Rahm resurge de sus cenizas en Valhalla

En especial un Xander Schauffele que firmó la mejor ronda de la historia en un PGA e igualó las tres mejores marcas de siempre en un grande. 62 fueron sus golpes para un espectacular -9 para mandar un aviso a navegantes. Además, el de San Diego pulverizó el récord de Valhalla, que ostentaba desde 2000 José María Olazabal (63 para también -9, entonces el número de golpes era uno mayor). El bicampeón Rory McIlroy (-5) y el defensor del título Brooks Koepka (-4) se encuentran en el top-10, cota asequible para Rahm tras resurgir de sus cenizas para meterse en el torneo.

En una jornada donde las condiciones para jugar al golf fueron idóneas -temperaturas por encima de los 25 grados y sin viento- más de cincuenta jugadores bajaron del par. Una barbaridad tratándose de un grande. Valhalla, campo que ha sufrido modificaciones después de las tres ediciones del PGA Championship acogidas, asustaba, en especial la temida 'zoysia', la hierba alta del rough que provocaba auténticas pesadillas en las jornadas previas. En esos entrenamientos Rahm mostró una versión superior a la ofrecida en la primera parte del recorrido. Arrancó el vizcaíno cerca de las 14.15 horas locales bajo un sol de justicia y los errores llegaron demasiado pronto.

Un approach demasiado corto hizo imposible salvar el par en el segundo hoyo. A contracorriente demasiado pronto. La catarsis llegó con los tres bogeys de manera consecutiva entre la cuarta y la sexta bandera. Demoledor +4 a las primeras de cambio. En el primero llegó a triputtear, lo que le mermó en el drive de la siguiente salida. Entonces la bola fue a parar al público y, aunque solventó la papeleta con un gran tiro, volvió a fallar dentro del green. Tras coger la siguiente calle, cometió un fallo raro en él al mandar muy desviado un golpe que se fue colina abajo. Ahí la 'zoysia' hizo de las suyas y le frenó el chip. Comenzaba a chispear, pero fue un espejismo. El cielo volvió a clarear y con él regresó la clase del de Barrika.

Llegaron los tan agradecidos como temidos pares 5 y en ellos Rahm dio un paso al frente. En el 7 lo hizo todo bien y cayó el primer birdie del día. Alivio, +2. En el 10, más de lo mismo pese a desviarse a la izquierda desde el tee. Ambos hoyos son los dos más largos del campo diseñado por Jack Nicklaus, con 540 metros de distancia. Las dudas volvieron a llegar en el 11, un a priori asequible par 3 en el que el drive le mandó a una loma de la que salió con mucha clase pero el putt le volvió a jugar una mala pasada. Rahm salvó el par del 12 no sin un visible enfado previo desde el tee, donde, como en la anterior salida, tiró su palo.

Tocaba resetear y bien que lo hizo. El ganador de dos 'majors' mostró su condición de favorito con un espectacular tiro desde noventa metros que rozó el agujero situado en una preciosa isla al lado de una cascada. Volvía a sonreír. Hubiese supuesto un eagle, pero el vizcaíno se cargó de confianza y repitió birdie en el 14 con un genial putt tras un tirazo al green. Se quedó cerca de empalmar el tercero consecutivo. Volvía a salvar el par y llegaba a los dos últimos hoyos con el objetivo, al menos, de terminar sobre el par. Lo consiguió con creces, con sendos birdies en las dos banderas para -1 en el cómputo de la jornada. Respiro.

En cuanto al resto de los participantes españoles, el donostiarra Adrián Otaegui firmó también un muy buen -1 en su tarjeta, mientras que el debutante David Puig, catalán, se fue al +1. Este viernes, si la lluvia lo permite -hay previsión incluso de tormenta eléctrica- Rahm arrancará a las 8.37 horas, seis más en España.