Los alaveses, preocupados por el bolsillo, la sanidad y el tráfico

Ahora que expira una legislatura marcada primero por la crisis del coronavirus que puso patas arriba todas nuestras estructuras y después por la guerra en Ucrania, el estudio sociopolítico refleja que la actividad económica y el empleo suponen el principal problema para los alaveses. Parece lógico que sea así en un contexto tan delicado y más en una provincia que tiene la economía más industrial de Euskadi, con un peso del 33,1% del PIB: es, precisamente, el sector que menos puestos de trabajo crea frente al de servicios y muy en concreto la hostelería.

El caso es que, pese a ocupar la primera posición, el tema de la economía y el empleo supone el principal problema de Álava 'sólo' para el 24% de los alaveses. Una encuesta preelectoral, idéntica, de hace cuatro años, reflejaba un dato muy superior: el asunto económico preocupaba en primer lugar al 42% de los ciudadanos en 2019. La caída es de casi 20 puntos.

La sanidad ni siquiera estaba a comienzos de la pasada legislatura entre nuestras cinco grandes preocupaciones y ahora es la segunda, con el 20%. Esta escalada se explica por el cambio de percepción que provocó la pandemia, que nos hizo más conscientes que nunca de la importancia vital de la sanidad. La erosión de Osakidetza tras la crisis sanitaria también tiene su reflejo en la encuesta. El 40% sigue valorando de forma positiva al servicio público de salud, hasta no hace tanto la joya de la corona del sistema vasco de bienestar. Pero ya hay un tercio de alaveses que suspende el servicio aunque, en general, se sigue llevando una nota general bastante positiva, de 5,7, mientras que en la vecina Bizkaia alcanza el 6,2. Aquí, son los más mayores pero también los más jóvenes los que más aprecian la labor de Osakidetza.

El transporte y los aparcamientos y el tráfico ocupan la tercera y la cuarta posición entre los problemas más acuciantes y el acceso a la vivienda, uno de los grandes temas de esta campaña en buena parte de España (sin ir más lejos, en Gipuzkoa es ya el principal problema), sube de forma exponencial con respecto a 2019: antes era una preocupación para el 5% de los alaveses y ahora lo es para el 17%. En este tiempo, el mercado del alquiler, raquítico en la capital pero también en el resto de municipios, ha experimentado espectaculares aumentos de precios. El piso que hace cuatro años costaba 600 euros al mes, ahora pasa de los 800. Normal que la gente ande acogotada con el tema.

Hay que descender a la séptima posición, por detrás de la limpieza, para encontrar a la delincuencia como problema. Lo es para el 15% de los encuestados. Es cierto que el porcentaje ha crecido un 5% si se echa la vista cuatro años atrás, pero resulta llamativo que el asunto de la percepción de inseguridad sea para los alaveses infinitamente menos preocupante que para nuestros vecinos vizcaínos.

En Bizkaia este es ya el principal problema que señalan los encuestados por encima de cualquier otro y alcanza el 25%, diez puntos más que aquí. El aumento de robos con violencia y las agresiones sexuales registradas en Bilbao pero también en Barakaldo, Getxo y Basauri explican que uno de cada cuatro vizcaínos citen el miedo a la delincuencia como su principal quebradero de cabeza.

De nuevo en casa, entre las diez principales preocupaciones se cuela la situación de la cultura, el ocio y el deporte por encima de la educación. Llama la atención que la inmigración, que antes ocupaba el quinto lugar, haya caído al duodécimo, del 10% a apenas el 6%. Una muestra obvia de que la sociedad alavesa es cada vez más diversa y tolerante.