Los sindicatos del metal de Álava harán más huelgas si la patronal no sube salarios y reduce las jornadas

Las centrales sindicales redoblarán sus movilizaciones tras el verano (ya hay organizadas tres huelgas entre el 21 y 23 de septiembre) si la patronal SEA-Empreas Alavesas no presenta en la reunión del próximo 8 de julio una plataforma «mejorada y con contenido», reclaman. «Hay que seguir saliendo a la calle, la gente cada vez está más concienciada y se está animando», ha asegurado Ioritz Iglesias, del sindicato ELA. Este sindicato junto a LAB, ESK, CC OO, USO y CGT han organizado esta convocatoria -UGT la apoya- a la que se han sumado comités de diferentes industrias alavesas en huelga o con conflictos abiertos. Hasta siete pancartas de los comités de Mercedes Benz, SDA Factory, CIE Gameko, Laminaciones Arregui, UGO, Olazabal y Huarte y Burulan se podían ver al inicio de la movilización que ha partido desde la plaza Bilbao.

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El seguimiento de la huelga en el sector del metal «está siendo bastante amplio», han asegurado portavoces sindicales, aunque desde la patronal alavesa señalan que la respuesta de los trabajadores a la huelga «está teniendo una incidencia casi nula» y la cifran en el 8%. Estos datos no se pueden extrapolar a Mercedes, porque este jueves y por segundo día consecutivo han parado el 95% de los trabajadores de los talleres. «La plantilla está lanzando un mensaje claro a la dirección. Quiere mejorar sus condiciones laborales y un convenio digno. Y la empresa tiene que sentarse a negociar», ha dicho Roberto Pastor, portavoz de CC OO en Mercedes.

La manifestación del metal debe suponer, según sus convocantes, «un punto de inflexión» a la hora de reivindicar mejoras que también pasan, además de por aumentos salariales y bajadas de jornada, por medidas contra el fraude en la contratación, la limitación de la temporalidad y la flexibilidad, medidas para conseguir una «igualdad real efectiva» y para garantizar la salud laboral y mejoras en los permisos. Pero hasta la fecha la patronal SEA ha adoptado una posición «inmovilista y pasiva», ha denunciado Ibai Intxaurrondo, de LAB. Por este motivo, «muchos trabajadores de diferentes empresas han salido a la calle y se han unido a la reivindicación sectorial del metal», ha añadido.