«Mi mujer y mi hija me cambiaron la vida»

- Ya tiene el cinturón deseado.

- Es una sensación extraña. Es una meta que te marcas y que consigues en una gran pelea, en una gran noche. Un orgullo. Estas cosas llegan con sacrificio y esfuerzo.

-¿Se vio ganador al conocer la identidad de su rival?

- Ante cualquier rival pienso que voy a ganar. Y eso no es menospreciar a nadie. Jesús (Sánchez, el coaspirante al que se impuso) es un gladiador, un peleón y una bellísima persona.

-Su boxeo es su verdad. Gracias por ello.

- Yo soy de paso adelante, de intentar no dejar pensar para agobiar al rival y asfixiarle. Ese es mi boxeo, donde me siento mejor.

-Con una preparación que demuestra ahora su seriedad.

-Siempre. Y ahora que estoy con Javi Pérez de Mungia como entrenador personal flipas de lo bien y fuerte que me encuentro. Luego con Txutxi y mis hermanos Juan Alberto y Rubén trabajo lo que es la técnica, todo lo que es el boxeo. Estamos muy a gusto.

-¿Se imaginó la pelea así?

- Sí, bastante. Iba a ser dura, porque no somos ninguno pegador y sería una batalla de largo recorrido. Igual esperaba más intercambio, pero él juega sus bazas. Yo le intentaba presionar y él salía. Estoy muy contento.

-Y fue muy paciente para no caer en las bajadas de guardia y desplantes del 'Ciclón' Sánchez.

-A la mínima que cometía un error, ¡pam!, me metía. Tiene muy buenas piernas, te tira un uno-dos y ya se pone a metro y medio y no le cazas. Tienes que ser paciente para cerrarle los huecos. Y para no caer en su trampa me hace mucho el cabrón de mi hermano Juan Alberto. Tenemos muchas enganchadas en el gimnasio, me saca de quicio entrenando y me acostumbro a seguir adelante, manos arriba y buscando mi momento.

-Con cardio y decisión.

-Aguantar, resistencia, son dos cosas que nunca pueden faltar. Eso viene de la preparación. Te ves tan fuerte, tan bien... Vamos muy bien a cada pelea y eso se traduce en confianza.

-Y nunca viene mal el impulso desde las gradas.

-Tenemos una suerte increíble con el público de Bilbao. Debemos estar agradecidos de corazón porque llenan el pabellón cuando hacemos eventos, te lleva en volandas, tira de ti cuando estás decaído y la gente te muestra que te quiere. Mira, estamos aquí en el barrio donde me han visto crecer. Aquí me siento como una estrella, me hacen sentir así.

-¿Hubo mucha gente que tiró la toalla con el joven Gago malote?

- Puede ser. A alguno ya me gustaría decirle, eh, mamón, te acuerdas (carcajada). Es normal. Porque llevas un camino malo y se dan situaciones drásticas. En mi caso, encuentras a una mujer que te cambia la vida, te da una hija (Desiré, 11 años), te relacionas mucho más con la familia cuando te habías apartado de ella y vuelve todo a su cauce. Vas madurando. Los tuyos son importantes en la vida y en el rincón, con los que trabajas toda la semana. Te hacen mejor persona y estar más preparado para todo.

-Y el lunes, a currar.

- Sí, mañana (por hoy). Lo llevo bien porque es mi vida. El boxeo es el hobby, no vivo de ello. Vivo de mi trabajo y necesito agradecer a mis compañeros de MG Norte que se vuelquen para poder coger la semana de vacaciones y que ellos saquen el trabajo para librarme a mí. Julio, Edu, Raúl, el gran Charli, todos.

-¿No es rentable ser campeón de Europa?

-Me viene bien para darle un buen verano a mi hija. Con eso me basta.