto a otras drogas como la heroína o el fentanilo aumenta los efectos de estas. Este anestésico animal es una de las drogas callejeras que mantiene en jaque al Gobierno de Estados Unidos. Según un estudio publicado en la revista especializada 'Injury Prevention', su uso se ha disparado en la última década, especialmente en Filadelfia. Su empleo no está recomendado para humanos, pues sus efectos secundarios son muy peligrosos. Incluyen úlceras en la piel, heridas y necrosis. En sus peores manifestaciones pueden desembocar en amputaciones. También puede provocar paradas respiratorias.

Buzbee detalló que esta droga se mezclaba con bebidas y se obligaba a algunos invitados a tomarla. «Una persona que tenía 22 años en el momento en que fue agredida dijo que si te negabas a beberla, te expulsaban de la fiesta». En otro de los impactantes casos expuestos por el letrado, una mujer adulta embarazada afirma que fue violada después de asistir a una cena grupal con Combs en Miami. «Ella no estaba bebiendo porque estaba embarazada, pero lo que sea que bebió en la mesa, aparentemente estaba mezclado con algo», afirmó Buzbee. «Se desmayó y se despertó en la misma cama, supuestamente con el señor Combs en su mansión de Miami. Tenía la vagina y el ano desgarrados y doloridos, y podría seguir. Y, literalmente, estás percibiendo un patrón aquí», agregó. 

Asimismo, medios estadounidenses como 'The New York Times' han desvelado que el rapero forzaba a sus invitados a realizar actos sexuales, que a veces filmaba y con los que se masturbaba. Algunos asistentes dijeron que, cuando las celebraciones pasaban del día a la noche, los invitados y las modelos contratadas acababan en la piscina, total o parcialmente desnudos.

El que fuera marido de Jennifer López aguarda en prisión en Nueva York. Los fiscales estadounidenses lo acusan de ser el jefe de una empresa criminal que obligaba a mujeres a tener relaciones sexuales bajo amenaza de violencia, de inseguridad económica o de arruinar su reputación.

Los casos provienen de diferentes estados, dijo el abogado, y varios de ellos relatan agresiones durante fiestas promovidas por Combs en las cuales las personas eran obligadas a beber. «Diré que en 90% de los casos, estos individuos fueron drogados con algún tipo de sustancia, era un tipo de 'modus operandi'», afirmó.

Los abogados que se van a encargar del proceso judicial divulgaron una línea telefónica para recibir denuncias y en diez días recibieron más de 3.000 llamadas, dijo Buzbee. «Tras investigar, estamos representando a 120 personas», comentó.

También conocido como Puff Daddy o P. Diddy, Combs llegó a la cima de la escena del hip-hop en Estados Unidos en los años noventa. Oriundo de Harlem, Nueva York, fundó en 1993 el estudio Bad Boy Entertainment, que se convertiría en una de las firmas de hip-hop y R&B más exitosas de la época. La cantante Cassie (Cassandra Ventura), quien mantuvo una relación romántica con el músico, fue el año pasado quien comenzó a destapar los abusos a los que fue sometida durante más de una década. En mayo salió a la luz un vídeo de una cámara de seguridad de un hotel en el que se veía a Combs agrediendo físicamente a Ventura, corroborando sus acusaciones.