El Celta apaga el sueño copero del Gernika

Soñar es una de las pocas cosas de la vida que es gratis y, además, alguna de esas fantasías puede que incluso, con algo de suerte, se cumplan. Le ocurrió al Gernika hace poco más de un mes al eliminar contra pronóstico en la primera ronda copera al Leganés logrando así la posibilidad de enfrentarse hoy a un equipo de Primera como el Celta –primera vez que disputa un partido oficial a lo largo de su centenaria historia contra un conjunto de la máxima categoría–. Algo así como el premio 'Gordo' teniendo en cuenta que el partido coincidía hoy en fecha con el tradicional sorteo de Navidad.

Pero hasta ahí llegó el relato del sueño hecho realidad de los blanquinegros, que no es poco. No habrá más capítulos coperos para los forales en la presente campaña. Los dirigidos por el exrojiblanco Aitor Larrazabal se toparon con la cruda realidad. Despertaron de golpe aunque, eso sí, sin traumas de ningún tipo. Se van del torneo del ko con la cabeza bien alta y con la sensación del deber cumplido ante los cerca de 2.000 aficionados que no cesaron de animarles en Urbieta en busca de una nueva machada que no llegó ante los gallegos.

Porque, al fin y al cabo lo más lógico era caer eliminados teniendo en cuenta los tres escalones, auténticos ochomiles complicadísimos de hollar si no se conjuran todos los astros, que separan a celtiñas y gernikarras –militan en la Segunda RFEF–. Y eso que la escuadra vizcaína, que había anunciado durante la semana que por ganas e ilusión no iba a quedar, saltó al campo sin complejos. Valiente en su planteamiento y generoso en todo momento en el esfuerzo y la presión. Los dirigidos por Aitor Larrazabal dieron la cara. Ni mucho menos se arrugaron pese a tener que frenar a los peligrosos Larsen, Carlas Pérez y Paciencia por citar algunas de los titulares del cuadro gallego que salieron de inicio.

Es cierto que el técnico portugués Carlos Carvahal no sacó toda su artillería al reservar al máximo goleador nacional, Iago Aspas, por si saltaban las alarmas y hubiera que tocar retreta, pero su planteamiento fue de ir a buscar el partido y de querer resolver cuanto antes con la presencia sobre el tapete de dos carrileros de largo recorrido como Javi Galán y Mingueza. «Estamos avisados», advirtió en la previa Carvahal a sus hombres y optó por evitar sopresas con un once de lo más reconocible, pese a que junto a Aspas también esperaban su oportunidad en el banco futbolistas como Hugo Mallo y Solari que volvían a una convocatoria tras sus lesiones.

El preparador celeste tenía claro que el Gernika, un equipo aguerrido y con gente rápida de medio campo para adelante, se lo iba a poner difícil en un césped artificial al que no están acostumbrados y había que contrarrestarlo como fuera. Además de los precedentes coperos –los gallegos había quedado apeados los últimos años ante equipo de inferior categoría–, el hecho de no haber disputado partido oficial durante el último mes debido al parón por el Mundial de Qatar generaban dudas y no invitaban a realizar experimentos en las filas gallegas.

Misión imposible

El Celta comenzó haciéndose con el balón, en parte porque el Gernika optó por guardar la ropa atrás. Sin embargo, los vigueses no terminaban de estar cómodos sobre todo en defensa, especialmente blandos e inseguros en los balones largos a la espalda de los centrales. Y los forales, que lo tenían claro, incidieron en ello siempre que pudieron.

En el juego posicional los anfitriones estaban cómodos, pero a la media hora de partido una contra por la derecha de Carlas Pérez permitió al ex del Barça adelantar a los celestes. El autor del gol, el más incisivo por parte visitante, protagonizó otra jugada por su banda con centro al área que Gabri Veiga envió fuera en lo que pudo ser la sentencia. No hubo mucho más en la primera mitad y, tras el paso por vestuarios, Aitor Larrazabal cambió el dibujo de su equipo y ordenó dar un paso adelante. No quedaba otra.

El experimento no funcionó en parte porque a los diez minutos de la reanudación Aidoo logró la puntilla en un saca de falta. La remontada se convertía ahora sí en misión prácticamente imposible. Y no digamos nada con el tercer tanto conseguido poco después por el recién salido De la Torre. Elautor del gol saltó al campo junto a Iago Aspas que tuvo también una ocasión clara para amplair la renta pero no acertó. Al Gernika le toca centrarse la Liga y que le quiten lo bailao.

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