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El precio de la gasolina en máximos: ¿subirá más?

Mientras la oferta y demanda de petróleo no se equilibre, «algo que puede no suceder hasta 2022», los carburantes seguirán en precios elevados

Martes, 22 de junio 2021, 02:02

La inflación es una de las amenazas que se ciernen sobre la recuperación económica, una vez pasado lo peor de la pandemia. Este aumento generalizado de precios se observa de forma muy nítida en la energía. La electricidad está en máximos históricos y los ... carburantes no paran de encarecerse desde que el pasado año tocaran suelo por el hundimiento de la demanda. No sólo han recuperado los niveles prepandemia, sino que hay que retrotraerse hasta octubre de 2014 para encontrar una gasolina y un gasóleo tan caros como los que se sirven ahora.

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El litro de gasolina se pagaba en España la pasada semana a una media de 1,37 euros, según datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea. Es un 21,2% más que el año pasado por estas fechas, cuando la demanda aún seguía lastrada por una débil actividad económica. Pero también es superior al precio registrado en junio de 2019, en época prepandemia (+5,40%). Y en lo que va de año se ha encarecido un 14,2%. A principios de enero llenar un depósito de gasolina con 50 litros de capacidad costaba 60 euros, 8,50 euros menos que la pasada semana.

En el caso del gasóleo, la pasada semana se servía en los surtidores a una media de 1,23 euros, 20 céntimos más caro que hace un año (+19,4%), y 14 respecto a la primera semana de este 2021 (+12,8%). Llenar el depósito cuesta ahora 61,50 euros, siete más que a principios de año.

Con estos precios, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha calculado el sobrecoste que asumirá un conductor que viaje unos 20.000 kilómetros anuales respecto a hace un año: 280 euros si utiliza gasolina y 200 euros si se trata de gasóleo.

El encarecimiento de los carburantes se explica por el aumento de la cotización del barril Brent de petróleo, el de referencia en esta zona del mundo. El pasado día 16 marcó un máximo de 74,39 dólares, un 45,8% más que el 1 de enero, cuando se pagaba a 51 dólares.

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Aexpensas de la Opep y la demanda

¿Qué pasará en los próximos meses? No es posible controlar el precio internacional del crudo, recordaba recientemente en este periódico Kepa Loizaga, delegado de la OCU en Euskadi. Loizaga denunciaba el famoso 'efecto cohete y pluma' que se produce cuando se encarece el petróleo y los precios de las gasolinas suben casi inmediatamente, pero que en la situación contraria «bajan muy despacio y oscilantes». También destacaba que aproximadamente la mitad del precio de los carburantes son impuestos, por lo que reflexionaba sobre la conveniencia de revisarlos, tal y como se plantea hacer con la electricidad.

Sin embargo, las intenciones del Gobierno se mueven en un sentido totalmente contrario. En el plan de reformas recientemente enviado a Bruselas contempla revisar las bonificaciones de los hidrocarburos utilizados como carburante. El objetivo es «profundizar en el diseño de una fiscalidad verde que contribuya a la sostenibilidad, protegiendo al medioambiente como herramienta de lucha contra el cambio climático». Es decir, subir los impuestos que gravan las fuentes de energía más contaminantes, como son las derivadas del petróleo.

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Otro factor que podría influir de forma indirecta en el precio de los carburantes es el Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE), que asume los costes asociados al régimen retributivo específico de las renovables, cogeneración y residuos (Recore). Un fondo que pretende reducir la factura eléctrica pero que indirectamente puede subir la de los carburantes.

El motivo está en que el coste de esta herramienta -unos 7.000 millones de euros al año- lo asumen en buena parte las empresas comercializadoras de gas y productos petrolíferos. Así, según advierte la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), estas compañías podrían trasladar al menos una parte de ese coste al precio final que pagan los consumidores. Los cálculos del superregulador hablan de un sobrecoste de entre cuatro y seis céntimos por litro en 2025 respecto a los precios actuales.

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La evolución del precio del crudo

En cuanto a la evolución de la materia prima, el crudo, dependerá en buena parte del comportamiento de la demanda y de la estrategia que siga la Opep. Alberto Martín, socio responsable de Energía de KPMG en España, cree que el cártel de productores sólo va a incrementar su producción en unos 3 millones de barriles al día durante este año, mientras que la demanda está incrementándose a un rimo de 5 millones de barriles.

«Por una parte la Opep está muy cómoda con los precios altos y por otra a los productores de 'fracking' no les ha dado tiempo a poner en producción nuevos pozos. Todo ello está reduciendo los stocks y haciendo subir el precio», analiza Martín. Por eso no prevé que hasta 2022 el mercado vuelva a equilibrarse. «En ese año la demanda debería subir otros 3 millones de barriles al día y la producción hacerlo en unos 5 millones hasta recuperar el nivel prepandemia. Hasta entonces debemos prepararnos para un año de precios elevados de la gasolina», añade.

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