El PP recupera territorio

Los populares consiguieron el respaldo de más de 95.000 vascos, algo más del 9,22% de las personas que cumplieron en su cita con las urnas. Hace cuatro años se tuvieron que conformar con 35.000 papeletas en lo que supuso un durísimo fracaso, aunque también condicionado por la baja participación por la pandemia. Todavía sigue muy lejos de cifras pasadas -en 2001, con un escenario totalmente distinto, llegaron a convencer a 326.933 votantes- pero poco a poco van recuperando el terreno perdido desde entonces.

El avance del 21-A fue como consecuencia del claro efecto de Álava, donde el PP acumuló cuatro representantes. La experiencia de De Andrés como diputado general del territorio histórico ha sido uno de los grandes reclamos desde que se confirmó como aspirante a lehendakari y eso ha servido para convencer al 16,02% de los censados en la provincia (24.298). En Bizkaia y Gipuzkoa, mientras tanto, los populares mantuvieron su posición con dos y una parlamentaria, respectivamente.

La campaña del PP buscaba recuperar a los simpatizantes que les habían dado la espalda en los últimos años, pero sobre todo quería captar a todos aquellos «decepcionados» con la actual gestión del PNV y del PSE al frente del Gobierno vasco. Y al final se lo 'arrebató' a los jeltzales, que han sido el principal destinatario de sus críticas por la «nefasta» actual situación de la Sanidad, la Educación, la Seguridad y el sistema de ayudas sociales.

Pero la segunda meta de los populares era condicionar las políticas del próximo Gobierno vasco y, a la espera de que se confirmen los resultados del recuento definitivo de los votos de los residentes en el extranjero, será más complicado por la mayoría absoluta que suman entre el PNV y el PSE. «Nuestros escaños van a condicionar la política vasca», repetían anoche conscientes de que esta legislatura se buscarán consensos más amplios y sobre todo teniendo en cuenta que jeltzales y socialistas seguirán necesitándoles en las diputaciones de Álava y Gipuzkoa, por ejemplo, para sacar adelante la reforma fiscal que se ha anunciado para finales del presente ejercicio.

De Andrés logró 'tapar' la incesante fuga de votos que habían registrado en los últimos tiempos y eso, pese a lo que marcaban todas las encuestas, no fue a costa de una caída de Vox. Amaia Martínez mantuvo su escaño y a ambas formaciones les tocará compartir protagonismo para ser el referente de la derecha no-nacionalista en Euskadi durante los próximos años.

No se puede olvidar que este avance llega respecto a un escenario que en 2020 era caótico después de que Pablo Casado cesase de forma fulminante a Alfonso Alonso y Carlos Iturgaiz tuvo que asumir el puesto de candidato de una coalición con Ciudadanos que les restó protagonismo. A diferencia de entonces, el actual presidente nacional del PP ha resultado un activo importante. Alberto Núñez Feijóo ha visitado la comunidad autónoma en cinco ocasiones durante las dos semanas de campaña. Aun así, el objetivo del equipo de Javier de Andrés ha sido centrar el discurso en Euskadi y no perderse en polémicas exteriores, aunque una clara actitud crítica con el presidente Pedro Sánchez y sus pactos con EH Bildu.

El nuevo grupo parlamentario contará con caras conocidas como Laura Garrido o Muriel Larrea, pero suma a activos importantes como Ainhoa Domaica (hasta la fecha portavoz en el Ayuntamiento de Vitoria) y la actual juntera Ana Morales.