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Viernes, 7 de mayo 2021, 01:36
Carlota Prado ha roto su silencio por el presunto abuso sexual que sufrió en la casa de Gran Hermano hace casi cuatro años. Lo ha hecho en el canal Wamac de Coto Matamoros, colaborador estrella del programa histórico de 'Crónicas Marcianas'. La joven denuncia ... que «Gran Hermano sabía que había pasado por algo así -en referencia a una violación- (...) Cuando tú te presentas a ese programa hay una serie de test, preguntas y pasas por un psicólogo. Cuando me entrevisto con la psicóloga le confieso que a mí de pequeña me han violado. (...) Me avisa de que puede salir».
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Aquella fiesta en la casa de Guadalix acabó mal, con una denuncia de por medio, en la que Carlota Prado acusaba a José María López de un supuesto «abuso sexual con penetración». La joven al día siguiente tuvo un encuentro con la psicóloga que conoció durante el casting. «Cómo tú -la psicóloga- siendo consciente de que una persona que ya ha pasado por algo así, decidís entre todos meterla en una sala sola a ver las imágenes. Es una tortura psicológica de un nivel tan frío, tan frívolo, es alevosía en estado puro», confiesa Carlota.
Es la primera parte de un relato que tendrá su segundo y último capítulo la semana que viene.
Carlota Prado durante una fiesta en el concurso de 'Gran Hermano Revolution' sufrió un presunto abuso sexual -aún está pendiente de juicio- que revolucionó las redes sociales. La actitud del programa ante la posible víctima -le pidió que silenciase lo ocurrido- hizo estallar a muchos telespectadores que denunciaron públicamente a Gran Hermano por lo ocurrido. Al cabo de unos meses, los anunciantes abandonaron el reality estrella de Telecinco, lo que supuso el fin del programa.
Según el informe de la Fiscalía de Madrid que solicitó dos años y medio de prisión a José María, presunto agresor, la joven había ingerido «escasos» alimentos durante aquella noche. Bebió «al menos« cuatro chupitos de tequila, «por lo que alcanzó un estado de embriaguez que fue acentuándose y evidenciándose a partir de la media noche». Así, sobre la una y media de la madruga del día siguiente y, cuando ambos se encontraban en el dormitorio que ocupaban, José María López Pérez, «que ya se había desprendido de sus pantalones», ayudó a la otra concursante a descalzarse y a introducirse en la cama que venían compartiendo. En ese momento, según afirma la Fiscalía, la joven conservaba puesta la «totalidad» de su vestimenta.
Acto seguido el acusado se introdujo en la cama mientras que la joven permanecía en silencio «en posición decúbito supino y con los ojos cerrados, realizando movimientos lentos y pesados, debido a su estado». José María López Pérez, «guiado por un ánimo libidinoso y a sabiendas del estado de seminconsciencia en que (…) se encontraba y aprovechándose de esta circunstancia, comenzó a realizar bajo el edredón movimientos de claro contenido sexual, pese a que (…) balbuceando débilmente, dijo no puedo».
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A continuación el acusado apretó su cuerpo contra el de la joven «en aras de satisfacer su deseo sexual, pese a que ella hasta en dos ocasiones levantó la mano como queriendo decirle que parara». Al mismo tiempo José María López Pérez pidió en varias ocasiones a la concursante que abriera los ojos, pero la víctima permaneció inmóvil. Cuando ya el acusado le preguntó cómo se encontraba, ella «sólo» acertó a responder que se quitara, «momento en que ella se giró quedando de espaldas al acusado».
La Fiscalía puso entonces de manifiesto en su escrito que José María López Pérez, tras cubrir a ambos con un edredón «continuó realizando tocamientos, frotamientos y movimientos de contenido netamente sexual, despojando a la víctima de su vestimenta, liberándole parcialmente de su ropa interior y desabrochándole el sujetador, pese a que ésta se encontraba ya en estado de inconsciencia». Sobre las 1:40 horas la joven se destapó la cara y un brazo «dejando ver su estado inerte», lo que motivó la intervención de uno de los miembros del programa encargado del visionado de la grabación, «quien hasta ese momento no estaba en condiciones de saber lo que estaba ocurriendo, dado que el acusado había utilizado el edredón para taparse tanto a él como a ella».
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Las imágenes grabadas de estos hechos fueron exhibidas a la joven en la mañana siguiente, en una sala aislada, denominada Confesionario de Gran Hermano, «encontrándose ésta sola y sin más compañía que la voz en off del conocido como Súper, lo que provocó en (…) un incremento del estado de desasosiego, trastorno y perturbación de ánimo que los hechos sufridos horas antes habían producido en ella».
La próxima semana se emitirá el segundo y último capítulo de la entrevista de Coto Matamoros a Carlota Prado en la que contará más detalles sobre lo ocurrido aquella noche en la casa de Gran Hermano.
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