Talgo vuelve pierde un 6,17% en su vuelta a los mercados a la espera de la OPA húngara

La compra del 100% de la compañía que negocia el grupo húngaro DJJ por unos 615 millones de euros es la causa de las últimas alteraciones. La inminencia de la operación desató el pasado jueves una revalorización de la acción del 9% en menos de una hora. Ante los rumores e informaciones que avanzaban la compra, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) optó por suspender la cotización de Talgo.

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Lucas Irigoyen

Andras Tombor, el responsable del grupo industrial húngaro, confirmó el pasado viernes al regulador su interés en comprar el fabricante de trenes que tiene una planta y 700 empleados en Euskadi por cinco euros la acción. El obstáculo que ha ralentizado la notificación de la OPA es que el regulador no permitió su registro condicionado al acuerdo con los bancos. Y es que DJJ trabaja para mantener las mismas condiciones de financiación sobre la deuda que tienen los actuales dueños de Talgo. Una negociación con la banca para que no haya cambios, aunque varíen los propietarios y que todavía está abierta.

El 40% de Talgo es controlado a través de una sociedad por el fondo británico Trilantic, el presidente de la empresa, Carlos de Palacio, y Juan Abelló. Trilantic tiene interés en cerrar una venta de su participación porque ya ha cerrado el ciclo de la inversión. El 60% restante se reparte entre la familia Torrente Blasco, un 5,04%, Seguros Santa Lucía, con un 4,91%, y un 51% en el mercado bursátil.

Andras Tombor, que fuera asesor del presidente de Hungría, Viktor Orbán, ha construido un grupo empresarial con el baluarte ferroviario húngaro Magyar Vagon, que agrandó con la compra de las instalaciones en su país del fabricante ruso de trenes TMH. Además, cuenta también con la principal aeronáutica checa, Aero Vodochy.