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Si en una situación digamos normal el voto desde el extranjero es visto para muchos como una yincana electoral, la crisis de la Covid-19 no ha hecho más que disparar los interrogantes de cara al 12-J. Un ejemplo: ¿qué ocurre si en el ... país en el que resido hay impuesto un régimen de confinamiento, el sistema de Correos local no funciona correctamente y no se me permite ir al consulado? Dependiendo de la zona, no sería un escenario tan rocambolesco.
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En el Ministerio de Asuntos Exteriores reconocen que el panorama actual les «preocupa» y «ocupa». Aseguran que la diplomacia desplegada por diferentes países está «estudiando cuáles son las medidas restrictivas» de cada lugar «y cómo podrían afectar» al sufragio. El objetivo es buscar «soluciones ajustadas a cada problemática» para garantizar, en la medida de lo posible y dentro de sus competencias, que todo el que quiera votar, pueda hacerlo. Pero como asumió esta semana el presidente de la Junta Electoral en Euskadi, Juan Luis Ibarra, no sería de extrañar que haya gente que se quede sin ejercer su derecho.
Un total de 75.990 vascos que residen en el exterior podrán votar en las autonómicas del próximo 12 de julio, 291 más que los registrados en el censo para la cita del 5-A, que fue suspendida. Por territorios, 40.492 pertenecerían a Bizkaia, 28.239 a Gipuzkoa y 7.259 a Álava. Del total de inscritos, 28.258 se encuentran residiendo en Europa, 45.049 en América, 1.298 en Asia, 971 en Oceanía y 414 están en África. Francia es el país donde reside un mayor número de vascos inscritos en el censo (12.732), algo más que Argentina, cuya suma es de 12.638. Con 7.650 figura México, que ocupa el tercer lugar. El cuarto es para Chile, con 5.385, y el quinto, Estados Unidos, con 5.167. Más de 32.400 vascos se reparten por otros países.
Para poder ejercer su derecho a voto, lo primero que deben comprobar los vascos que viven en el extranjero es si están inscritos en el censo como residentes temporales o ausentes (CERA). Este periodo de «consulta de listas» ya está en marcha en embajadas y consulados, apuntan desde el Ministerio de Asuntos Exteriores. Los que quieran participar deben rogar el voto. Es decir, solicitar ejercer dicho derecho -esta es la diferencia respecto al sufragio ordinario-. La modalidad del voto rogado se instauró en 2011 para evitar cualquier posibilidad de fraude ante los numerosos errores en el censo. Los ciudadanos que vivan fuera deberán pedir toda la documentación junto a una copia de su DNI o pasaporte, esperar después a que les lleguen las papeletas una vez que se hayan cerrado las listas y luego votar por correo -los temporales solo pueden hacerlo a través de esta vía- o en los consulados.
En la práctica, gran parte no superan el segundo trámite, ya que la documentación llega demasiado tarde o directamente no llega. Muchos acaban por desistir. «Los plazos son muy justos», asumen desde Exteriores. Y en plena crisis por la pandemia, esa 'cadena' burocrática se complica aún más.
A mediados de mayo, una vez el lehendakari firmó la convocatoria de elecciones para el 12-J, el Departamento de Seguridad del Gobierno vasco trasladó al Ejecutivo central su «preocupación» por las dificultades extras que en esta ocasión pudieran encontrarse los residentes en el extranjero para votar. Emplazaron así a Madrid a «evaluar la situación en los diferentes países» para, si fuera necesario, «tomara medidas» para facilitar el sufragio. «Siempre hay situaciones complicadas que pueden distorsionar el voto desde el extranjero, como son los conflictos armados o las crisis económicas, pero en esta ocasión es algo global que afecta a todos los países», subrayan desde la consejería de Seguridad.
Desde el Ministerio de Asuntos Exteriores aseguran que embajadas y consulados «están estudiando cuáles son las medidas restrictivas» que existen en cada lugar y «cómo afectan» al derecho de sufragio. Las medidas de confinamiento, apuntan, se dejan sentir sobre todo en «el servicio de Correos local, competencia de cada Estado soberano». Poco puede hacer ahí el Ministerio. Aseguran, ahora bien, que se analizará cada caso y que el servicio de valijas del Gobierno «va a seguir funcionando».
El presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco y de la Junta Electoral en Euskadi, Juan Luis Ibarra, reconoció este lunes que de cara al 12-J hay que ser «necesariamente más pesimistas» en cuanto al voto desde el extranjero y señaló hacia Centroamérica y Sudamérica, donde «el correo internacional está cortado» reveló. «El régimen de confinamiento es más estricto allí y las medidas de relajación parece que aún tardarán porque la mayoría de los repuntes se están dando allí», añaden desde Exteriores. Solo el número de vascos que residen en países como Argentina, México, Chile, Venezuela, Colombia y Brasil supera los 32.200, según datos de la oficina del Censo Electoral.
¿Cuántos vascos suelen votar desde el extranjero? En las autonómicas de 2016 se aceptaron las solicitudes de 4.727 personas: 2.157 registrados en Bizkaia, 2.136 en Gipuzkoa y 434 a Álava. Es decir, apenas un 6% del total de ciudadanos de Euskadi que figuran en la base del CERA.
¿Es determinante el sufragio desde el extranjero? A veces, sí. En las generales de noviembre, el recuento de este voto provocó un cambio de última hora en el reparto de escaños del Congreso por la circunscripción de Bizkaia. La lucha que PNV y PP mantenían por la octava acta provincial se decantó del lado de los populares -Bea Fanjul-, dejando finalmente a los jeltzales con seis representantes y evitando que el PP vasco se quedara fuera de la Cámara baja.
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