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Mundial Catar 2022

España recupera sensaciones ante la débil Georgia

Llorente de interior mejoró a la Roja, que disfrutó de una noche festiva tras encender la traca en el primer tiempo con goles de los valencianos Gayà, Soler y Ferran

Ignacio Tylko

Madrid

Sábado, 4 de septiembre 2021

Como era previsible, tras caer en Suecia, Luis Enrique ha revolucionado el once de España que se mide esta noche a Georgia en el Nuevo Vivero de Badajoz. Nada menos que cinco cambios, aunque mantiene a Unai Simón bajo los palos y a los centrales ... Eric Garcia y Aymeric Laporte, muy discutidos por la crítica por su actuación del jueves en Solna. Sorprende sobre todo la titularidad de Abel Ruiz, un excanterano del Barça presente en la burbuja paralela previa a la Eurocopa y que fue uno de los 16 debutantes en el amistoso ante Lituania de junio en Leganés (4-0). España forma con Unai Simón; Azpilicueta, Eric García, Aymeric Laporte, Gayà; Marcos Llorente, Rodri, Carlos Soler, Ferran Torres, Abel Ruiz y Sarabia.

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Sin apenas tiempo para asimilar las críticas, corregir defectos tácticos y hacer terapia de grupo, pero con las cuentas bien claras tras la derrota del jueves en Suecia, la selección española se mide hoy a Georgia con la obligación de ganar, revertir la mala imagen ofrecida en Solna y reanimar a los aficionados. Cuesta asimilar que Luis Enrique diga que la Roja «va a sufrir» en el Nuevo Vivero de Badajoz ante los exsoviéticos, pero sí es cierto que es el típico partido trampa: nada que ganar, ya que cualquier análisis positivo quedaría mitigado por la poca enjundia del adversario, y mucho que perder.

«Volveremos a tener dificultades y a sufrir; tenemos la ventaja de que jugamos ante nuestro público, pero os recuerdo que el partido de la primera vuelta lo ganamos en el último minuto», advirtió ayer Luis Enrique. Llama la atención que España se ejercitase en Las Rozas, en lugar de hacerlo ya en el escenario del partido como es habitual, y que el seleccionador también compareciese en la Ciudad del Fútbol. Un técnico muy criticado tras caer en Suecia y al que se le ve bastante nervioso, aunque confesó que se equivocó al manifestar en caliente que la Roja sucumbió ante Suecia porque, entre otras cosas, perdió muchos duelos individuales. Las estadísticas de Opta le desmintieron porque los españoles se impusieron el 56% de las veces en esas minibatallas con los nórdicos y los problemas fueron de otra índole, quizá táctica, estratégica o, simplemente, de acierto.

Hace bien el técnico asturiano en recordar que el choque del pasado marzo en Tiflis acabó con una remontada agónica de España. Adelantó Kvaratskhelia al combinado de Willy Sagnol en el primer acto, igualó Ferran Torres tras una prolongación de tacón de Álvaro Morata a poco más de media hora y salvó los muebles Dani Olmo sobre la bocina. Ese precedente, disputado ya con público, tiene cierto paralelismo con este choque. La selección también acababa de tropezar, entonces ante Grecia en Granada, y Luis Enrique realizó varios cambios significativos, como también prevé hacer en tierras extremeñas.

Por ejemplo, dejó en el banquillo a Sergio Ramos y apostó por Pedro Porro, Bryan Gil y Pedri en el sorprendente once títular. Pírrico triunfo el que se produjo también en septiembre de 2012, con Vicente del Bosque aún en el banquillo español, en la clasificación para el Mundial de Brasil 2014. Entonces, resolvió un gol de Roberto Soldado a cuatro minutos del final.

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«He visto bien el partido ante Suecia y soy más optimista. Hay muchas cosas positivas, también cosas a corregir, y no estuve acertado en decir lo de los duelos. Es cierto que hubo errores de posicionamiento, pero también acierto del rival en muchas acciones. Estoy más contento y con mejor idea individual de lo que hicieron algunos jugadores y con la moral a tope», subrayó ayer el seleccionador español.

Reconoció Lucho que su balance al frente de España, con solo 16 de sus 29 partidos dirigidosganados, «es mejorable», y aunque no le gusta nunca personalizar, sí salió en defensa pública del central Eric García, muy vulnerable ante los 'vikingos'. «No estoy de acuerdo en las críticas que ha recibido, está en perfecto estado; sufrimos en las transiciones, pero también sufrió el otro central (Aymeric Laporte) y estoy encantado con su rendimiento».

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Confesiones y autocrítica

Con dos puntos menos y un partido más que los suecos, España ya no depende de sí misma para terminar líder de grupo, pero sí para estar en el Mundial por vía de la repesca. «No estamos en la mejor situación, pero queremos ser optimistas. Ahora es nuestro objetivo no fallar más y esperar a que Suecia pinche. Vamos a esperar a que acabe la fase de clasificación y luego echaremos cuentas», explicó Busquets, capitán que dio la cara en un mal momento colectivo e individual.

Junto a Jordi Alba y Raúl Albiol, son tres los únicos supervivientes en Badajoz de la selección que conquistó la Eurocopa de 2012, el último gran título. ¿Logrará este equipo repetir los éxitos de entonces? «Todo el mundo sabe que es muy complicado, pero venimos de una hacer una buena Eurocopa y tenemos un equipo joven, por lo que hay que ser optimistas y estar esperanzados», remarcó el azulgrana, que sigue por delante de Rodrigo Hernández.

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A los jugadores se les ve «responsabilizados y concienciados», por lo que no cree su entrenador que sea necesario un gran trabajo mental sobre la plantilla tras sufrir España su primera derrota después de 66 partidos de clasificación para un Mundial, en concreto desde que en los primeros tiempos de Javier Clemente cayese ante Dinamarca en 1993.

Georgia es una selección del furgón de cola europeo, por más que Dani Olmo rescatase sobre la bocina a España en Tiflis, pero el fútbol es más sencillo de lo que con frecuencia se creen los técnicos. La Roja se reencontró ante los exsoviéticos, colistas de grupo y recientemente derrotados en su feudo ante Kosovo, porque enseguida encarriló el triunfo, tuvo más acierto en la definición y el enemigo no opuso resistencia alguna. Pero también porque Luis Enrique se dejó de inventos, de colocar a jugadores fuera de su sitió hasta tener ya el duelo resuelto y al fin situó a Marcos Llorente de interior derecho, donde ha crecido de forma exponencial con el Cholo Simeone, fue uno de los mejores de la pasada Liga y una figura clave en el Atlético campeón.

El madrileño, un portento físico, casi siempre hace la misma jugada, pero los adversarios no le pillan porque es veloz, potente y maneja muy bien los tiempos. No es un prodigio de técnica pero sí tiene el temple y la calidad suficientes para no rifarla cuando pisa la línea de fondo, levantar la cabeza y asistir a sus compañeros con los clásicos pases de la muerte. Toco, me muevo, me desmarco sin balón, rompo por banda, la pongo y el que llegue desde atrás remata. Tan viejo como el fútbol y tan eficiente como siempre. El toque está muy bien, defender con el balón es un signo de equipo grande, pero en este juego hay que profundizar.

Llorente se coló en la fiesta fallera trasladada a Badajoz. En el Nuevo Vivero, con bastante público y más de 30º de temperatura, cuatro valencianos en el once de Luis Enrique y tres de ellos entre los goleadores. Revolución, con cinco cambios respecto al equipo que naufragó en Solna. Y cuatro valencianos sobre el maravilloso césped del estadio pacense: Gayà, suplente habitual de Jordi Alba pero con un gran desempeño en la selección aunque acabó otra vez lesionado; Soler, que ha entrado con fuerza, desparpajo y dos dianas en dos partidos; Ferran, indiscutible para el técnico asturiano porque llega, pasa y tiene gol; y el ariete Abel Ruiz, la principal novedad en el equipo. En ausencia por lesión de Gerard Moreno, Lucho dejó en el banquillo a Morata y apostó por el ariete del Sporting de Braga, uno de los 16 debutantes con la absoluta en el trámite ante Lituania de Getafe previo a la Eurocopa.

España

Unai Simón (Robert Sánchez, min. 74), Azpilicueta, Eric García (Mikel Merino, min. 60), Laporte (Albiol, min. 46), Gayà (Brais Méndez, min. 74), Llorente, Rodri, Soler, Ferran Torres (Fornals, min. 60) Abel Ruiz y Sarabia.

4

-

0

Georgia

Loria, Chabradze, Kashia, Glorbelidze (Karabadze, min. 76), Azarov (Qazaishvili, min. 57), Kankava, Aburjania (Altunashvili, min. 69), Zaria (Mikautadze, min. 57), Lochoshvili, Mamuchashvili y Davitashvili (Chakvetadze, min. 69).

  • Goles: 1-0: min. 14, Gayà; 2-0: min. 25, Soler; 3-0: min. 41, Ferran Torres. 4-0: min. 63, Sarabia.

  • Árbitro: Tiago Martinis (Portugal). Mostró amarilla a Kashia y Chabradze.

  • Incidencias: Partido de clasificación para el Mundial de Catar 2022 disputado en el Nuevo Vivero de Badajoz, ante 8.444 espectadores.

Luis Enrique mantuvo a Eric García y Aymeric Laporte, los dos centrales que recibieron muchas críticas por su mal partido en Suecia, porque cree en ellos pero también quizá para no señalarlos más. Acertó con Gayá y también al situar a Rodri y Llorente en lugar de Busquets y Koke, lentos y fallones ante los nórdicos. Si el colchonero evidenció que es un desperdicio situarle como lateral, el mediocentro del City tocó y movió al equipo con suma facilidad. Ya es un jugadorazo pero le falta mirar más hacia adelante y no abusar tanto de los pases de seguridad.

Con esas trazas, el partido se puso enseguida a pedir de boca. Funcionaron muy bien las sociedades entre Llorente y Ferran por la derecha, y Soler, Sarabia y Gayà por la izquierda. Antes del cuarto de hora, España descerrajó con suerte a los georgianos en su primer disparo a puerta. Sarabia sacó mal un córner, pero un defensa despejó aún peor y el tiro de Gayà dejó al portero con el molde porque desvió Kashia. El segundo llegó por la derecha, una autopista toda la noche. Se internó Llorente y definió Soler, como en Solna al primer toque. Repetición de jugada para el tercero, pero esta vez con Llorente y Ferran como protagonistas. Incluso pudo llegarse al descanso con 4-0, pero a Gayà se le anuló un gol por fuera de juego previo.

Vista la enorme superioridad española y los regalos de los georgianos, incluido el protero Loria –no se entiende cómo no es titular el valencianista Mamardashvili– la segunda parte quedaba como un trámite. Bajó el ritmo España, probó Luis Enrique nuevas variantes, dio descansos y brindó minutos a tipos interesantes como Fornals, Brais y el debutante Robert Sánchez. Los georgianos al fin se estiraron. Evidenciaron, de nuevo, que España sufre cada vez que le llegan. Unai Simón, como en la Eurocopa, también dejó patente que alterna errores técnicos de bulto con paradas extraordinarias. Puso el cuarto Sarabia, tras notable asistencia del jugador del West Ham, y no llegaron más porque la Roja ya jugaba al trantrán. Lo peor, la lesión de Gayà en el sóleo, aunque no parece de gravedad.

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