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Aunque no figuraba en el plan presupuestario remitido por el Gobierno a Bruselas, el presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), José Luis Escrivá, reveló ayer que el Ejecutivo de Pedro Sánchez le ha trasladado a este organismo su intención de subir entre ... un 10% y un 12% la base máxima de cotización de los salarios a la Seguridad Social por contingencias comunes en 2019. Una medida con la que se pretendería recaudar entre 1.000 y 1.100 millones de euros adicionales para la financiación de las pensiones.
Esta iniciativa afectaría a unos 100.000 vascos que se calcula cotizan ahora mismo por esa base máxima, la que se aplica sobre salarios superiores a los 45.644 euros brutos anuales, y que sufrirían un recorte de unos 20 euros mensuales en sus nóminas.
Escrivá hizo este sorpresivo anuncio durante su comparecencia ante la Comisión de Presupuestos de la Cámara Baja para emitir su valoración sobre el Plan Presupuestario 2019 del Gobierno. Fuentes no oficiales relacionan esta subida con la carta recibida de Bruselas por el Ejecutivo la pasada semana, en la que la Comisión Europea pedía aclaraciones sobre las Cuentas y advertía a España del riesgo de incumplimiento del objetivo de déficit público. Con esta inyección adicional de al menos 1.000 millones, el Gobierno podría cumplir sus previsiones de ingresos recogidas en el plan presupuestario y su estimación de déficit del 1,8% para el próximo año.
3.803,7 euros es la base máxima de cotización por contingencias comunes, a la que se le aplica un pago del 28,3%.
45.644 euros brutos/año es el salario a partir del cual se cotiza por la base máxima. Los que excedan se verían afectados por la subida.
2.615 euros mensuales es la cuantía de la pensión máxima fijada para este año que se puede llegar a cobrar.
36.609 euros es la pensión máxima anual que se puede percibir al cobrar 14 pagas anuales.
Las bases de cotización son la referencia que toma la Seguridad Social para calcular cuánto tienen que pagarle los trabajadores y los empresarios. Esa base, en realidad, se calcula en relación al sueldo del trabajador y figura en las nóminas de todos los asalariados. Pero tiene límites. En 2018 el límite salarial inferior es de 858,6 euros al mes y el superior, de 3.803,7 euros mensuales. Cuando un trabajador gana más de ese tope máximo, que multiplicado por 12 mensualidades da como resultado 45.644 euros brutos al año, no tiene que cotizar por la cantidad que supere esa cifra, sino que el 28,3% de descuento que se aplica sólo se imputa a ese tope máximo.
Al elevar un 10% esa base, el Ejecutivo incrementa también la cuantía que tienen que pagar aquellas personas que superan ese sueldo bruto anual de 45.644 euros. Según los cálculos de la Seguridad Social, cada punto porcentual que se aumenta la base máxima de cotización supone entre 100 millones y 110 millones más de recaudación para el sistema público.
Dado que en la actualidad la base máxima de cotización para un asalariado está situada en los citados 3.803,7 euros mensuales, una subida del 10% elevaría dicha base en 380,3 euros, hasta los 4.184 euros. Y teniendo en cuenta que del 28,3% de descuento la empresa se hace cargo de un 23,6% y el trabajador del 4,7% restante, esa subida supondría un coste adicional para las compañías de 89,75 euros mensuales (1.077 anuales más) por cada empleado que tuviera un sueldo superior a los 45.644 euros, y de 17,88 euros al mes (214,5 al año) de descuento para el asalariado.
En Euskadi, que tiene los sueldos más altos de España sólo por detrás de Madrid, este incremento tendría, por tanto, un mayor impacto en las empresas. Por ello, cuando ya a principios del verano pasado el Gobierno de Pedro Sánchez avanzó la idea de incluso un destope total de las bases de cotización, la patronal vasca observó con gran preocupación la medida porque dispararía el coste laboral del personal más cualificado. Por su parte, sin embargo, los sindicatos aplaudieron dicha posibilidad.
«Es un torpedo en la línea de flotación para las economías más modernas como la vasca, con un tejido de empleo cualificado. Euskadi es, junto con Madrid, la comunidad más perjudicada porque tiene los salarios más altos. Se perderá competitividad en el exterior», apuntó en aquel entonces Eduardo Aréchaga, director general de la patronal Confebask.
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