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El diputado general de Álava, Ramiro González, no suele dar puntada sin hilo. Por eso, cuando este martes ha «reflexionado» sobre la posibilidad de eliminar el Impuesto de Patrimonio en Euskadi para seguir los pasos de la Comunidad de Madrid se puede ... interpretar como un auténtico propósito de intenciones. Desde una perspectiva global para «ser atractivos» como territorio sin perder la capacidad de recaudación para financiar los servicios públicos, el diputado general ha planteado como alternativa la retirada de este tributo que apenas supone el 1% de la recaudación de la Hacienda alavesa, pero que en todo caso deberá hacerse de forma coordinada con Bizkaia y Gipuzkoa.
Una valoración que llegaba un día después de que José María Iruarrizaga, diputado de Hacienda de Bizkaia, reconociese que en su provincia se está sufriendo una fuga de contribuyentes por el Impuesto de Sucesiones y Donaciones. Tras asegurar que en Álava no se ha detectado una fuga de contribuyentes por este tipo impositivo, el diputado general ha explicado que la fiscalidad es «un todo que no se puede cuartear» y que, en este sentido, se va a abrir una reflexión el próximo ejercicio entre las tres haciendas forales.
Ha insistido en que a su juicio no se deben hacer «alteraciones sustanciales» en los ingresos por recaudación, ya que la presión fiscal en Álava, y en el conjunto de Euskadi, es «razonable y equiparable» a los países en los que se deben mirar estos territorios para mantener unos servicios públicos de calidad.
Ha reconocido que la fiscalidad también debe «ser atractiva» para atraer a un territorio «nueva riqueza», sobre todo si se están produciendo «cambios normativos» como en torno al Impuesto de Patrimonio, sobre el que ha recordado que España es el único país europeo que lo mantiene.
González ha insistido en la necesidad de abordar una reflexión sobre la fiscalidad pero manteniendo la recaudación, por lo que «si se toca un impuesto para hacerse más atractivo habrá que tocar otro para mantener los ingresos» y ha puesto como ejemplo la última reforma del Impuesto de Sociedades que se hizo para rebajar el tipo nominal pero garantizando lo recaudado.
Sobre la propuesta de reforma fiscal que hace el PP, el diputado general de Álava ha considerado que, según los propios cálculos de los populares, supondría una aminoración de la recaudación de unos 1.000 millones de euros, lo que conllevaría una «peor» Sanidad y Educación públicas y menos recursos para la dependencia.
«No hay otra forma de reducir la recaudación (a esos niveles) que tocando luego el núcleo duro de los servicios públicos», ha advertido. Tras afirmar que la sociedad alavesa no se puede «permitir» una bajada de 1.000 millones en la recaudación fiscal, González ha concluido que considera que es «mucho mejor» tener una buena sanidad, educación y atención a la dependencia que «pagar cien euros menos» al año de impuestos.
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