Los candidatos por Bizkaia admiten que la dificultad de pactar condiciona obras como el TAV

Cómo incluir la denominada agenda vasca en un escenario político agitado y con un Congreso fragmentado fue uno de los ejes centrales de un foro moderado por las periodistas Olatz Barriuso y Marta Madruga, y en el que tomaron parte Aitor Esteban (PNV), Patxi López (PSE), Roberto Uriarte (Elkarrekin Podemos), Oskar Matute (EH Bildu) y Bea Fanjul (PP). Fue la representante popular la que puso el énfasis en el Tren de Alta Velocidad. En los retrasos que acumula uno de los proyectos estratégicos para País Vasco. De esas demoras culpó en gran medida al PNV porque, a su juicio, la llegada del TAV no «le interesa». «Esto es el mundo al revés. Lo que me costó que se firmaran algunos compromisos», respondió airado Esteban, poniendo la pelota en el tejado de los socialistas al asegurar que, por ejemplo, se está aplazando el proyecto de acceso a Bilbao.

A partir de ahí se inició un rifirrafe entre el representante jeltzale y Patxi López. «Cuando gobernaba Ibarretxe paralizó el TAV. Quienes desbloqueamos el tema fuimos nosotros», aseguró el exlehendakari. De hecho, el candidato del PSE quiso matizar qué es la agenda vasca, un concepto que suele utilizar el PNV para definir los temas que presenta en el Congreso. Pero para López es mucho más. «Hay que asegurar el sistema público de pensiones, subir las mínimas, derogar las partes más lesivas de la reforma laboral... Esto es agenda vasca y también española y europea», recalcó López para subrayar que todo pasa por conformar un Gobierno presidido por Pedro Sánchez.

No fue el único que puntualizó qué es la agenda vasca. «Hay que impedir que a nuestros estudiantes se les dejen con menos cuantía de becas. Tenemos que hablar de emergencia climática porque a las generaciones posteriores les estamos dejando un planeta devastado y un mercado laboral cainita», afirmó Matute apuntando hacia el lado social. Uriarte fue incluso más allá. «Las decisiones importantes se toman en Bruselas», recordó el candidato de Elkarrekin Podemos.

Pero todo –inversiones, pensiones, proyectos– depende de si se logra formar un ejecutivo estable tras el 10-N. Y no está nada claro. Por eso la sombra de otras elecciones no desaparece. ¿Qué consecuencias tendrían? «Nos tendríamos que ir todos a casa», se sinceró López.

El debate demostró que el escenario político sigue envuelto en una nebulosa. Con unas posiciones similares a las que se han mantenido durante los últimos meses, los candidatos vizcaínos no fueron capaces de resolver la gran incógnita: cómo se evitará que suceda algo parecido a lo que ha pasado en los últimos meses.Y ahí todas las miradas se fijaron en López y Uriarte. No hubo mucha autocrítica. Más bien fue un cruce de reproches.

El candidato del PSE aseguró que tras el 28 de abril «alguien no midió la fuerzas», en alusión a PabloIglesias, e incidió en que al líder de Podemos se le plantearon varias ofertas. La respuesta de Uriarte no se hizo esperar. Acusó a Pedro Sánchez de querer «alterar las reglas de juego» después de pedir que se deje gobernar a la lista más votada y aseguró que desde el 28-A no ha dejado de trabajar para «tender puentes».

Desde la distancia, Esteban y Matute marcaban posiciones. El diputado del PNV añoró una cierta «capacidad de estadista» en las partes implicadas, mientras que el de EH Bildu advirtió del «riesgo latente de que las derechas puedan gobernar». Frente a todos ellos se situó Fanjul. Cargó contra Sánchez, contra la izquierda y situó al PP como la única fuerza que no pactará con el PSOE. «Somos la única alternativa». Fue ahí donde sus oponentes sacaron a relucir los acuerdos con Vox en varias autonomías. «Es un partido constitucionalista más», aclaró Fanjul, quien se esforzó en subrayar que su socio «preferente» es Ciudadanos y que la formación de Santiago Abascal no comparte tareas de gobierno con el PP en ningún lugar de España. A lo que López contexto que lo que sí hace es influir en las políticas del PP.

Cataluña también marcó las diferencias. La salida al conflicto enfrentó a los cinco candidatos. Todos rechazaron las imágenes que se han visto en los últimos días, las barricadas, los enfrentamientos... Matute, eso sí, consideró que la violencia es producto del «fracaso de la política» y puso el foco sobre la Policía.

Esteban, López y Uriarte coincidieron, con matices, en la necesidad de acercar posturas y «moverse» para solventar la crisis. El cabeza de lista del PNV aseguró que hay un «problema nacional» en Euskadi y Cataluña y defendió el derecho a decidir, el del PSE apostó por la «ley y el diálogo», mientras que el de Elkarrekin Podemos miró hacia la 'ley de claridad' aprobada en Canadá para regular la situación de Quebec.

Y, cómo no, se habló de Franco. «La exhumación estuvo bien, pero no cómo se hizo», lamentó Esteban.