El conflicto en las plantas alavesas del grupo Tubacex puede eternizarse tras cumplirse 205 días de huelga total. Un paro que se inició tras la decisión de la empresa de presentar un ERE para recortar la plantilla en 129 puestos de trabajo y tras haber ... fracasado los intentos de negociación de un recorte generalizado de salarios. La dirección de la compañía reiteró ayer que su decisión es dejar que el Tribunal Supremo se pronuncie sobre los despidos, después de que el Tribunal Superior del País Vasco diese la razón a los sindicatos y declarase nulos la totalidad de los despidos. Hasta el momento 35 trabajadores han aceptado abandonar la empresa mediante un acuerdo: 13 de ellos prejubilados y el resto con una indemnización. Con ello, la cifra de despidos vinculados al ERE quedaría fijada en 94.
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La retirada del recurso se ha esgrimido desde los sindicatos como condición para volver al trabajo, pero la empresa sostiene que «no se puede renunciar a una vía legal», aunque sea la que precisamente ha dado más fuerza a la reinvindicación de la plantilla. La sentencia del Superior vasco estimó que la crisis de la empresa está vinculada a la pandemia -lo que choca con la prohibición de despedir establecida por el Gobierno-, mientras la compañía defiende que la situación de estas plantas es «estructural» y sus problemas se arrastran desde años atrás como consecuencia del descenso de la demanda.
Retorno de la plantilla
Portavoces de Tubacex añadieron ayer que la empresa ha cumplido de forma rigurosa con las obligaciones impuestas por la sentencia que declaró nulos los despidos. Así, indicaron que los trabajadores afectados por el ERE han sido dados del alta en la Seguridad Social con carácter retroactivo desde la fecha de la sentencia. Lo mismo sucede en relación a sus percepciones salariales -tienen derecho a cobrar el sueldo íntegro desde ese mismo día-, aunque cinco de los afectados han comunicado a la empresa su deseo de que se les considere en situación de huelga.
La compañía asegura que el 80% del grupo está activo por las plantas que tiene fuera de España
caPACIDAD DE PRODUCCIÓN
La dirección de Tubacex apuntó ayer que la recuperación de la demanda de los dos últimos meses es «puntual» y afecta sobre todo a productos que la compañía fabrica fuera de España. En estos momentos, indicaron, el «80% de la capacidad de producción del grupo está activa, ya que las plantas de Álava representan tan sólo el 20%». En este contexto de debilidad de la demanda de tubos sin soldadura, la firma ha defendido la necesidad de proponer un ERTE, que comenzaría el 11 de septiembre y se extendería hasta finales de año. La suspensión temporal propuesta afectará al 70% de la jornada y a la totalidad de la plantilla de las plantas de Llodio y Amurrio.
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En declaraciones a Radio Euskadi, el presidente del comité de empresa, Eduardo Ibernia, señaló que la negociación del ERTE puede ser «un primer paso» para normalizar la situación de la empresa, pero insistió en la necesidad de que la compañía renuncie a los despidos y con ello a acudir a los tribunales para defender el ERE.
El comité ha anunciado varias movilizaciones, que se iniciarán hoy ante los juzgados de Amurrio, para continuar el próximo miércoles en Derio frente a las oficinas centrales del grupo, y una marcha dos días más tarde, en la localidad alavesa de Llodio.
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