Rahm llega a Greenbrier con el objetivo de olvidar el doloroso final sin medalla de París

Dos semanas después de estropear una genial actuación en París e irse sin medalla de su primera cita olímpica, Jon Rahm regresa a la acción. El vizcaíno disputa desde hoy al domingo la antepenúltima cita del LIV en Greenbrier, Virgina Occidental. Después de un mes de gira europea donde ha experimentado todo tipo de sensaciones regresa a su nueva aventura del circuito saudí. Comparece tras un amargo Valderrama donde se quedó cerca de pelear por la victoria, un Abierto Británico de menos a más que terminó en la séptima posición y un título, su primero en quince meses, en Rocester para acabar con la mayor sequía de su carrera. Luego llegó el doloroso final de los Juegos, donde una concatenación de errores le dejaron sin presea. Y eso que a falta de ocho hoyos era oro con cuatro golpes de ventaja.

Rahm debe resetear otra vez para sacar lo mejor de su juego y no bajarse de la carrera por el título final de la temporada LIV. Es segundo en la clasificación (165,17 puntos) por detrás del chileno Joaquín Niemann (189,40), que tendrá la primera bola de partido para sentenciar la liga. Cada victoria con 40 puntos. Si el sudamericano sale campeón y Rahm es tercero o peor, el título será suyo. Solo queda el torneo de Chicago y el final, que se disputa por equipos en Dallas.

El de Barrika competirá a las 19.15 horas, seis menos en Greenbrier, en el mejor partido de los agendados. Lo hará con el propio Niemann y Bryson DeChambeau. El californiano no puede ser campeón en la modalidad individual, pero sus Crushers lideran la tabla grupal por encima de la Legión XIII de Rahm. Es uno de los mejores jugadores del mundo. Prueba de ello es que este año se impuso en el US Open de Pinehurst. Además, ostenta el récord en Greenbrier. Aquí ganó hace un año con -12, 58 golpes.

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