El PSE busca hacer alcaldesa a Etxebarria pero necesita los votos de PP o Podemos

El PSE está convencido de que puede recuperar la Alcaldía de Vitoria 16 años después. La formación socialista ultima la presentación de la candidatura de Maider Etxebarria para una eventual investidura el próximo 17 de junio y desplazar a EH Bildu, ganador de las elecciones el 28-M. La dirección del partido de la rosa observa en Vitoria un atractivo contrapeso al varapalo que ha sufrido a nivel de España. Además, cree que la figura de la teniente de alcalde ha quedado muy reforzada, tras esquivar el severo correctivo que ha sufrido el PNV, con quien ha compartido gobierno en los cuatro últimos años.

Pero para presentarse con garantías, deberá resolver dos cuestiones. Una, más solvente, tiene que ver con el tiempo. La segunda es más compleja y está relacionada con las matemáticas. El PSE necesita sumar 8 concejales más para garantizarse la mayoría absoluta en el Pleno y apartar a EH Bildu. Los socialistas confían en que el PNV les devuelva el apoyo. No tanto por cuentas pendientes, haber dado estabilidad a Gorka Urtaran, sino por el escenario que se les presenta a ambas formaciones en plazas como Gipuzkoa, donde el auge de EH Bildu ha dado un vuelco al escenario.

Desde la formación socialista se mantienen prudentes y, de hecho, Etxebarria no se ha postulado en público como futura alcaldesa. No quiere dar un paso en falso sin tener garantizados los apoyos que pueden darle la makila. En lo que sí coinciden los portavoces municipales es en que se presenta un escenario «atractivo» en el que al menos intentar asaltar la presidencia del Pleno.

Pero nacionalistas y socialistas sumarían 12 de los 27 concejales que forman la Corporación de la capital alavesa. Es decir, necesitarían dos más. En este escenario surge Elkarrekin Podemos, justo con dos representantes. Sin embargo, el grupo morado siente una mayor afinidad con EH Bildu, por mucho que en la última legislatura se haya convertido en el socio preferente de PNV y PSE. De hecho, Podemos y los abertzales forman gobierno, por ejemplo, en Durango.

Y la otra llave maestra está en manos del PP, que se siente respaldado al lograr un edil más y, sobre todo, confirmar el 'sorpasso' al PNV. Esto hace que los conservadores no vendan barato su voto, aunque hayan reiterado durante la campaña que harían «cualquier cosa» para evitar que la izquierda abertzale ocupe el sillón principal del Pleno. La noche del sábado, Ainhoa Domaica lanzó un mensaje de «tranquilidad» en este sentido. Las peticiones pueden pasar por fuertes modificaciones del BEI, una mayor seguridad y nuevas soluciones al tráfico.

Pero estas negociaciones no sólo afectan a Vitoria. El PP necesita entenderse con el PNV para evitar que los nacionalistas y abertzales arruinen su victoria en Laguardia y Labastida, dos feudos muy representativos de Rioja Alavesa.

El PSE necesita por tanto resolver el galimatías en los próximos días, ya que si no surge un pacto que sume 14 concejales, la Alcaldía pasaría de forma automática en EH Bildu, por ser la lista más votada. Fue lo que sucedió en la última legislatura con Gorka Urtaran, que se quedó a un edil de la mayoría con el PSE, pero la falta de una entente de mayor fuerza convirtió al jeltzale en el último alcalde.

Tampoco hay que perder de vista el escenario de Madrid, donde EH Bildu se ha convertido en un socio clave del Gobierno de Pedro Sánchez. No obstante, parece poco probable que los abertzales y los socialistas alcancen un acuerdo para dirigir la capital alavesa, y menos con las elecciones generales a la vuelta de la esquina.

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