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El Amorebieta se despide del sueño de plata y baja a Primera Federación

El Amorebieta se despide del sueño de plata y baja a Primera Federación

La final por la permanencia en Anduva se decantó a favor del conjunto jabato, superior en líneas generales en todo el encuentro

Fernando Romero

Domingo, 2 de junio 2024, 20:55

Al Amorebieta le salió cruz en la final por el ascenso contra el Mirandés en Anduva. Tenían que ganar los de Jandro para prolongar su sueño de seguir en la División de Plata por una temporada más, pero acabaron saliendo derrotados ante un rival que estuvo mejor en los momentos decisivos. Quizá la cabeza pasó algo de factura a los zornotzarras, a los que no hay que restarles ni un ápice de mérito. Se habían ganado a pulso llegar a la última jornada con opciones y dependiendo de sí mismo tras una segunda vuelta espectacular. Lo intentaron, se dejaron la piel, se volcaron para tratar de alcanzar un objetivo que finalmente se les escapó de la mano cuando lo rozaban con la punta de los dedos.

Mirandés

Ramón Juan; Juan María, Tachi (Verdasca, 60'), Tomeo, Jonathan Gómez; Ilyas Chaira, Reina (Sanz, 86'), Lachuer, Gabri (Luna, 72'); Carlos Martín (David M., 86') y Martón (La Gumina, 86').

1

-

0

Amorebieta

Magunagoitia; Núñez, Mier (Jauregi, 56'), Bustinza (Yriarte 80'), Gayá, Lasure (Rayco, 80'); Dorrio, Morán (Edwards, 72'), Sibo, Morcillo; y Unzueta (Locadia, 72').

  • Gol 1-0. Gabri

  • Incidencia 5.049 espectadores en Anduva.

Decía Jandro en la previa que aquello que funciona no hay que tocarlo para buscar la permanencia, pero tuvo que hacerlo, y de forma obligada y fortuita. Xabi Etxeita sufrió unas molestias en el calentamiento y se cayó del once inicial de los de Urritxe, dejando su lugar a Jorge Mier. El central zornotzarra se quedó así sin poder disputar minuto alguno en el último partido antes de colgar de forma definitiva las botas.

Incidencias aparte, el encuentro respondió a lo que se podía esperar. El Mirandés salió mejor, tratando de meter a los azules en su campo. El Amorebieta respondió bien y resolvió con soltura las pocas acometidas de peligro de los jabatos, que buscaron de forma continuada a Carlos Martín y a Martón. La acción más peligrosa, sin embargo, la protagonizó Gabri remontando por línea de fondo y buscando sorprender en el primer palo, pero Magunagoitia lo resolvió sin mayores complicaciones.

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Pasado el cuarto de hora, el Amorebieta se hizo con las riendas del encuentro a amasar posesión y a jugar en campo contrario, lo que despertó el runrún entre la parroquia local. No obstante, a los de Jandro les faltó algo de producción ofensiva. Apenas un par de ocasiones fue capaz de generar el conjunto azul. Lo intentó Unzueta con un cabezazo tímido a centro de Mier, y también Dorrio en una buena acción personal dentro del área. Sin embargo, cuando quiso armar la pierna casi en boca de gol, uno de los defensas rojillos se lanzó al suelo para taponar.

Esa superioridad con la pelota se mantuvo hasta el descanso, pero fue del todo insuficiente para los azules, que tuvieron que redoblar esfuerzos tras el paso por vestuarios. Y es que el Mirandés salió con una marcha más. Incisivo, con llegada por bandas y generando mucho peligro a balón parado. Esta vez sí el equipo jabato merodeó el gol, un premio que encontró en el minuto 61. Gabri Martínez llegó bien desde segunda línea para fusilar en punto de penalti una asistencia de Carlos Martín. Los azules reclamaron una posible falta sobre Sibo en el arranque de la jugada, pero ni el colegiado ni desde el VAR así lo consideraron.

Obligado por la situación, el Amorebieta tocó a rebato. Jandro fue retocando sus piezas hasta meter todo su arsenal ofensivo en el terreno de juego. Jauregi, Edwards, Rayco, incluso Jurgen Locadia para buscar el gol. Pero a pesar de los muchos efectivos ubicados en la cercanía del área, faltó precisión en los envíos.

Entre las intentonas casi a la desesperada del Amorebieta se colaban la salidas a la contra del Mirandés, que acarició en un par de ocasiones su segundo gol. No lo necesitó para acabar doblegando a un Amorebieta que lo intentó por tierra, mar y aire pero que fue incapaz de apenas a inquietar al meta Ramón Juan.

Jandro: «La gente tiene que estar muy orgullosa»

La imagen de la sala de prensa de Anduva reflejaba el cruce de sentimientos que había al término del encuentro. Desde ella se oía la fiesta que tenía montada el Mirandés, con la megafonía atronando, mientras Jandro accedía con gesto apesadumbrado y ojos llorosos. Un momento muy duro para el técnico asturiano, que ha sido capaz de llevar al equipo casi hasta el objetivo. Faltó tan solo un paso.

«Me quedo con la sensación de orgullo por mis jugadores por haber conseguido llegar hasta aquí. Se lo he dicho a ellos en el vestuario. Lo que han hecho no era fácil, les estoy muy agradecido por todo. Por cómo se han comportado, por el respeto, por cómo han competido y porque son muy buenos, porque si no n habríamos llegado hasta aquí», arrancaba Jandro.

«No ha podido ser, es una pena porque tenían mucha ilusión de conseguirlo después de todo lo que hemos luchado. Pero siento orgullo por ellos y por toda la afición que ha venido a vernos», apuntaba un Jandro con la emoción a flor de piel. «Noto su cariño todos los días, me han acogido como si fuera de Amorebieta de toda la vida. No sé lo que me deparará mi futuro, pero me llevo el cariño del pueblo», lanzaba.

«Estoy tocado porque he visto a los jugadores mal en el vestuario. Creo que la gente debe sentirse muy orgullosa y los jugadores orgullosos de lo que han hecho y han trabajado», reiteraba el de Mieres. «Ojalá el próximo año el Amorebieta, pero lo que ha hecho hasta ahora es tremendo», elogiaba Jandro.

Uno de los que más tocados estaba en el seno del vestuario zornotzarra era Jonmi Magunagoitia. El arquero reconocía que «estamos dolidos, tristes… ahora nos toca pasar el luto, pero tenemos que estar muy orgullosos de todos nosotros y con el tiempo tendremos que valorar lo que hemos hecho en los últimos meses». «Hemos sido un equipo capaz de jugar una final cada fin de semana, sabiendo lo que teníamos que hacer», apostillaba.

Con la voz quebrada, Magunagoitia indicaba que «he mamado todo esto desde pequeño, he pasado por todas las categorías del club y defender la portería del Amorebieta en Segunda ha sido algo muy especial». «He estado viviendo un sueño».

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