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Quince años tardó Juanito Oiarzabal (Gasteiz, 1956) en conseguir completar la preciada lista de las catorce cimas más altas del planeta. Su primer ochomil fue el Cho Oyu en 1985 y en 1999 lograba cerrar el círculo en la cumbre del Annapurna. De la ... conquista de esta última montaña se cumplirán el lunes, 29 de abril, veinte años. Dos décadas de todo un hito para el alpinismo vasco, puesto que el deportista alavés se convirtió con su gesta en el sexto hombre (tercero sin ayuda de oxígeno) en conseguir hollar las 14 cumbres más elevadas del mundo.
En el transcurso de esos tres lustros hubo muchas alegrías, infinitas sorpresas, también muchas desgracias, dejando a muchos amigos en el camino. A pesar de ello, tras cumplir el reto, no se plantó y siguió ascendiendo por segunda vez algunas de las montañas que ya había conquistado. Hasta que un buen día se planteó completar una segunda vuelta de los catorce ochomiles. Hasta la fecha ha logrado repetir diez cumbres, algunas de ellas en varias ocasiones, como el Cho Oyu, que ha coronado en cuatro ocasiones. En total, Juanito Oiarzabal ha ascendido con éxito en 26 ocasiones un ochomil. Es el segundo alpinista con más cumbres de esa envergadura, tras el nepalí Phurba Tashi (30).
En 1985 logró su primer ochomil en la cumbre del Cho Oyu, montaña que repetiría en 2002 y en 2003 por partida doble. Su primera incursión en el Himalaya nepalí, en 1982, no fue con cumbre, pero le sirvió para conocer de primera mano las grandes montañas de la zona. Tuvieron que pasar tres años para regresar al Himalaya y así, el 15 de mayo de 1985, ponía los pies en la cima del Cho Oyu, su primer ochomil.
Dos años más tarde, en 1987, logró el Gasherbrum II (que repetiría en la segunda vuelta de los 14 ochomiles en 2003), pero tuvo que desistir del intento al Hidden Peak en la misma zona del Karakorum. Era su segundo ochomil. Después vendrían una sucesión de éxitos y fracasos en cuanto a cumbres del Himalaya se refiere.
Sin duda los años 90 fueron los más prolíficos. Fue la década prodigiosa de un alpinista que lo estaba logrando todo. Cerró ese periodo con la consecución de doce ochomiles que le colocaron en la élite del montañismo mundial.
Tras muchos años de sequía después de los fallidos intentos al Kangchenjunga en 1988 y 1991, al Makalu en 1989 y al Everest en 1990, se reencontró por fin con el éxito al pisar la cima del Nanga Parbat, su tercer ochomil, en 1992, una de las cimas que han quedado pendientes para la segunda vuelta. Luego todo vino rodado. Incorporado al equipo de 'Al filo de lo imposible', la serie de TVE que dirigía Sebastián Álvaro, cosechó grandes éxitos, uno tras otro.
Hizo el Everest en 1993 (lo repitió en 2001), el K-2 en 1994, al que subió por segunda vez en 2004 con un coste elevado: la amputación de los diez dedos de los pies. En 1995 realizó un importante avance con el triplete del Makalu (segunda vez en 2008), Broad Peak (pendiente para la segunda vuelta) y Lhotse (repetido en 2011), pasando con este último el ecuador de los catorce, al ser el Lhotse su ochomil número ocho. Fue precisamente ese año, 1995, cuando Juanito se da cuenta de que puede alcanzar el reto de hacer los catorce ochomiles.
Le quedaban por tanto seis ochomiles. En 1996 acometió uno de los más difíciles, el Kangchenjunga (lo repitió en 2009). Una montaña dura de roer en cuyo descenso Juanito estuvo a punto de morir. Gracias a la ayuda de los hermanos Iñurrategi, como siempre ha reconocido el propio Juanito, lo puede contar. Pudieron bajar todos al campo base tras una dura batalla contra el mal tiempo y la altitud.
Después vendrían dos dobletes. En 1997 el Hidden Peak (repetición en 2003) en Pakistán y el Manaslu (repetición en 2011) en Nepal, y en 1998 el Dhaulagiri en Nepal y el Shisha Pangma en el Tíbet (estos dos últimos pendientes para la segunda vuelta). Había dejado Juanito Oiarzabal para el final uno de los más temidos y peligrosos por sus avalanchas, el Annapurna (repetido en 2010). Y así, en la primavera de 1999, el 29 de abril, un día después de San Prudencio, el día grande de Álava, Oiarzabal hizo historia al escribir con letras de oro su nombre en el libro del alpinismo mundial. Se convirtió en el sexto hombre en lograr los catorce ochomiles.
Después de ese año 1999 en que logró el número catorce, Juanito siguió haciendo lo que mejor sabe, escalar las cumbres más altas. Y así sumó a su palmarés 12 ochomiles más, hasta llegar a la friolera de 26 gracias a su proyecto 2x14x8.000 que compartió con el malogrado alpinista Alberto Zerain. En 2011 fue la última vez que estuvo en una cima de ochomil metros, en el Manaslu, y de 2016 data su último intento, con una ascensión fallida al Dhaulagiri.
26 veces ha ascendido el alpinista alavés una cima de más de ochomil metros. Comenzó en 1985, en el Cho Oyu, y logró su último asalto en 2011, en el Manaslu. Sólo el nepalí Phurba Tashi tiene más cumbres, con 30 ochomiles.
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