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«Pasaría una y mil veces por esto porque el premio de ascender es muy grande». Con «esto», según confesó en una entrevista en EL CORREO, se refería Eder Mallo Fernández (Bilbao, 1993), hoy árbitro de Segunda, a convertirse en el foco de la ... polémica tras la final del play-off de promoción de Primera Federación entre Nástic y Málaga. Sucedió el pasado 22 de junio y tres días después el conjunto catalán, que se quedó con la miel en los labios tras el gol de Antoñito en el último minuto de la prórroga, anunció que «acudiría a la justicia ordinaria» contra el colegiado vizcaíno y que «no descartaría la vía penal». Dicho y hecho. Tras cinco meses y medio la entidad de Tarragona ha presentado una querella criminal contra Mallo Fernández. Se trata de la primera que formula un club español contra un colegiado.
Lo que en su momento parecía simplemente una pataleta por haberse escapado el ascenso en la última jugada cobra ahora tintes más propios de la sección de sucesos. Habrá que esperar a ver el recorrido judicial y deportivo que tiene la denuncia, pero el Nástic busca llevar por lo penal a Mallo Fernández ante un tribunal al considerar que falseó el acta del encuentro y predeterminar el resultado del mismo. Vaya, amañarlo. Se le acusa de falsedad documental y corrupción deportiva. ¿Y qué pruebas presenta? Un informe encargado a la agencia de detectives de Francisco Marco, Método 3, que, según recoge la denuncia a la que han tenido acceso 'El Mundo' y 'La Vanguardia', sostiene que el colegiado bilbaíno mintió cuando en el acta arbitral aseguró que había temido por su integridad física después del pitido final en el Nou Estadi.
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Carlos Nieto
El colegiado nacido en Bilbao subrayó en su momento que llegó a temer por su «integridad física, al ver cómo aficionados abrían la puerta» y le increpaban mientras que la seguridad del estadio presente le indicó que era «imposible retirar y controlar a esta gente puesto que, según nos dicen, son varios directivos y propietarios del club». Eso sucedió tras el pitido final, apenas un minuto después del definitivo 2-2 del Málaga. Antes, el propio Mallo Fernández detuvo el partido durante cinco minutos por el constante lanzamiento de objetos y balones al terreno de juego.
«Una vez nos encontramos en vestuarios, pudiendo acceder a ellos gracias a la ayuda de la fuerza pública, se producen multitud de incidentes en la puerta de nuestro vestuario», reza el acta del colegiado, que pasó a resumir algunas de las actitudes en su escrito. «Golpean con agresividad nuestra puerta en hasta 24 ocasiones y se dirigen hacia nosotros abriendo la puerta y gritándonos, entre lo que identificamos lo siguiente: «vais a morir», «sinvergüenzas», «tu hijo va a morir», «ojalá os matéis», «hijos de puta», «que muera vuestra puta familia», «cobardes hijos de puta (con amenazas de «dar la cara hijos de puta que os vais a enterar» en hasta 25 ocasiones)», «no tienes huevos», «tu puta madre» y «te voy a recibir hasta el final, si tienes huevos baja (en 4 ocasiones)».
¿Y qué dice el Nástic al respecto? Aporta el acta policial de los Mossos, encargados junto al personal del estadio de velar por la seguridad durante el encuentro. El mismo concluyó que la integridad física del equipo arbitral no se vio comprometida. «Afortunadamente estos casos son bastante excepcionales. Si me dicen que tengo que pasar por esto para ascender pasaría una y mil veces porque el premio es muy grande, pero obviamente hubiera preferido que no», confesó Mallo Fernández a EL CORREO.
Al margen de lo sucedido en los vestuarios del Nou Estadi, al árbitro bilbaíno se le acusa de estar comprado por el Málaga. Los detectives contratados por el Nástic señalan cómo «en una cena previa a la celebración del partido determinadas autoridades de Andalucía y de la ciudad de Málaga que se habían trasladado a Tarragona manifestaron que tenían el partido controlado y que lo único que les preocupaba era la reacción del público». Otro de los indicios, según la investigación privada, es que la noche previa al partido, el árbitro dijo al camarero del bar 'Sports Legends Tavern' de Salou, Carlos Blanco, supuesto amigo de éste: «Al 3 del Nàstic le tengo la matrícula tomada», en alusión a Nacho González, que fue expulsado en el minuto 63. El defensa, hoy en las filas del Intercity, vio dos cartulinas amarillas que cortaron claramente ataques rivales.
Un argumento más sólido a favor de los tarraconenses es el informe encargado al exárbitro Xavier Estrada i Fernández. El ilerdense, una de las voces más contundentes contra José María Enríquez Negreira por los supuestos tratos de favor al Barcelona, identificó «más de trece errores arbitrales flagrantes, entre los cuales destacan nueve acciones de jugadores del Málaga que deberían haber sido sancionadas con tarjeta amarilla». Aquel día, ningún jugador del cuadro andaluz fue amonestado, por las cuatro y la expulsión por doble amonestación que recibió el catalán. Mallo Fernández se fue, sin embargo, satisfecho: «Salí de allí muy contento con nuestra actuación. He visto el partido y creo que hicimos muy buen trabajo en general. Obviamente hay cosas y detalles por pulir. Igual alguna amarilla... lo de siempre. Son errores puntuales que no van a ningún sitio, pero el grueso del partido lo sacamos muy bien».
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