Histórico: los tres campeones españoles en Augusta entrenan juntos

Eran las diez de la mañana, las cuatro de la tarde en España, cuando el trío nacional salió del Clubhouse reservado para los 'chaquetas verdes' y enfiló el tee de salida del hoyo 1. Y en la primera oportunidad, Rahm mandó un aviso a navegantes. «Vaya misil he pegado», le dijo a Olazabal tras pegar un formidable madera 3 que levantó la primera ovación del numeroso público. Rahm combinó golpes precisos con fallos evitables que le mandaron varias veces al bunker, como en los hoyos 2 y 5. Era día de probar y de adivinar futuras posiciones de la bandera en los hoyos con el putt.

Una auténtica legión de fans, en su mayoría seguidora del 'fenómeno Rahm', acompañó por cada cuesta, por cada bandera, los movimientos de los tres jugadores. Los protagonistas intercambiaron opiniones e impresiones sobre sus golpeos y bromearon cuando hubo ocasión. También con el público. «Le pegas mejor que yo», lanzó un espectador a García, que recogió el guante con un «eso espero» que desató las risas de los presentes. «Me gustaría verte aquí», añadió el de Borriol, a lo que el hombre respondió: «No tengo ninguna oportunidad».

La mayoría de los varios centenares de personas que arroparon a los españoles inmortalizaron el momento. Augusta no permite nunca utilizar teléfonos móviles, pero sí cámaras en los días de entrenamiento. A partir de hoy no. Uno de ellos era Mike Watson, que vino junto a dos amigos desde Jacksonville, al norte de Florida, cerca de la frontera con el estado de Georgia en el que se encuentra Augusta. «Rahm es una inspiración para todos. Esperamos que pueda conseguir otra chaqueta verde», contaba a este periódico tras el asalto del redactor. «¿De verdad los dos son del País Vasco? ¿García también?», pregunta curioso.

Desde el recorrido se escuchaban muy de vez en cuando risas, aplausos y mucho jaleo procedente del hoyo 16, un par 3 en el que el green está precedido de un lago en el que los jugadores, en las jornadas previas al torneo, consiguen que la bola haga 'ranitas' en el agua. De hecho, en la edición de 2020, retrasada a noviembre por la pandemia, Rahm consiguió embocar después de que la bola brincara por el estanque.

Entre el público también se encontraba la familia de Rahm. Sus padres, Edorta y Ángela, y su hermano Eriz, que ven muy bien a Jon. No se lo perdió tampoco el chef José Andrés, amigo de García, quien le encargó la elaboración de su menú de campeón en 2018, como Rahm en esta ocasión. El presidente de la Real Sociedad, Jokin Aperribay, fue otro de los asistentes.

Tras la vuelta al vestuario de campeones, donde descansan las chaquetas verdes, para comer y reponer fuerzas, la jornada se completó con el 'Par 3 Contest', el torneo que precede al Masters en el que los jugadores compiten en nueve hoyos, todos de pares 3, acompañados de sus familiares, que ejercen de caddies. Con el león de Barrika, que compartió recorrido con los locales Tony Finau y Sahith Theegala, ejercieron de acompañantes su mujer Kelley Cahill y su hijo Kepa, que nació a pocos días de comenzar el Masters 2021 y a quien aupó Rahm tras vencer hace doce meses. No estuvo Eneko, el pequeño de un año. La familia se completará próximamente tras anunciar la semana pasada la pareja que espera su tercer hijo.