El coste de la energía anula las ventas récord de Vidrala

El gas que alimenta los hornos de Vidrala es el responsable de una situación que la empresa empezó a notar el otoño pasado y que ha eclosionado en el arranque de este año. El precio del gas se ha terminado de disparar sin dar margen para repercutir los costes. Aún así el beneficio antes de impuestos alcanzó los 23,3 millones, un 62,6% menos que hace un año.

La decisión de subir un 10% el precio de las botellas comenzó a aplicarse en el arranque de este ejercicio, pero todavía no ha sido suficiente, de ahí que la compañía haya decidido dar un paso más y modificar su política de fijación de precios. Si antes se establecían de modo anual, ahora se revisarán una vez al mes, si no es cada 15 días, para evitar vender a pérdidas. Y es que el escenario no va a cambiar, ya que la medida impulsada por el Gobierno para fijar el precio del gas solo afecta a su uso para generación eléctrica y no para hornos de industria.

Mientras tanto, el mercado sigue creciendo y dando síntomas de fortaleza para el fabricante de envases de vidrio. Una alternativa que gana peso frente al plástico en la industria alimentaria y que presenta grandes posibilidades de reciclaje. Tal y como explicó a los accionistas el presidente de la compañía, Carlos Delclaux, «los números son fruto de una situación coyuntural» que responde a que el gas supone el 80% de los gastos energéticos de la empresa.

Además, la situación financiera está más que saneada gracias a la reducción de deuda que acumula un descenso del 75% en solo cuatro años. Una posición que permitirá a la empresa seguir profundizando en la renovación de sus hornos con un ambicioso plan de inversiones de 1.000 millones hasta 2027. Con estas actuaciones reducirá el gasto energético de sus unidades de producción, y además se pondrá en marcha la construcción de sistemas de abastecimiento energético renovable con 150 millones de euros para construir centrales fotovoltaicas en las plantas de Albacete y Portugal.