La dura crítica de Oyarzabal e Imanol a la UEFA tras los incidentes de los ultras del Anderlecht

Ocurrió durante la primera mitad. Hubo un momento en el que los ultras de Anderlecht rompieron el cristal que les separaba del resto del Real Arena y comenzaron a tirar objetos. Entonces, tanto Álex Remiro, el portero donostiarra, como el banquillo de Imanol Alguacil pidió al árbitro que detuviera el encuentro. Sí, lo hizo, pero unos instantes. Y Mikel Oyarzabal cargó contra esa decisión del colegiado y de la UEFA.

«Al final, la gente que viene a ver a su equipo se tiene que marchar a su casa porque cuatro imbéciles están lanzando cosas y eso no se puede permitir sabiendo que iba a ocurrir, porque ya en los días previos sabíamos que iba a ocurrir», indicó el capitán txuriurdin. Y es que durante toda la semana, las instituciones habían realizado una serie de recomendaciones para evitar disturbios con los radicales del Anderlecht: retirada de terrazas, cierre de comercios y centros educativos...

No obstante, dentro del campo, la situación se fue de las manos. Los ultran camparon a sus anchas y Oyarzabal consideró que lo más correcto hubiera sido para el duelo. Pero no sucedió. «Hay que condenarlo y la UEFA tiene que dar un paso adelante. Llevábamos unos minutos diciéndoles que tenían que parar el partido, que había gente que estaba lanzando cosas que estaban llegando incluso al césped y la UEFA no ha hecho nada. Este es un mensaje claro para la UEFA porque nosotros se lo estábamos diciendo claramente al Director de Partido y él lo estaba viendo. Y al final, por no dar un paso adelante en una situación tan clara como la de hoy, le han sacado los colores a la UEFA», expuso.

No fue el único Oyarzabal el que criticó lo sucedido. Tanto Imanol como el resto de futbolistas cargaron contra los ultras. «Si corrían peligro nuestros aficionados, entiendo yo que se tenía que haber parado el partido. No sé si se ha dado cuenta y no ha querido parar o no, pero entiendo que el partido se tenía que haber parado, no puede ser que los aficionados de la Real, con familias y niños incluidos, corrieran peligro. Hay que denunciar esto y cortarlo de raíz antes de que haya alguna desgracia».

La Real, en sentido, ha solicitado una reunión urgente con la UEFA para pedir explicaciones sobre por qué el colegiado no ha parado el partido cuando se le estaba demandando.

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