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Es la persona que aparece al lado de Jon Rahm, el campeón de Augusta, en cada momento. El hombre que le aconseja, que hace de escudero, su confesor, la persona en la que desposita su plena confianza el jugador de Barrika, ese vizcaíno que ... guarda en su palmarés dos 'Grandes' a los 28 años. Adam Hayes es la sombra del nuevo portador de la chaqueta verde, el caddie que le guía desde hace más de un lustro, la primera persona con la que se abrazó nada más convertirse en el cuarto español que domina las tierras de Georgia. La que sonríe junto a Rahm, la que trata de animarle en los malos momentos, también la persona que intentaba templar sus nervios cuando se producían aquellas volcánicas reacciones que van quedando en el olvido.
Hayes cuenta con una enorme experiencia como asistente en el mundo del golf. Por eso, durante este Masters intermitente, lanzó un consejo a su 'jefe'. «Le dije a Jon que el tipo que fuera más atlético y con mayor capacidad de adaptación va a ganar el torneo. Con todos los problemas con el tiempo y las paradas y reanudaciones, esa capacidad de adaptación iba a ser la mayor clave», cuenta en declaraciones a la página oficial del primer 'Grande' de la temporada.
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El triunfo de Rahm le ha dado la razón. Fue el que mejor templó los nervios, el que mejor supo jugar con esas condiciones, que esos frenos en la competición y esos regresos al campo. También recuerda Hayes ese último hoyo, en el que el vizcaíno tampoco es que saliera de la mejor manera posible. Desvela lo que le dijo. «Solo le comentó que tú no quieres acabar aquí con un bogey. Y él me contestó: 'Me has leído la mente'. Fue una gran manera de terminar fuerte», se enorgulle Hayes, un hombre que respiró el golf desde joven.
Fue su abuelo en el que le inició en este deporte, que colaboraba con el Brevard Community College, de Florida. Con ellos, por cierto, tuvo su primera experiencia en el Masters. Viajó con un grupo de golfistas de esta comunidad. Y allí se enamoró de esta práctica y, por supuesto, de un torneo con una liturgia especial y sensacional. «Fue el primer lguar en el que vi un torneo de golf. Fue uno de mis recuerdos más especiales».
Pronto ser caddie se convirtió en un trabajo. Su profesión. Comenzó en el circuito femenino de la PGA en 2000 y, cuatro años más tarde, pegó el salto al masculino. Vaughn Taylor, Ben Crane, Jason Dufner, Jonathan Byrd y Russell Henley, cuarto este domingo en Augusta, le tuvieron como escudero. Hasta que su destino se unió al de Rahm a finales de 2016.
Por cierto, según cuenta la página web oficial del Masters, la recompensa para Hayes es un atuendo similar a la chaqueta verde. Además, recibirá un collage de fotos, como el que se llevó Rahm.
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