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La capital alavesa ya pule los últimos detalles antes de que los ciclistas más reconocidos del panorama internacional tomen las calles de la ciudad en la segunda jornada del Tour de Francia el próximo domingo. En plena cuenta atrás, la XLI edición de la Prueba ... Cicloturista Vitoria ejerció ayer de prólogo para el inicio de una intensa semana que se coronará con una experiencia que promete ser irrepetible.
«Es una fiesta para el ciclismo y para los que estamos vinculados a este deporte desde hace tantos años», resumió Edu Peña, participante local en la edición más especial y multitudinaria que ha tenido la veterana prueba cicloturista. Más de 1.000 personas se enfundaron el maillot amarillo en un evento que significó el inicio de una semana grande para la ciudad y que estaba integrado dentro del calendario de actos de promoción del Grand Départ Pays Basque. La fiesta de la bicicleta, que arrancó a las 8:30 horas en el aparcamiento de Mendizorroza, comenzó con un emotivo minuto de silencio en memoria de Jesús Ibisate, uno de los fundadores de la Sociedad Ciclista Vitoriana y creador de la prueba. Con el sol siendo protagonista desde las primeras pedaladas, el pelotón cubrió dos trazados diferenciados que pasaron por enclaves del pantano de Ullibarri-Gamboa, la Llanada y la Montaña Alavesa. con altos como los de Zaldiaran, Herrera, Opakua o Portilla.
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«Apuesto que el Puerto de Opakua será el tramo más complicado», murmuraban algunos componentes de Clarete y Chuletillas, grupo ciclista amateur que venía desde Burgos. Una intensa subida que, pocos kilómetros después, se vio recompensada con el primer avituallamiento en Agurain, que recibió a los primeros ciclistas con un repertorio musical originado por una charanga local que dio fuerzas a los protagonistas.
La bebida isotónica fue la fiel compañera durante las más de cuatro horas de marcha. El termómetro ya rozaba los 30 grados al filo del mediodía, una temperatura que dificultó el último paso, una vez atravesados Maeztu y la Llanada Alavesa antes de regresar a Mendizorroza, punto en el que también finalizó la prueba. «He notado un poquitín de fatiga en las piernas en los kilómetros finales», apuntó María López, procedente de Barcelona. La catalana fue una de las cicloturistas con mejor registro en categoría femenina en un día que no quiso desaprovechar para «ver la ciudad». Otros en cambio, como el caso del madrileño Juan Carlos Muñoz, decidieron apostar por la gastronomía. «He oído que se hacen buenos chuletones por aquí», comentó con una sonrisilla en su rostro mientras que sus compañeros, a su lado, no paraban de reír a carcajadas.
A pocos metros, recién llegado a la línea de meta, se encontraba el exciclista Igor González de Galdeano, acompañado de Luis María Díaz de Otazu. Campeón de España de Contrarreloj en el año 2002 y quinto en dos ediciones consecutivas del Tour de Francia entre 2001 y 2002, quien portara durante una semana el maillot amarillo del Tour se mostró entusiasmado con el ambiente vivido en la Prueba Cicloturista Vitoria, con «participantes de todas las edades, disfrutando de un agradable día y en muy buena compañía. Mejor imposible». No quiso desaprovechar la ocasión para animar a la ciudadanía a «seguir muy cerca este Tour de Francia, donde tenemos a alguien tan especial como Mikel Landa que puede conseguir cosas importantes».
El nombre del actual ciclista y líder del Team Bahrain Victorious fue uno de los más comentados por el público que acudió al evento, tanto por el propio González de Galdeano como por los ciclistas más jóvenes que decidieron participar en la carrera. Ese fue el caso de Rubén Martínez, de Terrassa, que a sus 18 años decidió aterrizar en Vitoria y experimentar un ambiente «diferente» al que se vive en «otros lugares» con el ciclismo. «El circuito me ha encantado, ha habido momentos en los que lo he pasado un poco mal, pero he pensado que, si mi ídolo Mikel Landa puede hacer esto sin problema, yo también». Una razón de peso que le incitó a seguir muy de cerca la trayectoria del alavés, al que ve con opciones de estar arriba en el Tour de Francia. «Pogacar vendrá muy fuerte, pero creo que Landa llega en muy buena forma y que puede dar mucha pelea». Respecto a sí estará presente el día 2 de julio, el joven no lo duda: «Estaré y encima le intentaré darle un abrazo enorme, seguro que le dará fuerzas». Un acólito más del credo landista.
E. Santamaria
Uno de los momentos más significativos fue el de Roberto Galdós. El alavés era bombero del parque de Vitoria-Gasteiz, hasta que, en 2005, un grave accidente mientras iba en bicicleta le dejó en silla de ruedas. Un contratiempo que, aún y todo, no frenó su pasión por el ciclismo. Con la ayuda de sus brazos y de su bicicleta eléctrica, Galdós consiguió cumplir un nuevo reto, demostrando que no hay nada imposible. «Es la primera vez que hago esta edición desde que tuve el accidente hace ya 18 años. Ha sido algo increíble y he disfrutado mucho, de los paisajes y de la compañía», subrayó, añadiendo que la Prueba Cicloturista le ha hecho experimentar una situación que hasta el momento no había vivido. «Nunca había subido cuestas tan fuertes como la de Opakua, y ahí he notado que el motor no quería trabajar más, no me conectaba. Por suerte con la ayuda de varios amigos he conseguido ir hacia adelante». El compañerismo, una vez más, triunfó en el mundo del deporte.
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