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Jon Rahm ha sido recibido con aplausos cuando ha aparecido con la chaqueta verde en el centro de prensa de Augusta. Todavía con los nervios a flor de piel por el recibimiento que le brindaron los aficionados en el hoyo 18 y por la ceremonia ... en la que le entregaron el trofeo, el vizcaíno respondió a las preguntas como en una nube, emocionado por haber triunfado en el santuario del golf.
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«Aún no lo he procesado», admitió cuando le preguntaron sobre la importancia de lo que ha conseguido. Y es que con su victoria el de Barrika tiene asegurada la participación de por vida en el Masters y el próximo año será el anfitrión de la tradicional cena de campeones previa al torneo. «Será una cena vasca», avanzó en un mensaje distendido.
A lighthearted story and request from the Green Jacket winner. #themasters pic.twitter.com/fqSMUu0nmk
— The Masters (@TheMasters) April 10, 2023
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El jugador número uno del ránking mundial puso en valor que España haya conseguido levantar el trofeo en Augusta en seis ocasiones y se comprometió a esforzarse lo máximo para sumar alguno más en el futuro. «Ojalá pueda ganar más». Fue en el tercer golpe de la última bandera cuando Rahm se permitió desconectarse un poco del juego para empezar a disfrutar de lo que había logrado. No lo quiso hacer antes porque anticiparse no suele ser un buen consejero. En este sentido, recordó el pasaje de un libro en el que Rafa Nadal recuerda la final de Wimbledon con Federer de 2008 y asegura que se sintió ganador cuando se puso por delante en el tie break del cuarto set. «Lo perdió y se llegó a un quinto», subrayó.
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