Dónde invertir los ahorros cuando llega la jubilación

La primera duda es qué hacer con el plan de pensiones, cómo rescatarlo. Aquí hay que conocerse muy bien. Es muy fácil caer en la tentación de ver ese dinero (y sobre todo la rentabilidad que pueda haber generado) como un 'extra', como si lo hubiéramos ganado a la lotería, cuando en realidad básicamente es una parte de nuestros ingresos que dejamos de gastar en su momento para hacerlo ahora.

De modo que fiscalmente puede ser más interesante ante sacarlo todo y rendir cuentas a Hacienda una sola vez, pero si creemos que no vamos a saber administrarlo y no vamos saber decir que no a ese viaje superespecial o a un nuevo coche que en realidad no nos hace falta, es mejor rescatarlo en forma de renta. Es decir, establecer qué cantidad necesitamos sacar de esos ahorros cada mes para completar la pensión pública y conservar (al menos mientras dure el dinero del plan) el nivel de vida previo al retiro..

En cualquier caso siempre hay que tener en cuenta la inflación no descansa. Antes se podía equiparar el incremento de los precios con los intereses generados por productos como los depósitos, pero con los tipos por los suelos esa opción es inviable, de modo que hay batir la inflación implica necesariamente acudir al mercado y asumir riesgos. Pero, obviamente, el peso de estos activos de riesgo ya no puede ser el mismo que antes de jubilarnos.

Por lo tanto, podríamos empezar por dividir nuestro patrimonio en tres bloques. Por un lado, habría que calcular cuánto vamos a necesitar durante los siguientes dos o tres años. Esa parte, habría que mantenerla disponible. Después, invertir de forma conservadora lo que creamos que vamos a usar en un umbral de tres a cinco años. Y, por último, el ahorro que en ningún caso vamos a sacar antes de esos cinco años.

Los fondos de inversión son el instrumento más recomendado por los expertos, tanto por la diversificación que permiten (tanto en activos como en zonas geográficas o nivel de riesgo) como por el hecho de que las ganancias sólo tributan cuando se sale del fondo, pero no cuando se traspasan de un fondo a otro.

Así, por ejemplo, para ese dinero que necesitaremos a partir del segundo o tercer año de retiro lo recomendable sería invertir en renta fija de carácter conservador o en fondos mixtos con un pequeño porcentaje (un 30%) de renta variable. En cambio, lo calculado para después de cinco años se puede destinar a fondos mixtos con un mayor componente de renta variable, aunque también con mucha precaución (no más del 60&) ya que hay expertos que podríamos estar ante el fin de un ciclo económico.