La falta de desarrollo de las energías renovables impide a Euskadi reducir su consumo de gas

Los motivos de este recorte son varios: un invierno más benigno con temperaturas medias más altas que reducen el recurso a la calefacción, una desaceleración económica que minora la demanda industrial en Europa, las medidas de contingencia aplicadas tras el inicio de la guerra en Ucrania y, sobre todo, la irrupción de las energías renovables. Es aquí donde aparece la asignatura pendiente de Euskadi, que no ha puesto en marcha un parque eólico desde 2006, cuando entró en funcionamiento el de la bocana del Puerto de Bilbao.

Así, el consumo vasco de gas se mantiene prácticamente sin cambios. Según el boletín estadístico de Enagás, la cantidad de este hidrocarburo quemado en Euskadi en los siete primeros meses del año ascendió a 14.614 GWh, solo un 0,05% menos que entre enero y julio de 2023. Una de las principales razones es, precisamente, la falta de estas infraestructuras renovables. Y es que la red nacional de distribución eléctrica se encuentra en más de una ocasión con la necesidad de recurrir a los ciclos combinados de Euskadi para atender la demanda eléctrica al no disponer de fuentes alternativas en el entorno.

El desarrollo de las renovables en los últimos años ha sido muy intenso en el resto de España hasta el punto de que la generación de instalaciones verdes se incrementó el año pasado un 33% y representa el origen de más de la mitad de la energía introducida a la red de distribución. Esta transformación del 'mix' energético favorece a todo el sistema, que funciona como una unidad. Incluso la demanda de gas para generar electricidad en Euskadi lo ha notado ligeramente. Con 2.937 GWh se redujo un 9,3%, pero muy lejos del 32,5% del conjunto del país.

El otro vector que dibuja el consumo de este hidrocarburo es lo que se conoce como 'demanda convencional'. Esta hace referencia al uso doméstico y al de la industria. En Euskadi, con 11.677 GWh hasta julio, se evidenció el comportamiento de la industria, que trasladó su crecimiento leve a un aumento del uso de gas del 2,52%. Una cifra, esta sí, parecida a la media nacional, que subió un 2,14%.

Bahía de Bizkaia Gas, la regasificadora que Gobierno vasco y Enagás tienen en el Puerto de Bilbao, sigue siendo el principal punto de descargas de toda España. Hasta el pasado 31 de julio llegaron un total de 32 buques con 33.909 GWh de gas natural licuado. A Bilbao, le sigue Huelva con 25 barcos, los 24 que arribaron a Cartagena o los 17 en Barcelona.

En estos flujos también se percibe un comportamiento diferente en Euskadi. Y es que los 32 buques llegados a Bahía de Bizkaia Gas son un 13,9% menos que los 39 del pasado año. Un descenso mucho menor que el recogido en los otros seis puntos de regasificación de las costas españolas. La llegada de barcos con GNL ha descendido en España hasta un 29%, el doble que en Euskadi. Son 133 barcos hasta julio, frente a los 189 del pasado año.

El gas ruso sigue representando una parte importante de las descargas contratadas por las empresas energéticas. A Bilbao llegaron una docena con combustible ruso.