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Inés Anitua | Directora del Clúster vasco de Automoción Acicae

«El acuerdo en Mercedes garantiza la transición al vehículo eléctrico y facilita atraer inversiones»

El sector de automoción sufre la crisis de chips y materias primas y la inflación, pero el clúster vasco mira al futuro con «optimismo realista»

Lunes, 25 de julio 2022, 00:41

El sector de automoción, que aporta en torno al 17% del PIB vasco, no pasa por su mejor momento. Desde que estalló la pandemia, encadena una crisis detrás de otra. Primero fue el desplome de las ventas, luego la crisis logística y de materias primas, ... acrecentada por la escasez de chips, y ahora se enfrenta a las dudas que la inflación y la transición hacia el vehículo electrificado provocan en los consumidores. A pesar de todo, Inés Anitua, directora del Clúster vasco de Automoción Acicae, se muestra optimista. «En general, a nivel social, hay unas ganas de vivir y de recuperar la vida anterior que nos van a beneficiar porque alientan las decisiones de compra», afirma.

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No en vano, algunos rayos de sol logran atravesar los nubarrones. En 2021, el sector facturó en el País Vasco 18.351 millones de euros, un 10% menos que en 2019 pero un 10,5% más que en 2020. Es una recuperación más lenta de lo previsto, pero esperanzadora. Y en cuyas cifras no se tiene en cuenta el peso de la principal fábrica vasca, la que Mercedes-Benz tiene en Vitoria, que emplea a 5.000 personas directamente y genera un 5% del PIB de la comunidad autónoma. De allí llegaron hace una semana buenas noticias en forma de un acuerdo laboral que abre las puertas a la inversión de 1.200 millones que la multinacional alemana ha anunciado para la planta.

- ¿Qué valoración hace de ese acuerdo?

- Positiva, obviamente. Porque, más allá de las cifras que representa la fábrica, es una planta modelo y una empresa que tracciona. Además, el acuerdo es un paso que nos garantiza el momento de transformación en el que estamos todos. La inversión anunciada garantiza la transición hacia el vehículo eléctrico, un recorrido que hace también el resto de la cadena de valor. Pero no debemos olvidar que son los fabricantes de componentes quienes realizan el 75% del desarrollo de un vehículo, y que en torno al 90% de la facturación de la industria proviene de las exportaciones. A ese respecto, es un avance más cualitativo que cuantitativo.

- ¿Qué supone a nivel de 'marca Euskadi'?

- Nos posiciona como un territorio de automoción relevante en un momento en el que la foto del sector está cambiando, y facilita atraer inversiones. Pero hay que entender que las nuevas empresas que se están creando son diferentes, de nicho, muy enfocadas al mundo eléctrico. Tenemos ya algunas y contamos con un gran 'know how' industrial y gente muy preparada para seguir peleando para atraerlas. Por ejemplo, hemos recibido proyectos de algunas ingenierías japonesas y estamos en conversación también con empresas chinas.

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Nuevas energías

«El hidrógeno puede ser adecuado para el transporte pesado y las baterías, para el urbano»

- Muchas compañías critican la elevada conflictividad laboral de Euskadi.

- El hecho de que se haya llegado a un acuerdo es muy positivo para esa imagen. Estamos en un momento en el que la competencia a nivel global es muy fuerte y creo que tenemos que trabajar alineados para mejorar la competitividad a través de la cooperación. Este es un gran ejemplo de que hay que hacer un esfuerzo para que esta conflictividad no suponga una merma en nuestra competitividad. Nuestras empresas han conseguido con su gran productividad que no sea una barrera para atraer inversiones.

- ¿Están las empresas vascas preparadas para ponerse a la vanguardia de la transformación que suponen los vehículos de nuevas energías?

- Quizá al principio estuvimos un poco rezagados, porque la industria europea estaba muy volcada en el motor de combustión, pero ahora ya se ha asumido que, sí o sí, hay que desarrollar el eléctrico. Y la apuesta tecnológica que estamos haciendo es muy relevante, aunque nunca vamos a contar con la masa crítica de países como China, donde las decisiones se toman de otra manera. Pero la capacidad tecnológica y el compromiso con la sostenibilidad los tenemos. Nuestras empresas compiten a nivel global en todos los sistemas de propulsión, y la mayor dificultad reside en acertar con el sistema que se debe desarrollar para cada mercado del mundo.

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Incertidumbre

«El consumidor se encuentra tan despistado que compra vehículos de segunda mano»

- España está apostando fuerte por el hidrógeno verde. ¿Tiene futuro en la automoción?

- Nosotros incidimos siempre en que somos tecnológicamente neutrales. Asumimos los compromisos de sostenibilidad, pero tenemos que determinar qué sistema es más eficiente para cada vehículo. Por ejemplo, no podemos esperar que, con el desarrollo tecnológico actual, un camión sea eléctrico puro. El hidrógeno es una solución óptima para esos vehículos pesados, mientras que las baterías son adecuadas para los pequeños utilitarios urbanos. El futuro tendrá diferentes sistemas de propulsión.

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- Eso provoca muchas dudas entre los consumidores y afecta a las ventas.

- Sin duda. Se está produciendo un fenómeno paradójico, porque el consumidor se encuentra tan despistado que está comprando vehículos de segunda mano que contaminan mucho más. Esto dificulta que se alineen la oferta y la demanda. Llevará un tiempo ajustarlas y, aunque vamos un poco por debajo de las previsiones en ventas para el conjunto del año -82 millones en todo el mundo-, vemos el futuro con optimismo.

- ¿Se ha solucionado la crisis de los chips?

- Estamos un poco mejor, más tranquilos, porque ya no nos paraliza como hace un año. Además, hay muchas inversiones multisectoriales que darán fruto en un par de años. Pero la escasez de chips, sumada al problema con la logística y las materias primas, está encareciendo mucho los coches.

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Futuro

«Los PERTE ayudan a la transformación del sector y, como estrategia europea, son acertados»

- Vemos que hay sectores, como la matricería, que lo están pasando mal. ¿Están condenados a desaparecer?

- El subsector de troquelería fue muy fuerte en su momento, pero es muy cíclico y se ha visto muy afectado por la falta de nuevos lanzamientos de vehículos. Algunas empresas se han especializado y son las que seguirán trabajando, cada vez más en nichos concretos.

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- ¿Serán los PERTE el catalizador de la transformación del sector?

- Son un elemento que va a ayudar a esa transformación, una herramienta más que irá de la mano de los planes que ya tenían las empresas. Como estrategia europea, creo que es acertado capilarizar las ayudas a sus sectores industriales más potentes, sobre todo cuando se apuesta por el vehículo eléctrico para 2035.

- ¿Tiene sentido comprar un coche ahora que se apuesta por la sostenibilidad y se impulsan nuevos modelos como el automóvil compartido?

- A nosotros eso no nos afecta, porque la necesidad de movilidad es consustancial al ser humano. Es más, un coche compartido tiene un desgaste mayor, así que puede provocar incluso más rotación.

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