Black Friday: consejos para no caer en las trampas

El caso es que el Black Friday se ha globalizado y además ha ampliado su marco temporal. Ya no sólo se circunscribe a ese viernes: desde el comienzo de la semana, o incluso antes, los consumidores pueden aprovecharse de los millones de productos que los comercios ponen a su disposición con rebajas de precio más o menos sustanciales.

Como cada vez que llegan este tipo de campañas, la asociaciones de consumidores y las plataformas comparadoras de precios dan una serie de consejos para no ser víctimas de fraude y encontrar las mejores ofertas y productos más rebajados. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha publicado un decálogo con los que considera más importantes.

-Comparar es ahorrar. De esta forma se puede encontrar el mismo producto a precios muy diferentes. A veces, subraya la asociación, existe un producto mejor que puede salir más barato. O, al menos, con mejor relación entre calidad y precio. Dado que cada vez es más difícil orientarse por el laberinto de ofertas y descuentos, la OCU pone a disposición de los consumidores su comparador.

-Junto al precio rebajado del producto siempre ha de figurar o el precio original o el porcentaje de la rebaja. O ambas cosas.

-Son rebajas, pero no por ello dejan de existir las mismas garantías de siempre. Por ejemplo, si compras en persona sólo están obligados a devolverte el dinero si el producto tiene algún defecto de fábrica. Si te arrepientes o te equivocas, los comercios no tienen la obligación de devolverte nada. No obstante, muchos de ellos tienen políticas de devolución, de manera que si devuelves un producto te dan un vale por el mismo precio para gastar en ese establecimiento.

-Los productos rebajados han de tener la misma calidad de siempre. No se pueden vender artículos defectuosos con descuento.

-Los comercios pueden aplicar en las rebajas una serie de condiciones especiales, como no aceptar el pago con tarjeta o cambiar su política de devoluciones. Pero tienen que anunciarlo de forma clara y visible para que todos los clientes lo vean.

-El tique o factura es imprescindible a la hora de reclamar. Por eso hay que conservarlo siempre.

-Los comercios están obligados a dar la hoja de reclamaciones cuando el cliente la pide. Hay que rellenarla en tres copias: una para el consumidor, otra para el comercio y otra que el cliente deberá presentar en la Oficina de Consumo correspondiente.

-En cuanto a las compras por internet, hay 14 días para devolver el producto sin dar explicaciones. El consumidor debe recibir todo el dinero pagado. Para las compras 'online' lo más aconsejable son las tarjetas prepago, una tarjeta de crédito o Paypal. Mejor no hacer transferencias bancarias si uno no se fía plenamente del vendedor.

-Es recomendable hacer una lista meditada de lo que se necesita. Y, de nuevo, comparar, antes de hacer ningún gasto impulsivo.

-No es chollo todo lo que reluce. La OCU sigue, desde hace un par de años, la evolución de precios desde antes del Black Friday. Revisa los de cientos de productos a la venta en las principales tiendas 'online' para comprobar si las rebajas anunciadas son reales o si se hinchan en los días previos para bajarlos posteriormente. La conclusión es que, en conjunto, las promociones del Black Friday «no son para tanto».