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luis ángel gómez
Homenaje a la resistencia empresarial y una llamada «a no tener miedo»
Premios Euskadi Avanza

Homenaje a la resistencia empresarial y una llamada «a no tener miedo»

El presidente de CIE Automotive, Antón Pradera; Mercedes, Globe Testing y Ternua han sido los galardonados en esta quinta edición

el correo

Lunes, 28 de febrero 2022, 17:39

Con los premios 'Euskadi Avanza', EL CORREO y Banco Sabadell reconocen la decisiva contribución de los empresarios al País Vasco. En esta quinta edición los galardonados son Mercedes, enseña en un sector capital como es la automoción; Antón Pradera, cabeza visible de Cie Automotive, una de nuestras principales multinacionales; Ternua, una empresa íntimamente ligada a la economía circular; y Global Testing, una tecnológica con sello vasco

  1. PREMIO PYME DEL AÑO | Ternua

    Ropa sostenible mucho antes de que se pusiera de moda

Juan Luis Lasa, presidente de Ternua. Luis ángel Gómez

ZIGOR ALDAMA

Ser sostenible cuesta mucho más de lo que parece. Y es algo que debería surgir de los propios valores de la empresa». Juan Luis Lasa no oculta que hay mucho márquetin en la etiqueta de la sostenibilidad, pero reconoce que «es mejor que se adopte por una estrategia meramente comercial que no hacerlo». No es el caso de la empresa que preside: Ternua nació de la mano de los hermanos Uribesalgo con el reciclaje o la economía circular ya en su ADN en 1994, mucho antes de que la sostenibilidad estuviese de moda.

Lasa se puso al timón de la compañía en 2009, convencido de que podía convertir a Ternua en un éxito global de la moda deportiva. Y vaya si lo ha conseguido: la cola de ballena enmarcada en un círculo se ha convertido ya en un emblema de Euskadi que adorna medio millón de prendas al año y que compite con los gigantes del sector gracias a su apuesta por la tecnología y la sostenibilidad, algo que se aprecia en iniciativas como las prendas de vestir que confecciona a partir de redes de pesca o de ropa que las lavanderías van a tirar.

Lasa señala que el objetivo de la marca es «alcanzar el 100% de la producción con materiales reciclados», algo que aún no es posible, pero recuerda que la responsabilidad con el planeta es compartida con el consumidor. «En Estados Unidos la gente viste cada prenda una media de solo 32 veces. En Europa son menos de 60», señala, recalcando que las empresas deben producir ropa más duradera, sí, pero que sus clientes deben comprometerse a vestirla durante más tiempo y reciclarla al final de su vida útil. «Esto es más sencillo con la ropa deportiva que con la moda urbana», admite. «Y es posible que, debido a nuestro contacto con la naturaleza, en Euskadi estemos más concienciados», añade.

Ternua es la muestra de que conciencia y negocio no están reñidas. «Creamos Ternua Group en 2014 y pusimos en marcha varias adquisiciones», explica el directivo. La primera fue la compra de la marca de calcetines técnicos Lorpen en 2015. «Invertimos más de un millón de euros en la fábrica y ahora producimos un millón de pares», cuenta. Cuatro años después adquirieron la afamada marca Loreak Mendian, y en 2021 llegó Ternua Workwear. «Hemos completado así tres pilares: equipamiento deportivo, ropa laboral y moda urbana», enumera. Así, el grupo Ternua suma ya 180 empleados con los que el año pasado facturó 28,8 millones de euros, una cifra que espera llevar en 2022 a los 33 millones y a los 50 millones en 2026.

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  1. PREMIO TRAYECTORIA | Antón Pradera

    El sueño cumplido de crear una gran compañía a partir de un pequeño taller

Antón Pradera, presidente de Cie Automotive. LUIS ÁNGEL GÓMEZ

MANU ÁLVAREZ

El resultado de su gestión al frente de Cie Automotive representa valores y objetivos que la industria vasca ha perseguido durante años, aunque no siempre con éxito. Ha demostrado que una empresa puede ser grande y al mismo tiempo mantener el arraigo en el País Vasco, entendido como el lugar en el que está ubicado el cuartel general de la compañía y también una parte de sus intereses económicos. También que se puede conjugar de forma permanente el verbo 'comprar', frente a la costumbre de los últimos años que se inclina por el infinitivo 'vender'. Y todo ello en un sector tan rabiosamente competitivo como el del automóvil y mientras se insiste en una estrategia que todos los expertos identifican como la clave para superar uno de los problemas del entramado empresarial vasco: la ausencia de tamaño empresarial.

Pradera ha pilotado desde 1996 un proyecto singular, que nació con la creación de una sociedad de nombre enrevesado -Instituto Sectorial de Promoción y gestión de Empresas, INSSEC-, que sembró su germen con la toma de control de Industrias Egaña. Una pequeña empresa de la localidad vizcaína de Zaldibar, con apenas un centenar de trabajadores, que se convertiría así en la base sobre la que edificar un sueño. Apenas un cuarto de siglo después, ese sueño se ha convertido en una compañía que destaca en Bolsa con un valor superior a los 3.000 millones de euros; que tiene un centenar de centros de producción repartidos en 17 países y que se ha convertido en uno de los campeones nacionales en el sector de la automoción. Aquel centenar de personas de Egaña se ha convertido hoy en una plantilla de 25.000 personas.

Al igual que el resto de empresas fabricantes de componentes para automoción, Cie Automotive se ha visto obligada a invertir allí donde las compañías automovilísticas tienen sus principales plantas de producción. Pese a ello, ha preservado el control de la tecnología y también el mantenimiento de los centros de decisión en el País Vasco. Si hay que escoger un modelo a imitar para el resto de compañías vascas, el que ha pilotado Antón Pradera roza la excelencia.

Su apuesta ha estado alejada de esa moda que parece haberse impuesto en el mundo de los negocios, donde se premia en exceso el beneficio a corto o medio plazo y se desprecia el largo plazo. Eso que ahora se define como sostenibilidad. Un rumbo que es vital para garantizar la supervivencia de empresas industriales y que constituye el mejor antídoto contra la deslocalización. Uno de los peligros de la globalización.

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  1. PREMIO EMPRESA DEL AÑO | MERCEDES

    Así se pasa de 'la pequeña maravilla' a la furgoneta eléctrica en setenta años

luis ángel gómez

JOSÉ V. MERINO

Ha llovido mucho desde que en marzo de 1954 salió a la calle la primera furgoneta DKW 'made in Vitoria'. 'La pequeña maravilla', como se le llamaba, iba, cuando se pisaba a tope, a 80 por hora, y su primer propietario fue Ramón Delgado, de Madrid, según los registros del Ministerio de Industria de la época.

Entonces, la fábrica se llamaba Imosa. Luego, ya convertida en Mevosa, llegó el motor diésel. Y en los últimos años ha sido el Grupo Mercedes-Benz quien ha pilotado el rumbo, el buen rumbo, de la Mercedes vitoriana, esa empresa donde como es tan grande, con cerca de 5.000 empleados directos, cuyo efecto llega a otros 30.000 indirectos y a 600 proveedores, pues todos conocemos a alguien: a un padre, a una hermana, a una cuñada, a un tío...

Al amparo de la marca de la estrella, la fábrica ha transitado por caminos exitosos. Aquel bienio mágico, el de 1987-1989, cuando estábamos preparando las Olimpiadas, supuso el fin de los números rojos, el aumento de la fabricación, las exportaciones, las inversiones multimillonarias con cifras mareantes. Y el comienzo de la Vito en 1995, que irrumpió con fuerza en el mercado, que arrancó el turno de noche y que puso a Vitoria en todo el mundo porque la furgoneta se llamaba como la ciudad. No hay muchos casos similares de simbiosis semejante.

Pero como en cada década, más o menos, hay una crisis, y la crisis acostumbra a cebarse en la automoción, Mercedes también ha tenido que circular por carreteras llenas de baches e incluso socavones. Aquellos muy malos momentos de 2009, con regulaciones de empleo, el posterior convenio colectivo salvador de 2011.... Y así hasta 2014, con el lanzamiento de otro modelo llamado a hacer historia, el monovolumen Clase V, con lo que Mercedes convirtió a la fábrica alavesa en su centro mundial de furgonetas de lujo.

Ahora estamos ya en otra fase, la eléctrica. Nos parece muy nueva, algo revolucionario. Pero lo cierto es que en 2011, hace la friolera de once años, Mercedes-Benz Vitoria ya entregó a otra firma vasca, Eroski, el primer vehículo eléctrico en serie del mundo. Y en esta otra fase, cómo no, hay problemas. Otra crisis, esta vez la provocada por el coronavirus, con su rosario de falta de suministros, de esos chips que vienen de fuera y que no llegan a tiempo. En este momento, con la idea de fabricar más de 158.000 furgonetas, otro récord, Mercedes-Benz Vitoria se está reinventando. Es lo que lleva haciendo en los últimos setenta años. Una reinvención clave para Euskadi. Larga vida al automóvil.

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  1. PREMIO NOVEL | Eneritz Zubizarreta

    Talento femenino para acabar con la desigualdad en la tecnología

LUIS ÁNGEL GÓMEZ

JORGE BARBÓ

Ada Lovelace está considerada como la primera mujer programadora de la historia. Matemática, ella sembró ¡a mediados del siglo XIX! el primarísimo germen de la computación con su 'máquina analítica', una suerte de calculadora llamada a revolucionar el mundo. Sin embargo, su labor quedó silenciada durante largo tiempo: para que la tomaran en serio, tuvo que firmar con sus iniciales. Lovelace abrió un camino en el pedregoso mundo de la informática, el mismo que siguieron referentes como Grace Murray Hopper (que creó el primer lenguaje complejo de ordenador), Margaret Hamilton (suyo fue el 'software' con el que fue posible enviar al primer humano a la Luna), Radia Perlman, Frances Bilas Spence, Jean Jennings Bartik... Todas esas pioneras abrieron el camino a mujeres como Eneritz Zubizarreta (Vitoria, 1986), cofundadora de la tecnológica Globe Testing, una de las firmas más prometedoras del ecosistema de la innovación de Euskadi.

Según un reciente informe de la consultora Pearson, en España solo hay una mujer por cada nueve desarrolladores informáticos. Cuando Eneritz estudiaba Ingeniería Informática en la Escuela de Ingenieros de Vitoria, ya pudo comprobar esa tremenda brecha. Y la ha constadado a la hora de captar talento en su empresa, Globe Testing, que junto a otros dos socios puso en marcha en 2014 en el Parque Tecnológico de Álava, en Miñano.

La firma está especializada en la realización de pruebas de software. Vaya, traducido, que se dedica a hacer una especie de 'itv' previas a webs y apps para que funcionen de forma correcta, sin los molestos errores inesperados y esos típicos cuelgues que desesperan a los usuarios. La idea funcionó. Y muy bien. En poco tiempo pasó de tres a 90 trabajadores. Ahora Zubizarreta ha dado el salto y Globe Testing ha pasado a estar integrada en Izertis, una gran empresa asturiana que, en la práctica, funciona como una suerte de 'cluster' de la innovación con implantación en más de 50 países y con más de 1.000 trabajadores. Su firma mantiene su esencia, seguirá operando desde Álava, pero bajo el paraguas de un grupo tecnológico potente.

En paralelo, Eneritz participa en proyectos de investigación sobre 'testing' en blockchain y en el internet de las cosas y está enormemente comprometida con el fomento de las vocaciones científicas entre las niñas a través del programa Inspira Steam. Para que el camino que inició Ada Lovelace nunca entre en vía muerta.

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