Cinco ultras del Anderlecht detenidos por lanzar objetos en el Reale Arena y obligar a parar el partido

El lamentable comportamiento de los ultras del Anderlecht ha provocado que se tenga que parar el duelo de Europa League en el Reale Arena. Los radicales han roto el cristal protector que les separaba del resto de los aficionados y han empezado a lanzar objetos al campo cerca del minuto 35. En este momento, Álex Remiro ha pedido que se detenga el encuentro porque, consideraba el guardameta, su integridad corría peligro.

Según ha informado el departamento de Seguridad del Gobierno vasco, como consecuencia de estos incidentes se ha detenido a cinco ultras en la misma grada de aficionados belgas -uno ha sido puesto en libertad-, en el interior del estadio, poco después de las ocho de la tarde. Uno de los aficionados ha sido detenido por atentado a la autoridad y el resto por desórdenes públicos y daños y resistencia a los agentes.

Han sido un par de minutos los que ha esperado el colegiado, justo después de que el equipo belga empatase. Estos incidentes han provocado que la Real se desconectara y llegara el segundo tanto visitante. ¿Cómo lo ha celebrado la grada visitante? Cantando el 'Viva España'. Vista la tensión que se estaba creando, ha entrado la Ertzaintza y ha procedido a acordonar la primera fila.

Todo se ha producido después de que el traslado de los ultras del Anderlecht a Anoeta se zanjase sin incidentes, pero con momentos de tensión en San Sebastián, que se han incrementado cuando han llegado al campo, donde se han producido algunos insultos con hinchas locales. Su particular kalejira ha dejado esporádicos lanzamientos de petardos, bengalas y botes de humo.

Desde hace varios días, las autoridades habían lanzado mensajes de prudencia, instando a los bares y restaurantes a retirar sus terrazas, a centros educativos a cerrar antes sus puertas... Y es que los radicales de este equipo son uno de los más peligrosos de toda Europa.

Pues bien, a pesar de que la calma ha reinado durante buena parte del día, ha habido varios encontronazos con la Ertzaintza mientras estos aficionados se dirigían al Reale Arena. De hecho, la marcha se ha tenido que detener durante diez minutos. Las tiendas han bajado las persianas y no han dejado de llegar furgones de la Policía automómica. Había cerca de media docena. Los antidisturbios estaban muy empleados en que no se rompiese el grupo en ningún momento. En el camino, los ultras no paraban de encender botes de humo.

A medida que se acercaban al estadio, los ultras han dejando a su paso su huella de bengalas, latas de cerveza y hasta una máscara de payaso. Tras 20 minutos cerrados, los comercios volvían a abrir cuando ya había pasado la kalejira. Unas dependientas que se asomaban por la puerta de su establecimiento, decían que había sido una faena, pero que al menos no había coincidido con la hora de más actividad.

A la llegada al estadio, hacia las 17:30 horas, se han producido encontronazos con aficionados locales. De hecho, la Ertzaintza ha prohibido el paso a los hinchas realistas. Aún así, espectadores de la Real se han encarado con los belgas.

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