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En el Open de Australia se habla de todo menos de tenis. La polémica suscitada de si Novak Djokovic puede jugar o no el torneo sin estar vacunado está dando la vuelta al mundo. Mientras el tenista está encerrado en un hotel se ... han sucedido los comentarios a favor y en contra de que el deportista pise las pistas para jugar. Este viernes, el serbio se ha pronunciado en las redes sociales. «Gracias a la gente alrededor del mundo por su continuo apoyo. Lo puedo sentir y lo agradezco mucho», publicó en su perfil de Instagram.
Djokovic está viviendo una auténtica odisea. Viajó a Australia afirmando que tenía un permiso especial, aunque cuando pisó el país lo retuvieron durante varias horas en el aeropuerto por problemas con su visado. Había burlado la obligatoriedad de tener la vacuna gracias a un pequeño resquicio, lo cual no agradó a la opinión pública australiana, que ha tenido que soportar durante casi dos años algunas de las medidas más restrictivas del mundo y cuya población mayor de 16 años está vacunada al 90%.
Al parecer, los problemas con el visado se debieron a que un miembro de su equipo se había equivocado al rellenarlo y había hecho la solicitud incorrecta al no tener en cuenta la exención médica para no vacunados.
El lío es descomunal. Hasta el padre del tenista ha asegurado que su hijo estaba «cautivo». Es más, el progenitor dijo que saldrían a la calle para defenderlo. Hasta el presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, pedía que parara el acoso al tenista y afirmaba que el país balcánico lucharía por él.
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De momento, no puede ni entrenar y ya han sido varios aficionados serbios los que se han congregado frente al hotel en el que se encuentra para manifestarse por su libertad.
Nadal, que ofreció tras debutar con victoria en el torneo preparatorio de Melboune su primera rueda de prensa de la temporada, fue claro con la polémica situación del jugador balcánico. «Si quisiera, estaría jugando sin problemas en Australia. Él ha tomado sus propias decisiones y todo el mundo es libre de ello, pero entonces hay consecuencias», reconoció el tenista balear. «Él sabía las condiciones desde hace meses, así que ha tomado su propia decisión. Es normal que la gente de aquí se frustrara. Han pasado confinamientos muy duros», recordó el jugador manacorense.
Djokovic comienza por tanto una contrarreloj hasta el próximo día 17, cuando comienza el torneo australiano en el que buscará convertirse en el tenista con más títulos de Grand Slam de la historia. Su primer 'match ball' será el lunes, en la vista para su deportación. Además, de no prosperar su recurso, el ruso Daniil Medvedev podría arrebatarle el número uno de la clasificación mundial. Todo son malas noticias para 'Nole'.
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