El grupo Tubos Reunidos cerrará su acería de Trapagaran pero asegura que no habrá despidos

El plan se centra en medidas estructurales, también en una reorientación de productos para abandonar los de menor valor añadido y con demanda decreciente -los que están ligados a las exploraciones de petróleo-, así como inversiones que potencien la rentabilidad de las actuales instalaciones. También contempla una reordenación societaria para fusionar dentro de una misma empresa lo que hoy son tres estructuras mercantiles diferenciadas: Tubos Reunidos; Productos Tubulares, que tiene sus instalaciones en la localidad vizcaína de Trapagaran y Acecsa, en Pamplona, que será clausurada.

Precisamente la medida industrial más relevante se centra el en cierre de la acería que el grupo tiene en Trapagaran y que pertenece a la filial Productos Tubulares. La idea, que ya fue planteada por la empresa en 2018 y que condujo a una huelga de casi mes y medio por parte de la plantilla, se rescata ahora aunque con matices muy diferentes. Así, mientras que entonces se proponía adquirir el acero a proveedores externos, ahora se apuesta por reforzar la capacidad interna del grupo y fabricar esa materia prima en las instalaciones de Amurrio. También aquella operación contemplaba el despido de 157 de los 420 empleados de la filial, mientras que la compañía ha asegurado ahora que no habrá medidas traumáticas. Al parecer, la totalidad del excedente laboral que se puede generar se absorbería con jubilaciones anticipadas, además del traslado de una parte de la plantilla de Trapagarán -también de Pamplona- a Amurrio. Por el momento la empresa no ha desvelado el número de trabajadores del grupo que se podrán acoger a las jubilaciones anticipadas así como los que estarían afectados por traslados.

El plan contempla inversiones por un importe superior a los 60 millones de euros, tanto en Amurrio como en Trapagaran, principalmente en mejoras de digitalización, reducción de las emisiones y ampliación de la gama de acabados de tubos. De esa cantidad, unos 35 millones se destinarían a remodelar la acería del grupo. El argumento esgrimido por la empresa es que en estos momentos cuentan con dos acerías al 50% de capacidad de utilización -algo ruinoso en el sector siderúrgico-, de ahí que se busque la concentración para garantizar la rentabilidad de la producción.

El presidente de la compañía, Francisco Irzusta, ha señalado hoy tras la presentación del plan a los sindicatos que su puesta en marcha «permitirá a Tubos Reunidos mirar al futuro y formar parte de la transición energética, en una economía descarbonizada y donde la sostenibilidad es un pilar de actividad industrial». Irazusta ha destacado la trascendencia de la ayuda que la compañía ha recibido del Estado ya que será clave para poder acometer la transformación de la empresa, para intentar sacarla de la crisis en la que se ha movido en los últimos años.

Fuentes sindicales de la filial Productos Tubulares mostraron este jueves sus reticencias al cierre de su acería. A falta de realizar un estudio más detallado del plan, las mismas fuentes indicaron que ese cierre supone para la filial la «perdida de independencia», al tiempo que compromete la capacidad de producción en el caso de un súbito aumento de la demanda.